Los estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos UNMSM empezamos clases enfrentando con una brutal represión policial las medidas de ajuste a la universidad pública. Escribo estas líneas para difundir la lucha que dimos con mis compañeros luego de las detenciones del 6 de abril.
Martes 10 de abril de 2018
Este año, los estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos UNMSM, empezamos nuestras clases experimentando en carne propia y con mucha crudeza, la dramática situación que atraviesa un estudiante de universidad pública.
La pésima programación de los cursos, el contenido de estos, la ausencia de profesores para el dictado de los mismos, el hacinamiento en las aulas, entre otros problemas, configuran una prueba palpitante que le da la razón a nuestros compañeros que tomaron las instalaciones de la universidad porque sabían el derrotero y la pésima administración del rector Cachay, que entre otras cosas, anula la participación estudiantil en la elaboración del diseño de los estudios generales e implementa improvisadamente los mismos, lo cual crea caos, incertidumbre y vulnera el cogobierno estudiantil.
Después que el rector Orestes Cachay ordenó que la policía nacional reprimiera a cientos de estudiantes y que detuvieran a 17 de ellos el pasado 6 de abril, la situación de nuestra universidad ha sido visibilizada a nivel nacional, ahora en todo el país ya se conoce la difícil situación que atravesamos los estudiantes sanmarquinos. Cabe mencionar, sin embargo, que los estudiantes en todo momento buscamos una salida consensuada, sin embargo, la intransigencia de las autoridades no lo permitió. En su momento exigimos que se atienda la problemática ya señalada, pero las autoridades - inclusive en plena sesión del Consejo Universitario - hacían caso omiso a la propuesta estudiantil. Esto llevaría a la postre a que se tomen los ambientes de la universidad y se mantenga la medida en señal de protesta, lo cual fue consecuencia de un acuerdo democrático entre las bases, lo que motivó que el rector disponga la intervención policial, quebrantando así la autonomía universitaria.
La actual situación política que vive el Perú, la misma que hace parte de una situación internacional condicionada por la crisis económica, nos hace prever que los problemas en esta casa de estudios, así como en el resto de universidades públicas, tenderá a agudizarse cada vez más, debido a la ofensiva neoliberal que ya declaran los voceros del gobierno de "transición", producto del déficit fiscal que dejó el gobierno de los tecnócratas encabezado por Pedro Pablo Kuczynski. En ese sentido, sabemos que se vienen fuertes ajustes para el sector educación como también somos conscientes que se incrementaran los cobros a los estudiantes mediante la generación de los recursos directamente recaudados, los cuales son fuente permanente de corrupción y clientelaje para el mantenimiento del orden e impunidad que favorece a las autoridades universitarias.
Ahora , la imposición al caballazo de estos estudios generales responde a las necesidades que tienen los funcionarios serviles a los mandatos de los grandes grupos de poder económico, por eso no es casual tener en nuestra malla curricular estudios generales orientados a construir una visión mercantilista en la consciencia de los estudiantes, en vez de dotarnos de cursos que formen ciudadanos críticos al sistema y, de ese modo, construir una visión de un país libre, independiente e igualitario.
Quienes participamos de esta última lucha, hemos tomado consciencia que la respuesta del movimiento estudiantil debe ser contundente mediante la organización y la acción. Nada nos puede doblegar. Tenemos el respaldo del pueblo que aspira a dejar como herencia la mejor educación a sus hijos y nosotros tenemos el deber histórico de abrirles camino hasta conseguir el acceso universal a una educación pública, científica y humanística. Para lograr ese objetivo tenemos que vincular nuestra lucha a las diversas luchas de los trabajadores y el pueblo. Solo la unidad de los estudiantes, los trabajadores y las grandes mayorías, es garantía de victoria.