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Red Internacional
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Mundo Obrero. La justicia de Mendoza suspendió el desafuero de un delegado de Supermercados Átomo

La justicia provincial suspendió el pedido de desafuero de la patronal contra el delegado Jonathan Neira. El delegado viene siendo perseguido por la patronal por defender los derechos de sus compañeros.

Jueves 11 de octubre de 2018 15:54

Esta semana se dio a conocer la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la provincia, donde se suspende el pedido de la patronal de Átomo Supermercados por el desafuero del delegado de los trabajadores Jonathan Neira.

Jonathan es perseguido por la patronal por defender a sus compañeros y compañeras de trabajo. “La noticia de que la Suprema Corte de Justicia aceptara tratar el recurso extraordinario que presentaran mis abogados Roberto Domínguez y Sebastián Godoy Lemos, me empezó a llegar un poco más de oxígeno a mí vida”, relató Jonathan sobre este nuevo triunfo contra la persecución de la empresa. “En la sucursal donde estoy trabajando en estos últimos tiempos se la está pasando mal por la crisis económica que hay a nivel nacional por culpa del modelo económico de Cambiemos. Pero los Millán, dueños de la empresa, tampoco paran la mano contra los trabajadores”.

Las denuncias de trabajadores y trabajadoras de Átomo, sobre las condiciones laborales en las que trabajan son constantes: “somos perseguidos y hostigados por superiores. Tenemos faltantes de ropa y calzado de trabajo, tenemos traslados de sucursal injustos”, relatan algunos trabajadores. “Cuando te querés tomar vacaciones, te trasladan a otra sucursal y ahí te empiezan a pedalear las vacaciones para que se pase el tiempo. Cuando las reclamás, te dicen que legalmente no se puede por qué se perdió el plazo. Acá también perdemos derechos”, cuenta Jony sobre algunas de las denuncias más comunes que se escuchan entre los trabajadores.

"Pero vamos a seguir organizándonos por nuestros derechos porque si bajamos los brazos pierden mis compañeros y sus familias. Nos hemos animado a denunciar las condiciones pésimas de una de las empresas privadas más grandes del país"

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“Si querés reclamar por la vía legal empiezan con presiones y aprietes para que no lo hagas. Quieren que pensemos que si reclamas puede ser peor, como si estuviera mal pararse de frente y reclamar por nuestros derechos”, continúa Jonathan. Otro de los reclamos que hacen los trabajadores es por los permanentes descuentos que reciben en sus salarios: faltantes de caja, pérdidas de comprobantes de pagos con tarjeta, etc. Todos descuentos en el salario del trabajador. Además denuncian que la empresa utiliza las suspensiones para que muchos trabajadores pierdan el presentismo. “La suspensión más el presentismo son $ 4500 menos en el sueldo de ese mes”, cuentan.

La empresa se maneja con una política de miedo, amenaza con echar a los encargados y supervisores, les dicen y les hacen creer que si no nos tienen cagando los van a castigar con el sueldo, o sea metiéndole la mano al bolsillo

Átomo Supermercados tiene más de 100 sucursales, en donde trabajan mas de 4 mil jóvenes, y en todas se repiten estas denuncias: “te hacen trabajar 12 hs o los fines de semana y en lugar de pagarte las horas extras, te dan medio franco. Ahí en donde está la ganancia de esta empresa que lucra con el sudor, la sangre y las lágrimas de los compañeros”, denuncian.

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“Todos los descuentos, las horas extras no pagadas, vacaciones no gozadas y alguna que otra pérdida tanto monetaria, se las están quitando a nuestras familias. Las horas extras que no pagan y las vacaciones perdidas podríamos haber estado con nuestros hijos y con la plata que nos están robando podríamos estar disfrutando con nuestra familia”, cuenta Jonathan.

“¿Por que suceden estas cosas? Por el gran poder político que tiene la empresa con el gobierno y sus amistades. En la bodega Los Toneles, perteneciente a la familia Millán se hacen eventos como el Agasajo Vendimial , o la Cumbre del Mercosur, donde se juntan a brindar políticos como el gobernador de Mendoza y se olvidan que detrás de Atomo hay 4000 empleados que la pasamos mal. Muchos saben que trabajar para el Atomo es esclavitud. Todos saben el nivel de maltrato y de atropello con que la empresa trata a sus empleados. Pero vamos a seguir organizándonos por nuestros derechos porque si bajamos los brazos pierden mis compañeros y sus familias. Nos hemos animado a denunciar las condiciones pésimas de una de las empresas privadas más grandes del país”.