El pasado miercoles se celebró en Barcelona una charla sobre la situación de los Centro de Internamiento para Extranjeros en Grecia y la política migratoria de Tsipras. Una de las cara menos conocida y más amarga del gobierno de coalición de Syriza y el partido derechista Griegos Independeintes.
Pere Ametller @pereametller
Viernes 17 de julio de 2015
Fotografía : EFE
En el ‘Espacio del Inmigrante’ del Raval, uno de los barrios más castigados por la crisis y el racismo institucional de Barcelona, se realizó un acto en el que se dejó al desnudo la represión sistemática sobre la comunidad inmigrante que se vive en Grecia. La ponencia corrió a cargo de una activista libertaria e integrante del Colectivo contra los CIE’s de Tesalónica.
La creación del colectivo se produjo a raíz de darse cuenta que la cuestión de la represión a la inmigración siempre se dejaba en un segundo plano y se estaba normalizando una situación de excepcionalidad. No olvidemos que Grecia, junto a Italia y el Estado español, son tres países cabecera de la política migratoria racista de la UE. Su principal objetivo es el de extender la información y denuncia sobre estos centros y realizar acciones directas contra ellos. Entienden que los CIE’s forman parte de una “lógica de totalitarismo y de construcción de un enemigo interno”, así como un instrumento para atacar a la clase obrera y regular los flujos migratorios según los intereses del capital.
La activista expuso las tres principales fases por las que ha pasado la política migratoria en Grecia.
A partir de 1990 da comienzo una fase de cierta permisividad con la llegada de inmigrantes motivada por la necesidad empresarial de obtener de mano de obra barata. Una fase que se extiende durante toda la década y en la que los trabajadores extranjeros sufrieron condiciones de explotación mucho más duras que los helenos.
Una segunda fase se inicia después del atentado contra las Torres Gemelas y la declaración de la “guerra contra el terrorismo”. Los inmigrantes pasaban a ser vistos como el enemigo. Así, en 2003 empezaron a construirse los primeros CIE’s y en 2008 el numero total ascendía ya a más de 90.
La tercera fase se inicia después de lo Juegos Olimpicos de Atenas 2004. A partir de ese momento es cuando se desbordan los CIE’s ya que se acaba la necesidad de mano de obra barata. Aún así hasta 2008 los patrones podían coger a los inmigrantes recluidos en los CIE’s y ponerlos a trabajar por 10 euros al día.
Toda esta dramática situación no se ha revertido con la llegada al gobierno de Syriza. Éste se ha caracterizado por el silenció que ha tenido con la cuestión del cierre de los CIE’s. Sin ir muy lejos, dos semanas después de las elecciones de enero, se suicido un inmigrante de un centro de internamiento, lo cual provoco protestas que el gobierno de Alexis Tsipras salió a reprimir.
Más adelante, ante el rumor de que el gobierno estaba planteando el cierre de los CIE’s, la respuesta de los miembros de Syriza fue que ese rumor solo podría ser “producto de una mente enferma”. Para la activista contra los CIEs la política migratoria de Syriza sigue siendo la misma que la de los anteriores gobiernos y se continua con la construcción de nuevos CIE’s. Desde su punto de vista ni esta política del Estado, ni la ideología de su policía depende de los resultados electorales.
Desde que Syriza asumiera el gobierno se están llevando a cabo diferentes acciones tanto fuera como en el propio interior de los centros. El 17 de marzo más de 300 inmigrantes iniciaron una huelga de hambre en Atenas y el 23 se produjo una fuga en medio de otra huelga de hambre en Tesalónica. El día 20 del mismo mes se produjo un motín en el que seis inmigrantes subieron al tejado con el resultado de una pierna rota y diferentes contusiones.
Todo esto sin que haya habido ninguna respuesta por parte del gobierno de Tsipras. Las únicas concesiones del nuevo gobierno han sido rebajar a 6 meses la estancia máxima en un CIE, aunque desde el propio colectivo se remarca que no se esta cumpliendo, y la obtención de la nacionalidad por parte de los hijos de inmigrantes nacidos en Grecia.
Sin duda, la realidad que vive la comunidad inmigrante en Grecia no es para nada diferente a la situación que sufren los inmigrantes en el Estado español. Los CIE son verdaderos campos de concentración avalados por los Gobiernos imperialistas europeos. Por ello las demandas con las que cerró la ponente griega el acto por la liberación y obtención de papeles para nuestros hermanos de clase es una reivindicación común por la que deberemos seguir peleando en ambos países.