Desde La Izquierda Diario queremos compartir una reflexión de dos trabajadoras independientes, Georgina y Beatriz, de la comuna de Puente Alto que nos abren sus reflexiones y preocupaciones sobre el presente y el futuro
Martes 7 de abril de 2020
Ha transcurrido aproximadamente un mes desde que se declara cuarentena en el país, los costos de la crisis económica y sanitaria ya ha quedado de manifiesto que los están pagando duramente los sectores más empobrecidos. La incertidumbre laboral aqueja a grandes sectores de la sociedad, y las medidas anunciadas por el gobierno como “el plan de emergencia económico” que promete un Subsidio único familiar de $13.155 para 2 millones de personas termina por ser totalmente insuficiente para los 3.6 millones de personas bajo trabajos informales.
Queremos compartir una reflexión de dos trabajadoras independientes, Georgina y Beatriz, de la comuna de Puente Alto que nos abren sus reflexiones y preocupaciones al respecto:
"Ser independiente con esta crisis, es estar en la incertidumbre. Sin saber que pasará mañana, si podrás trabajar o no, además, de estar en todo el tiempo con miedo al contagio. En estos momentos, es cuando, te das cuenta que estás a la deriva; no hay un respaldo económico, ni de salud. Los independientes vivimos el día a día, el semana a semana, una semana juntamos plata para el gas, la otra para la comida, la otra para el arriendo y así sucesivamente. No alcanzamos a ahorrar y si ahorramos algo, ya lo gastamos en las 2 semanas que llevamos sin trabajar. Hay que pensar un plan b, reinventarnos, pero ¿Cómo si no podemos salir a vender?, ha nada…
Al ser independientes, no pagamos fonasa, tampoco encajamos en el quintil más bajo, que tiene a la gente más pobre, ¿Porque?, porque a pesar de que somos independientes, tenemos un auto para movilizarnos, tenemos un techo seguro. Y eso nos hace, ser menos vulnerables, ante el sistema y no poder optar a bonos.
Ser independiente en esta pandemia, es no saber si en 2 semanas más tendrás para alimentar a tu familia, o tendrás que vender tus herramientas de trabajo, para sobrevivir porque, tampoco tenemos seguro de cesantía a que optar. No somos ni chicha ni limonada, somos sólo guerreros con todas las ganas de batallar, pero sin armas, sin ningún respaldo ni un gobierno que nos apoye."