Hace días el coronavirus se ha vuelto un problema que ha generado diferentes discusiones en el país. ¿Cómo afecta a las y los jóvenes trabajadores?
Martes 17 de marzo de 2020 00:38
La crisis del coronavirus empieza a golpear la puerta de nuestro país, donde ya se han empezado a tomar diferentes "medidas sanitarias de prevención", como los cierres de cines, teatros, bailes, boliches y hasta campeonatos de fútbol amateur, porque superan la aglomeración de más de cien personas juntas, lo que puede aumentar las posibilidades de contagio. Pero, sin embargo, ¿cómo es esto en el resto de nuestras actividades cotidianas como en el trabajo o en el transporte público en el cual nos trasladamos? De eso no hay ni noticias precisas desde el gobierno (más que cantar el feliz cumpleaños mientras nos lavamos las manos), aunque en muchos trabajos ya se empiezan a ver algunas medidas y algunas omisiones. Veamos.
En las fábricas
Si de reunir a más de cien personas en un mismo lugar hablamos, entonces la actividad en las fábricas debería ser una de las que al menos debería ser revisada en los planes del gobierno frente a la emergencia sanitaria. Pero todo indica que, como dijo el presidente, lo que no se puede frenar para nada es la producción.
Por lo pronto, lo cierto es que en varias fábricas metalúrgicas de la ciudad, por poner un ejemplo, los protocolos de higiene y seguridad en cuanto a tener insumos para el cuidado y la higiene, aún ni siquiera se están cumpliendo. En otras, por el contrario, el "protocolo" es aprovechado para recortar el comedor y realizar cambios en los relevos con el fin de "evitar que se junten los trabajadores y por ende se contagien", eso sin mencionar la limitación de los tiempos y cantidad de idas al baño. Una canallada total.
Todo esto sin mencionar las distintas autopartistas en las que se corre el rumor de suspensiones con reducción de salario en caso de tener que cerrar algunas semanas, o el problema concreto que va a empezar a darse con el cuidado de los hijos frente al anuncio de la cancelación de clases hasta el 31 de marzo. Parece que la elección es: o sueldo con riesgos en la salud y cuidados demasiado básicos, o "cuidados estudiados" para seguir ajustando nuestro salario.
Es necesario que pongamos en pie en cada fábrica y lugar de trabajo comisiones de higiene y seguridad, donde seamos nosotros quienes impongamos las condiciones seguras de trabajo, y que si esas condiciones implican cierres provisorios, sean sin tocar un centavo de nuestro salario. ¡La preocupante situación y su resolución no puede ser a costa de nuestra salud ni de nuestro salario y condiciones laborales!
Sus ganancias millonarias y nuestra salud
Mientras tanto no son solo las metalúrgicas y autopartistas las que después de amasar enormes fortunas con nuestro trabajo, hoy aprovechan el virus para seguir ajustándonos. Empresas como Porta, en Córdoba, no hace otra cosa que hiper explotar a sus trabajadores con jornadas interminables (de 12 tortuosas horas en la línea) por sueldos miserables (ganan en promedio solo 25 mil pesos por mes), para llenarse los bolsillos aprovechando esta crisis sanitaria. En una nota de La Voz del Interior, José Porta dijo que "Están haciendo alcohol las 24 h del día y viendo cómo aumentar más su producción para cubrir la demanda, y en las medidas más pequeñas para llegar a toda la población", escondiendo tras esa excusa que en sus envases más pequeños es en los que vuelve más caro el precio por litro de alcohol. Mientras, de varios trabajadores nos llega a nuestro medio que por los pasillos pide a sus empleados que no digan que está ganando mucho porque eso no es cierto.
Parece que hay que hacer unas rifas con la plata de las horas extra para que los pobres dueños del 90% del alcohol del país lleguen a fin de mes, ¿no?
Lo cierto es que hay que terminar con la especulación de estos millonarios, confiscando la producción para ponerla al servicio de la población, cubriendo los insumos y los salarios de los trabajadores para que no se especule con los precios; y que, de ser necesario, se discuta la reconversión de la fábrica en función de estás necesidades. Que el presidente que dice que no va a permitir "avivadas", lo haga efectivo, y que esto esté bajo el control de sus trabajadores, que son los únicos a quienes les importa más el bienestar público que las ganancias especulativas producto de la crisis sanitaria.
Los precarios, los más golpeados
Por último, el eslabón más débil por sus condiciones precarias de trabajo, es el más golpeado ante las diferentes medidas sanitarias. Son principalmente las y los gastronómicos los que por sus condiciones ya históricas de estar en negro o contratados por día, empiezan a sentir el impacto de las medidas que hacen que se resienta la actividad por cierres, o porque menos gente sale de sus casas a comer afuera. Muchos de ellos ya están siendo "temporalmente despedidos" o en "el mejor de los casos" los llaman a trabajar menos días por la baja de trabajo. Algo que recién empieza a verse, pero que no es una preocupación menor por la cantidad de pibes y pibas que están en esa situación de fragilidad laboral estructural.
También desde hoy comenzó a verse una preocupación similar en los trabajadores de aplicación que viven "al dia" y que con el cierre de las escuelas a muchos ya se los vio en la tarde de hoy en Córdoba repartiendo pedidos con sus hijos en las motos y bicis. Y que si se resiente más la actividad gastronómica, va a impactar sin dudas en su trabajo que ya de por sí está en condiciones muy frágiles.
Es necesario que el gobierno que tanto habla de solidaridad, no mire para otro lado y obligue a las empresas de plataforma como también a las grandes cadenas de restaurantes y de comidas rápidas, no solo a pagar los días no trabajados producto de la emergencia, sino que también prohíba todo tipo de despidos en el sector y garantice licencias pagas también para los precarios para el cuidado de sus hijos.
Sabemos que el gobierno nunca nos regaló nada, por eso es importante que desde ya y en la medida que avancen las distintas propuestas ante la emergencia, nosotros avancemos en nuestra organización y seamos una gran voz para pelear por estás conquistas.