Con respecto a este domingo, la luz ha subido un 17%, llegando de nuevo a superar cifras históricas. Desde el comienzo del conflicto se ha disparado un 115% que se suma a las desorbitadas cifras anteriores
Carlos Rubio Madrid
Martes 8 de marzo de 2022
Con la energía, cada día se torna más oscuro. La electricidad a día de hoy vuelve a batir récords en toda Europa, pero sobre todo en España. El 7 de febrero, el precio de la luz llegará a los 442,54 euros/MWh, con picos que rebasarán los 500 euros/MWh. Esto supone una subida del 17% en un solo día, que conforma en total un 115% de subida de precios desde el comienzo de la invasión rusa a Ucrania y la implementación de las sanciones económicas por parte de la Unión Europea al gas ruso.
Más del 40% de las importaciones de gas de la EU provienen de Rusia. La guerra de Ucrania ha disparado el precio del gas en los mercados internacionales. La mayor parte de los países de la mitad este de la UE dependen en más de un 50% a las importaciones rusas. Si bien España tiene una dependencia menor, esta suponía para 2021 un 9% de las importaciones.
Si bien la guerra ha afectado drásticamente al precio de la luz, esto se añade a una situación previa preocupante. El precio de la luz se incremento con respecto al inicio de 2021 más de un 60%, resultando totalmente ineficaz la medida del gobierno progresista de la rebaja en el IVA de la tarifa de PVPC al 10% de forma temporal. A falta de control absoluto en los mercados eléctricos privatizados durante las últimas décadas, los precios siguen en alza, alterados al extremo con el panorama bélico y de corte de suministros que se ha dado. En los mercados prima la especulación de las grandes empresas, a costa de los usuarios.
A falta de una alternativa sostenible, viable y controlada de forma pública, nada garantiza que los precios vayan a bajar. El estado español para fortalecer su posición estratégica con respecto a la UE y la OTAN pretende fomentar el suministro energético desde los gasoductos argelinos, con la posibilidad de enfrentamientos y tensiones con Marruecos.
Por otro lado, los proyectos de “renovación verde” que han llevado al cierre de decenas de centrales térmicas para sustituirlas por macro superficies solares -con una enorme falta de control sobre espacios rurales o protegidos-, o bien están paralizados o bien no logran solucionar en el corto plazo el problema del suministro eléctrico y mucho menos de los precios. Hoy se ve más que nunca la necesidad de expropiar las eléctricas y ponerlas bajo control de trabajadores y usuarios. Un recurso de primera necesidad como la electricidad no debería ser un producto para la especulación en el mercado.