En la Ciudad de México se han propagado las amenazas y la represión hacia los maestros, orquestadas desde el gobierno federal y aplicadas por los directivos de las escuelas. A pesar de ello, la resistencia sigue presente.
Lunes 5 de septiembre de 2016
La actividad fue organizada por los profesores de esta escuela junto con los de la Secundaria 31 y las madres de familia. En ella, además de ofrecer comida con el fin de recabar recursos para el movimiento, se realizaron actividades recreativas como un taller de papiroflexia y de figuras en tercera dimensión, entre otras.
Lo que expresa esta acción es la unidad y la solidaridad que los maestros y el pueblo trabajador, cuyos hijos asisten a las escuelas públicas, han ido forjando en su lucha contra la mal llamada reforma educativa. A pesar de la campaña de desprestigio de los medios masivos de comunicación en contra del movimiento, la disposición a organizarse y luchar de maestros y padres de familia continúa. Como demuestra la Secundaria 36 que se sumó al paro de labores convocado por la CNTE desde antes de vacaciones y el pasado 22 de agosto.
Esto no es casualidad, sino producto del descontento que la política del gobierno del PRI, con Enrique Peña Nieto a la cabeza, aliado con los partidos del Pacto por México, ha provocado entre los trabajadores y sectores populares, porque sus efectos son claros: con el avance de la reforma educativa los padres de familia, que también son trabajadores, han tenido que pagar cada vez más por el mantenimiento, el equipo y el mobiliario que se desgasta o se rompe en las escuelas, gracias a la llamada “autonomía de gestión”.
Esta situación es completamente injusta, ya que lo trabajadores con su salario pagan impuestos que forman una parte sustancial del presupuesto que el Estado debería usar para mantener la educación pública; sin embargo, la reforma obliga a que, además de pagar impuestos, los padres de familia tengan que volver a poner de su bolsillo para el mantenimiento de las escuelas. Además, promueve que empresas privadas participen de la inversión en infraestructura educativa y otros servicios (como la oferta de alimentos), que van a cobrarse cuando deberían de ser gratuitos.
Ante esa situación, los padres y maestros de esta secundaria y otras han construido una unidad para enfrentar los efectos de la reforma y han entrado en acción con el fin de abrogarla, luchando codo a codo.
Un ejemplo de esto es la kermés de hoy, resultado de la organización y resistencia que continúa en Xochimilco, la cual no ha podido ser quebrada por las autoridades escolares. ¡Hay que continuar y multiplicar la solidaridad con la lucha magisterial!