El 19 de noviembre no queremos que sea un día más. Esta vez el escenario es un estadio de fútbol y aunque se reunirán miles de gargantas vibrantes, no se trata ni del clásico del domingo, ni de un recital.
Miércoles 26 de octubre de 2016
Vamos a ser los jóvenes, los trabajadores y las mujeres de cada rincón del país los que llenemos la cancha de Atlanta mostrando que la izquierda va a pisar fuerte en la realidad.
Corre un aire diferente. No va a ser un acto como los que solemos ver. En nada se parece a los que hacen los partidos tradicionales, sobre todo cuando están en elecciones. No vas a ver ni empresarios, ni burócratas sindicales, de esos que juntos cocinan el ajuste y los despidos.
Tampoco se van a pasear por el estadio funcionarios y políticos con cuentas en Panamá, ni monjas con bolsones llenos de dólares. No está invitada ni la iglesia, ni los punteros y mucho menos la policía. El acto del Frente de Izquierda será todo lo opuesto porque expresará la fuerza de los de abajo, de los que no nos resignamos a las miserias de esta sociedad capitalista y sus gobiernos de turno, será el acto de los que queremos tomar el cielo por asalto.
Que flameen bien alto las banderas de la juventud
Las calles nos encuentran juntos cuando salimos de las aulas, hicimos clases públicas y nos movilizamos defendiendo la educación de los ataques del gobierno, por salario digno para los docentes, por más presupuesto, por un boleto educativo gratuito para todos.
Somos los pibes que se calzan las remeras de sus bandas y salen a marchar contra la represión policial que se cobra vidas en los barrios o pidiendo por la legalización de la marihuana, para que no haya ni un preso más por fumar. Somos los jóvenes que mastican bronca todos los días por la precarización laboral que arruina nuestras vidas.
Somos las y los estudiantes secundarios, que andan en pollera por los pasillos de las escuelas. Nos plantamos contra el machismo y el autoritarismo de los códigos de vestimenta. Damos pelea contra la heteronorma y exigimos saber. Queremos cuidarnos y dejar de lado los tabúes. ¡Exigimos ya educación sexual en las escuelas y que la iglesia no se meta en nuestra educación!
Somos las mujeres. Las que inundamos las calles con un grito del alma, “Ni Una Menos, Vivas Nos Queremos”. Somos las que se cansaron, las que dijeron “hasta acá”. Las que no van a dejar pasar más la violencia machista. Las que fuimos al Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario junto a Pan y Rosas y peleamos para levantar un gran movimiento de mujeres que se organice democráticamente, las que no transan con la iglesia y los partidos tradicionales. Que quieren pelear por el aborto legal seguro y gratuito, y por arrancarle al Estado nuestras demandas.
Vamos a hacer historia
El acto de Atlanta tiene que ser el punto de encuentro de todas estas realidades y experiencias que vivimos los jóvenes. Muchas de ellas encuentran día a día en las páginas de La Izquierda Diario, que se transformó no solo en un canal de expresión sobre lo que los grandes medios callan sino también una herramienta de organización.
Es en cada una de estas peleas, donde el Frente de Izquierda saca la fuerza para seguir creciendo. Estuvimos ahí, no nos callamos y salimos a las calles cuando gobernaba el FpV y desaparecía Julio López o asesinaban a Mariano Ferreyra los burócratas amigos del gobierno. Hoy no dudamos en redoblar la lucha contra el Macrismo y los gobernadores provinciales. Conquistamos nuestros diputados en el Congreso, las legislaturas provinciales y elevamos la única voz anticapitalista en las últimas presidenciales con la candidatura de nuestro compañero Nicolás Del Caño; ganamos centros de estudiantes y cuerpos de delegados para fortalecer nuestra lucha; pero no nos vamos a conformar con eso. Necesitamos multiplicar las fuerzas para seguir construyendo una organización de los trabajadores, de los oprimidos y los explotados. Una alternativa a Cambiemos y el peronismo, que le dé voz a los que siempre quisieron callar. Una alternativa política propia de los explotados a los que siempre quisieron dividir para reinar, entre hombres y mujeres, trabajadores efectivos y contratados, nativos y extranjeros o por nuestra orientación sexual y color de piel. Nos hermanamos contra la segregación racial por eso nos identificamos con la lucha del Black Lives Matters en Estados Unidos contra la brutalidad policial. Nos hermanamos con todos los que sufren ataques xenófobos a través de los medios como emula acá el facho de Lanata contra los estudiantes extranjeros. Ellos quieren que los estudiantes busquemos ser mejores gerentes del capital y vender nuestro conocimiento al mejor postor, nosotros queremos el conocimiento al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre. Queremos, nada más y nada menos, una fuerza que se plantee hacer volar por los aires este sistema capitalista de miseria, explotación y opresión.
El estadio de Atlanta repleto va a ser un mensaje para los empresarios y sus partidos. El 19 de noviembre tenemos que estar ahí, levantando nuestras banderas, y las de los trabajadores, que son los que mueven el mundo, desafiando sus intereses que no tienen nada que ver con los nuestros, demostrarles que no le debemos a este sistema.
Queremos que nos acompañes a Atlanta para mostrar que después de 30 años la izquierda vuelve a mostrar toda su fuerza llenando un estadio sin bajar las banderas. Está planteada esta batalla, pero necesitamos ser muchos más para mostrar que vamos en serio. ¡Que la historia la vamos a construir con nuestras manos! Acompañanos!