Las y los docentes viven todos los fin de año la incertidumbre de no saber si continúan trabajando en el establecimiento para el año siguiente, de cuántas horas les serán otorgadas por tanto cuánto se verá afectado el sueldo y con la pandemia aumentaron y se transparentaron las precariedades de la educación pública, además de esta inestabilidad laboral y el agobio.
Jueves 24 de diciembre de 2020
Llega fin de año, las fiestas como navidad o año nuevo en las que hay expectativas de pasar un buen rato sobre todo con lo difícil que fue llevar adelante el 2020, el covid-19 que modificó el trabajo en el mundo de la educación de pasar a presencial a teletrabajo, con complicaciones en el quehacer diario con más responsabilidades por estar en la casa, el cuidado de los niños y adultos mayores, acomodar algún espacio en la casa para realizar las “teleclases”, entre otros problemas de los cuales el gobierno no se hizo cargo.
En Antofagasta, recién durante las semanas de diciembre, hasta ayer, docentes de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS) estuvieron firmando sus contratos laborales del 2020, los plazo fijo, titularidad y reemplazo. Esta medida refleja la precariedad e inestabilidad laboral docente, en la que se trabaja durante todo el año sin firmar un contrato laboral, por tanto sin conocer detalladamente el trato con que son los empleadores, que en este caso es CMDS.
En el caso de los docentes plazo fijo, no solo hasta recién iniciado diciembre se enteraron si continuaban el año siguiente, en algunos casos se esperó hasta esta semana de navidad para entregar las “cargas horarias” que representan la continuidad de las y los docentes en el liceo y el conocimiento de lo que realizarán el próximo año 2021.
Esta inestabilidad laboral, da mayor poder a los directores que pasan a llevar los acuerdos con los docentes y CMDS, como el de no desvincular, la semana pasada algunos directores despidieron a docentes pero con organización y protesta se consiguió que no se lleve a cabo esta acción porque en algunos casos era un despido antisindical y porque pasaron a llevar el acuerdo previo.
En el caso de los docentes reemplazo es aún mayor la incertidumbre porque quedan a disposición de CMDS para ser reubicados a otros establecimientos pero de esto recién tendrían conocimiento a finales de febrero cuando comienzan las clases, significa pasar todo enero y febrero desconociendo si para marzo se tendrá un trabajo asegurado.
De conjunto toda esta situación acarrea graves problemas en la vida cotidiana porque no se puede acceder a un arriendo normalmente ya que solicitan requisitos de estabilidad y menos solicitar créditos hipotecarios, afecta en que no se puede demostrar antigüedad laboral y en el caso de las madres, quedar a la deriva luego del fuero maternal.
De todo esto no habla el Ministro Figueroa, al contrario, en sus dichos solo hizo énfasis en el “retorno seguro” este año, mientras las y los docentes siguen padeciendo estos pesares de precariedad, inestabilidad laboral y agobio.
Evidentemente es una pelea que las y los trabajadores de la educación deben seguir dando, no naturalizar esta situación y plantarse firme en defensa de la educación pública, contra la educación de mercado y miseria que ha mantenido el gobierno derechista de Piñera, pero también mantuvo la ex Nueva Mayoría y la ex Concertación.
