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Red Internacional
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Mujeres. La lucha por no más violencia de género de la pre canditada por el distrito 10, María Victoria Torres

En el próximo proceso constituyente, el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR), propone candidaturas de la clase trabajadora, entre ellas a mujeres con una vasta experiencia en la lucha por sus derechos, como María Victoria Torres Sandoval ¿Quién es?

Lunes 7 de diciembre de 2020

María Victoria es una mujer trabajadora de 62 años de edad, jubilada, madre de dos hijos quien vive hace más de 17 años en la Comuna de La Granja del distrito 10.

La lucha de esta trabajadora comienza por el año 2003, cuando decide separarse tras 25 años de vivir violencia de género dentro de su matrimonio. Se traslada desde la ciudad de Antofagasta a vivir a Santiago, a la comuna de La Granja, en donde comienza un proceso de recuperación y de lucha por no más violencia hacia las mujeres.

El 17 de noviembre del 2004, entra en vigencia la nueva Ley de Matrimonio Civil, la cual vino a derogar la antigua Ley que existía desde 1884, donde María Victoria queda registrada como la primera mujer que demanda divorcio por violencia contra la mujer en contexto familiar.

El 23 de noviembre de 2005 lanza su libro testimonial, con la idea de que este ayudara a otras mujeres a atreverse a denunciar la violencia.

En estos años, recibió promesas de muchos políticos del régimen, junto al primer gobierno de Michelle Bachelet, promesas que hasta hoy no se han cumplido: aún no obtiene su divorcio a pesar de todo el camino recorrido. Es que los gobiernos de la Concertación así como los gobierno de la derecha se dedicaron a profundizar el legado de la dictadura militar: el código laboral, las pensiones de hambre, que trajo por consecuencia que la precariedad tenga rostro de mujer y ya sabemos que tanto las altas tasas de desempleo femeninas como las diferencias salariales por razones de sexo y género son las bases materiales para la proliferación de la violencia machista. Para ella tampoco fueron 30 pesos, sino 30 años.

Con una férrea decisión de terminar con este flagelo vivido por años por parte de quien fue su marido, María Victoria comienza su lucha en forma individual en distintos lugares.

En este proceso de lucha contra la violencia hacia la mujer, inaugura centros de la mujer como el de Peñalolén, centro de la mujer zona sur la Pintana, centro de la mujer de La Granja, entre otros, también condujo un programa radial en la emisora comunal de La Granja durante 2 años consecutivos, tratando el tema violencia de género.
Su lucha le parecía pequeña pensando que la situación de violencia hacia las mujeres en Chile no tenía importancia para los gobiernos pos dictadura.

Comenzó a buscar alguna organización Feminista que reuniera las expectativas que ella necesitaba para organizarse y dar la batalla en conjunto con toda la clase trabajadora. Fue así como en marzo del 2012, conoce a la organización feminista Internacional Pan y Rosas la cual le pareció seria la indicada para organizar junto a otras mujeres, hombres y diversidad sexual la lucha en las calles por la liberación de las mujeres y en general de toda la clase obrera.

Desde el año 2004 ella marcha todos los 8 de marzo y 25 de noviembre, hoy junto a Pan y Rosas Teresa Flores, enarbolando las banderas violetas del feminismo socialista internacional.

Hoy María Victoria pelea por la lucha organizada y en las calles, habiéndose convertido en sujeta política y militante de izquierda y habiendo tomado las riendas de su vida en sus manos. Las mujeres trabajadoras necesitamos una voz que promueva la lucha por nuestros derechos peleando por un plan de emergencia contra la violencia de género donde el Estado asegure casas de acogida para las mujeres violentadas, tratamiento sicológico, sueldos que se correspondan al costo de una canasta básica familiar. Un plan financiado en base al impuesto a las grandes fortunas y la renacionalización de los recursos naturales bajo control de las y los trabajadores.

Sin embargo estos temas no se pueden tocar en el actual proceso constitucional, por eso es necesaria una voz que denuncie las trampas de la cocina y apueste por desarrollar la lucha extraparlamentaria para conquistar todos nuestros derechos. Sabemos que no será en los marcos de una convención a la medida de los mismos de siempre que podremos conquistar una vida mejor sin explotación ni opresión, sólo retomando el camino de octubre podremos conquistar una verdadera asamblea constituyente libre y soberana donde no hayan temas vetados, donde participen los jóvenes iniciadores de la rebelión, teniendo por objetivo la lucha por un gobierno de las y los trabajadores y el pueblo.