GENOCIDIO. La impunidad del "2x1" también es para los apropiadores de bebés

Foto El Argentino Zona Norte

En la tarde del viernes fue dejado en libertad el genocida Norberto Bianco, militar y médico de Campo de Mayo. Bianco fue condenado a 13 años de prisión por los casos de apropiación del nieto restituido Francisco Madariaga Quintela y del hijo de Valeria Beláustegui.

Bianco fue también el apropiador del nieto Pablo Casariego Tato y tuvo que ser extraditado desde Paraguay para enfrentar el juicio ya que estaba prófugo.

Bianco participó en partos que se realizaban dentro de la maternidad clandestina de Campo de Mayo y además era el encargado de trasladar detenidas desaparecidas desde otros centros clandestinos para hacerlas parir allí. Cabe mencionar que a esta maternidad clandestina, que fue la más grande del país, Mercedes Benz le "donó" un equipo de obstetricia en 1975. Directivos de esa empresa fueron acusados por la apropiación de bebés, como consta en el documental de la documentalista Gaby Weber.

Los sobrevivientes que pasaron por Campo de Mayo e incluso médicos, enfermeras y parteras que declararon en los juicios, dieron testimonio del terrible estado en que eran llevadas a parir las detenidas, con sus ojos vendados y con claras señales de haber sido brutalmente torturadas.

Muchas de ellas no podían ni siquiera mantenerse en pie. Apenas daban a luz en esas condiciones inhumanas y brutales, eran separadas de sus hijos e hijas, para luego ser desaparecidas y sus bebés apropiados por quienes llevaron adelante el plan genocida.

La Iglesia, que acaba de convocar a la "reconciliación", era parte esencial en las apropiaciones a través del Movimiento Familiar Cristiano, que funcionaba como una "agencia" para los apropiadores, entregándoles los bebés que les eran robados a las detenidas. Algunos de sus integrantes fueron detenidos por apropiaciones, como Francisco Martín Zabalo, partícipe de la apropiación de una niña nacida en Campo de Mayo, hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli.

Bianco es parte de todo eso y está en la calle. Desde el miércoles, día en que la Corte emitió el fallo, cinco represores ya solicitaron el beneficio del "2x1". Entre ellos se encuentra el apropiador y excapitán del Ejército Víctor Gallo, condenado por apropiarse del hijo de una detenida desaparecida en el centro de detención "El Campito", que funcionaba en Campo de Mayo.

Ese mismo día, en que los jueces Rossati y Rosenkrantz con el aval de la jueza Highton de Nolasco le otorgaban la impunidad a Muiña, cuatro militares de Campo de Mayo abusaron de una estudiante de la Universidad Nacional de General Sarmiento.

El fallo de la Corte no sólo dejó impune a Muiña y les abre la puerta a los demás represores, si no que es un claro mensaje de impunidad que envalentona a todos los genocidas.

El otorgamiento del "2x1" para Muiña había sido rechazado por el fiscal general a cargo de la Unidad Fiscal especializada en casos de apropiación de niños y niñas, quien pidió además la declaración de inconstitucionalidad de la derogada ley 24.390.

A Rossati y Rosenkrantz los nombró por decreto el presidente Macri, pero luego de "arrepentirse" envió sus pliegos al Congreso, donde fueron votados por el bloque mayoritario del PJ-FpV.

Este es un nuevo atropello a las víctimas, los familiares, los que luchamos contra la impunidad pero también contra los trabajadores y el pueblo pobre. Las fuerzas represivas son elementales para que el Gobierno pueda aplicar el ajuste y garantizar que las grandes empresas que fueron parte del golpe genocida sigan ganando millones, como también lo hicieron durante el gobierno kirchnerista llevándosela "en pala" como decía Cristina.

La Iglesia no sólo calló si no que también fue parte del genocidio. El Plan Sistemático de Robo de Bebés y el rol que jugaron durante el genocidio está más que demostrado. Más que nunca debemos redoblar la lucha en forma independiente del Estado contra la impunidad.