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Red Internacional
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EDUCACIÓN. La ley de Piñera que empoderó a los directores de colegios

Un nuevo gobierno de derecha viene a profundizar la educación de mercado, imponiendo mayor inestabilidad laboral y desarticulando las organizaciones gremiales y sindicales de los trabajadores.

Jueves 15 de marzo de 2018

El artículo de la ley 20.501 promulgada por Piñera en su anterior gobierno, facultó a los directores del privilegio de poder “poner a disposición” al 5% de la planta docente cada final de año. Esto se suma a la cantidad de profesores a plazo fijo, cuyo contrato se llega a su término cada 31 de diciembre, es decir son despedidos todos los años.

Piñera es uno de los principales impulsores de este tipo de políticas que sirven para perseguir la organización sindical, las posiciones políticas de los trabajadores y reducir gastos por medio de la inestabilidad y la rotación.

¿A quién beneficia tener directores poderosos?

A través de los directores los alcaldes de derecha, nueva mayoría e independientes, controlan las escuelas y liceos, tomando decisiones y haciendo uso de los fondos destinados a educación. En Antofagasta la alcaldesa Karen Rojo a pesar de estar cuestionada por contraloría, utilizó los fondos SEP de las escuelas para comprar mochilas y útiles escolares, al mismo tiempo que mantiene delegados sindicales y profesores a plazo fijo a la fecha sin trabajo.

Este nuevo gobierno de derecha junto con los directores quieren formar una subjetividad dócil del profesorado “si no te gusta, te puedes ir”. Es evidente que todo aquel que manifieste diferencia entra a ser parte de la lista negra para ser eliminados de la dotación docente de un próximo año escolar. Como ya es también muy evidente, justificaciones que no cumplan las reglas que ellos mismos impulsan, lo que se muestra cuando los delegados sindicales o gremiales ejercen su labor como representantes de los derechos de los trabajadores, es traducida en su lógica gerencial como una molestia a la gestión, no puede ser de otra forma, dado que el sistema educativo está regido bajo una lógica de mercado, una empresa más.

¿Podrán los trabajadores de la educación alterar y transformar esta situación? ¿Podría la comunidad escolar elegir a su director? ¿Podría dejar de existir esta figura? ¿Podrían ser los propios trabajadores quienes coordinen la gestión de las escuelas?

Tenemos que enfrentar el autoritarismo y control del qué hacer docente, es la única manera de defender nuestro trabajo y la educación pública que quieren desmantelar.


Nuestra Clase

Somos la agrupación de trabajadores de la educación Nuestra Clase, de Chile. Quienes conformamos esta agrupación somos compañeras y compañeros independientes y militantes del PTR