A raíz de la crisis en Colo Colo nuevamente se puso en cuestión el rol que han jugado las Sociedades Anónimas Deportivas en el fútbol chileno. A nivel nacional son diversas las organizaciones de hinchas de diferentes equipos los que hace años se organizan y luchan por recuperar sus clubes y arrancarlos de las manos de los empresarios.
Domingo 21 de febrero de 2021
Antes de la llegada de las SADP, por varios años los clubes se agruparon en corporaciones sin fines de lucro, era una forma eficiente para aquellos que deseaban participar de una o más disciplinas deportivas, ya que a diferencia de hoy estas corporaciones no se enfocan solamente en un deporte. No era extraño ver que algunos clubes tuvieran ramos de básquetbol, bolos, ciclismo, natación, entre otros.
Por otra parte, los socios formaban parte de un sector importante, ya que eran quienes levantaron los clubes y los mantenían económicamente. Otra característica importante de las corporaciones eran los servicios que ofrecía a la comunidad.
El año 2005, durante la Presidencia de Ricardo Lagos se promulga la ley 20.019 que “Regula las sociedades anónimas deportivas profesionales”. El cuerpo legislativo, presentado por los senadores Alberto Espina (Renovación Nacional) y Andrés Zaldívar (Democracia Cristiana), y con propuesta inicial de Sebastián Piñera en 1998.
Esto cambió completamente el fútbol chileno, los clubes deportivos presionados debieron transformarse en sociedades anónimas deportivas profesionales (SADP), con nuevas condiciones y formas de administración. Las quiebras de los principales clubes como Colo-Colo el año 2002 y Universidad de Chile el 2004 obligaron a cambiar las reglas del juego, por lo que las SADP se instalan con el supuesto propósito de mejorar la economía y ordenar las finanzas de los clubes, pero sabemos que este no era su único objetivo.
La idea era copiar el modelo que se estaba utilizando en grandes ligas de fútbol del mundo y que contemplaba la inyección de recursos de capitales privados, que por diversas razones, se encontraba en una situación total de insolvencia económica.
El 20 de junio del 2005 marca un antes y después en la historia de las entidades deportivas, ya que ese día inició sus operaciones en la bolsa Blanco y Negro S.A, entidad que se quedo con la concesión del club de futbol Colo Colo por 30 años.
La mayor parte de los clubes son administrados por personas totalmente ajenas a dicho deporte, en su mayoría empresarios vinculados a diferentes casos de fraudes, personajes como José Yuraszeck (caso Chispas) y Carlos Alberto Délano (caso Penta) en Azul Azul S.A., Jaime Estévez (caso Cascadas) en Cruzados SADP y Leonidas Vial (caso Cascadas) en Blanco y Negro S.A.
Actualmente no hay proyectos deportivos a largo plazo y tampoco cumplen un rol social, como lo hicieron en algún momento. Por otra parte, no tiene ninguna vinculación directa con sus socios, incluso su único “beneficio” se traduce en tener derecho a descuentos en la compra de entradas y camisetas deportivas. En ningún caso tiene derecho a voz y voto en la toma de decisiones del club.
Desde hace algunos años surgieron diversas agrupaciones de distintos clubes quienes se coordinan por el rechazo a las Sociedades Anónimas Deportivas y al fútbol de mercado. Han dado una dura pelea por recuperar sus clubes y el fútbol, mientras que el gobierno los criminaliza con leyes como la Ley de Violencia en Los Estadios, ellos se organizan en colectivos y organizaciones.
Ejemplo de estas luchas son el Movimiento 15 de Agosto, fundado el 15 de agosto del año 2013, una organización de hinchas de Wanderers que pelea por la recuperación de su club, por parte de sus socios e hinchas. Su principal objetivo se centra en el rechazo hacia las sociedades anónimas y el fin de éstas.
Los hinchas de la Universidad de Chile se agrupan en la “Asamblea de Hinchas Azules”, espacio donde se organizan para “trabajar en la recuperación del club, no solo desde el aspecto administrativo, sino también para ser un aporte en el desarrollo de planes y programas diseñados y ejecutados por sus propios hinchas, que signifique una verdadera integración y respeto por nuestra gente, tanto en lo social como lo cultural; valórico y pedagógico”.
Por otro lado tenemos la organización “Colo Colo de Todos” que busca recuperar una participación activa en la dirección del club y “Alta La Frente UC”, agrupación de hinchas de Universidad Católica, que apuestan por el cambio del club.
Como podemos ver son diversas las organizaciones y colectivos de hinchas quienes se organizan para echar abajo el negocio de los empresarios que pusieron sus garras sobre el fútbol. Hinchas que llevan las lucha de la calle a la cancha, donde podemos ver cada fin de semana las banderas del pueblo mapuche reivindicando su lucha, lienzos exigiendo justicia por la muerte de Camilo Catrillanca y en contra de la represión de Carabineros.
Incluso fueron un sector importante durante la rebelión popular, que durante esos días se oponían al regreso del futbol chileno pero que la ANFP de todas forma decidió reanudar. En su regreso a la canchas se manifestaron en la galería de los estadios con canticos en contra de Piñera, lienzos en apoyo a las victimas de trauma ocular, donde incluso jugadores de futbol de distintos equipos se pronunciaron ante la represión brutal por parte de la policía.
El futbol no es ajeno a los procesos que atraviesa el país, son esos mismo hinchas, jóvenes estudiantes, mujeres y trabajadores los que cada día sufren las precariedades de este sistema, que hace muchos años la policía los reprime en los estadios y se les criminaliza. Son los mismos que sueñan con recuperar sus clubes, que se organizan, que se movilizaron en la rebelión popular por las demandas del pueblo trabajador y en contra el Gobierno de Sebastián Piñera, empresario que es parte de quienes se beneficiaron con las sociedades anónimas deportivas y el negocio del futbol chileno.
