Con la suba por encima del promedio de los precios de junio, se elevó a $ 232.427 y la canasta básica alimentaria creció 5,2 % y se ubicó en $ 104.227. Cada mes es más difícil para millones de familias poder cubrir los consumos indispensables.
Miércoles 19 de julio de 2023 21:34
La persistencia de la inflación en valores elevados continúa deteriorando los ingresos de las grandes mayorías. Este miércoles el Indec informó que el costo de los productos que integran la canasta básica alimentaria (CBA) subió 5,2 % en junio, por lo que un grupo familiar compuesto por dos adultos y dos menores necesitó percibir ingresos por $ 104.227 para no caer en la indigencia. Por su parte, la canasta básica total (CBT), que además de alimentos reúne indumentaria y transporte, marcó un incremento de 6,7 % en el mismo periodo, por lo cual el mismo grupo familiar necesitó contar con ingresos por $ 232.426 para no caer debajo de la línea de pobreza.
Las variaciones de la CBA y de la CBT resultaron de 124,0% y 123,0%, en términos interanuales, y acumulan en el año incrementos de 55,1% y 52,4%, respectivamente en lo que va del año.
#DatoINDEC
Las canastas básicas alimentaria y total aumentaron 5,2% y 6,7% en junio de 2023 con relación a mayo, respectivamente, y 124% y 123% interanual https://t.co/2wkcWFPgtn pic.twitter.com/Bt3WyjOz0Y— INDEC Argentina (@INDECArgentina) July 19, 2023
Los montos de estas canastas se encuentran cuestionados por partir de una alimentación que no cumple con los estándares actuales para ser considerada saludable y por no incorporar gastos que pueden ser ineludibles como el alquiler. Los trabajadores de ATE-Indec elaboran una canasta de consumos mínimos teniendo en cuenta dichos problemas y para el mes de mayo la estimaron en $ 298.967.
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En los últimos doce meses los precios de los alimentos escalaron 116,9 %, ubicándose por encima del nivel general (115,6 %). Este incremento impacta con más fuerza en los sectores de menores ingresos. En los primeros seis meses del año (enero a junio) la suba de los alimentos fue de 55,6 %, también por encima del nivel general (50,7 %).
El ministro de Economía, Sergio Massa, se contenta con la desaceleración de la inflación de cara a su candidatura presidencial, pero los ritmos en que se encarecen los costos de vida siguen siendo alarmantes, en un país cuya última medición de pobreza alcanza al 40 % de la población.
El Gobierno es responsable de la fuerte inflación por echar más nafta al fuego al autorizar los aumentos en los servicios públicos, combustibles y salud. También sigue renegociando con el Fondo, el acuerdo con el organismo es un “modelo” de alta inflación ya que la suba de precios es el mecanismo para ajustar el presupuesto, partidas como salud, educación, jubilaciones; y los ingresos de las mayorías trabajadoras.
No hay posibilidad de frenar el ajuste inflacionario bajo el programa con el FMI, mientras lo que escasean son divisas, y eso presiona sobre los precios, el objetivo del Gobierno está orientado a acumular dólares para pagar la deuda.
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