A días del balotaje. La inflación y la devaluación destrozaron los salarios: los informales perdieron 47% desde 2016

El Indec publicó los últimos datos antes del balotaje sobre la evolución de los salarios correspondiente a septiembre y la inflación de octubre que muestran las consecuencias de la devaluación que aplicó Massa para cumplir con el FMI.

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La devaluación del ministro candidato de alrededor del 20% carcomió el poder de compra. En el debate presidencial Massa afirmó entre una de sus premisas para el 10 de diciembre es un “régimen de competitividad cambiaria y de acumulación de reservas que permita ir pagandole al Fondo”, esto significa una nueva devaluación y si se va a pagar al FMI anticipa que se renegociará el acuerdo. Estas políticas provocarán más deterioro del poder de compra porque se acelerará la inflación.

Por su parte, el candidato Javier Milei confirmó en el debate presidencial que va a dolarizar la economía, que como anticiparon varios especialistas implicaría una fuerte devaluación y, por tanto, hundir los salarios.

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Una devaluación brusca provocaría una destrucción de la actividad económica y la caída en el poder de compra de los ingresos populares que se sumaría a la merma del poder de compra de los últimos años, elevando los niveles de pobreza.

Massazo a los salarios

El costo de la inflación recae sobre el pueblo trabajador ya que los salarios corren por detrás de la inflación y llegar a fin de mes es una misión imposible.

El gobierno del Frente de Todos prometió recomponer los salarios deteriorados durante el macrismo, pero el poder de compra está por detrás del 2015 a pesar de la recuperación económica del 2021 y 2022.

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Si se consideran los datos publicados por el Indec, índice de salarios, en septiembre de 2023 el salario real del conjunto de las trabajadoras y trabajadores cayó 6,2% en relación a diciembre de 2019. Es decir, con el Frente de Todos no se recuperó el poder adquisitivo. Las direcciones sindicales de la CGT y CTA fueron cómplices de esta pérdida mientras respaldan la candidatura de Sergio Massa en vez de hacer asambleas para discutir un plan de lucha serio para mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora.

El poder adquisitivo de los trabajadores registrados privados perdió en lo que va del año 1,4% (septiembre 2023 versus diciembre 2022). Este es el sector de la clase trabajadora mejor pago y que tiene paritarias. Aun así, está un 21,9% por debajo de 2015 (septiembre 2023 versus octubre 2015).

En el caso de los trabajadores públicos, en septiembre 2023, el poder de compra bajó 1,5% en relación a diciembre de 2022, y la pérdida en relación a 2015 es de 26,4%.

Los trabajadores no registrados fueron los más afectados. La pérdida del salario real para los sectores informales en septiembre fue del 46,7% en relación a octubre de 2016 (desde esa fecha el Indec publica los datos). Bajo el gobierno del Frente de Todos el poder adquisitivo de los informales cayó un 30% (septiembre 2023 vs diciembre 2019), y se desplomó un 13,4% en lo que va del año.

Los salarios están lejos de poder cubrir una canasta familiar. La Junta Interna de ATE del Indec informó que en septiembre un hogar constituido por una pareja con dos hijes en edad escolar necesitó $494.506 para llegar a fin de mes. Esta organización gremial aclara que su estimación de la “canasta de consumos mínimos” no es un óptimo ni un ideal a alcanzar. Sin embargo, se aproxima más a lo que necesita una familia para llegar a fin de mes en tanto incluye, por ejemplo, el pago del alquiler, algo que no sucede en la canasta de pobreza calculada por el organismo estadístico.

En agosto de 2023, la remuneración promedio neta (en mano) de trabajadoras y trabajadores registrados fue de $324.195. Si se observa los datos del Indec (Encuesta Permanente de Hogares) que incluye a los trabajadores informales y formales, muestra que en el segundo trimestre del 2023 (abril-junio), el 50 % de los hogares obtuvo ingresos totales familiares menores a $200.000. Si bien los datos son de meses anteriores, dejan a la vista que los ingresos están lejos de la “canasta de consumos mínimos”.

Es urgente un aumento de emergencia de salarios, jubilaciones y planes sociales. Nadie puede ganar menos de lo que cuesta la canasta básica ($319.422 en septiembre, según el Indec). La perspectiva de conquistar un salario mínimo como el calculado por ATE Indec debe ser planteada por las organizaciones de trabajadores, así como también la actualización automática de salarios, jubilaciones y programas sociales en función de la inflación.

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