Una nueva oleada de ocupaciones avanza en todo el país. Al menos 200 escuelas y 2 universidades están ocupadas contra la reforma en la enseñanza secundaria y los ataques del gobierno golpista de Temer
Martes 11 de octubre de 2016 13:52
Fotografía: Leandro Taques
Una nueva oleada de ocupaciones avanza en todo el país. Al menos 200 escuelas y 2 universidades se encuentran ocupadas contra la reforma de la enseñanza secundaria y los ataques del gobierno golpista de Michel Temer, como la enmienda constitucional aprobada el lunes que congela los gastos de salud y educación por 20 años.
En Paraná ya son 100 escuelas y una universidad ocupadas, en Rio Grande do Sul hay al menos siete ocupaciones, en Rio Grande do Norte cinco, dos en Minas Gerais, una en Goiás, Mato Grosso, Brasilia, San Pablo, Alagoas y Pernambuco.
La juventud una vez más muestra el camino de la lucha contra los ataques del gobierno golpista de Michel Temer. Con mucha disposición a resistir, esos jóvenes vienen mostrando cómo el momento abierto por las jornadas de junio de 2013 no se cerró con el golpe institucional que se consolidó en Brasil.
A pesar del relativo fortalecimiento de la derecha en la superestructura luego de las elecciones, sigue abierto el escenario de crisis orgánica, siendo la juventud una pieza clave en la expresión de esos fenómenos.
Leandro Taques
El gobierno golpista de Temer pretende aprobar una serie de medidas de ataque a los derechos de la población, principalmente de los trabajadores y la juventud. Proyectos como la enmienda constitucional (PEC) que congela el gasto social en el presupuesto por 20 años, la reforma de la enseñanza secundaria, la reforma previsional y la reforma laboral, son esenciales para que la burguesía logre implementar su proyecto de que la crisis sea descargada sobre los trabajadores y el pueblo pobre.
Para eso, necesitan combatir también en el campo ideológico, impulsando el proyecto Escuela sin partido y terminar con el debate de género y sexualidades en las escuelas. Buscan cercenar la libertad de pensamiento entre los jóvenes porque temen que se levanten contra sus ataques.
No fue una casualidad que el día después de asumir como interino golpista, Temer haya intentado disciplinar con la represión a los estudiantes que salían a luchar en aquel momento. Sabía que la juventud podría ser un polo de resistencia a sus ataques y por eso era necesario callar su voz. Sin embargo, los planes del golopista no salieron según lo esperado, y nuevamente una oleada de ocupaciones avanza sobre el país. Es la juventud mostrando que dará la pelea contra los ataques, que no aceptará los ajustes de la crisis generada por los capitalistas.
Esa juventud que hoy se pone en pie de lucha es parte de una generación que creció bajo el auge del lulismo y vió cómo el proyecto de conciliación de clases del PT solo sirve para abrir el camino a la derecha reaccionaria y conservadora. Una generación que salió a las calles en junio de 2013 o nació a la vida política en ese momento es conciente de que este sistema de dominación y explotación no da para más.
Para que podamos derrotar efectivamente los ataques del gobierno golpista, necesitamos plantarnos desde una perspectiva anticapitalista, sabiendo que el problema no está en quién gobierna sino en el sistema de conjunto, que está hecho para los ricos y poderosos, y en el que los jóvenes y los trabajadores no tienen turno.
Con la fuerza y la disposición de esta generación que no tiene miedo de luchar, que ocupa las escuelas, las universidades, las calles y la política podemos construir un fuerte movimiento capaz de frenar los ataques que están por venir. Señalando una perspectiva capaz de terminar con todo ese sistema que nos oprime y explota todos los días, luchando por el derecho a tener un futuro, por el derecho a una vida plena en todos los sentidos.
