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Red Internacional
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Opinión. La mal llamada “Mejor niñez” en Chile

Hace un mes, hubo manifestaciones por parte de las y los trabajadores de “Mejor Niñez” en todo el país. En particular en Antofagasta, denunciaron que al parecer este “fin al Sename” fue solo un cambio de nombre porque al día de hoy, existen residencias sobrepobladas, listas de espera en los distintos programas que son atendidos en la región. No tienen residencias transitorias, y más problemas que expresan el abandono de las políticas de servicio y protección para las niñeces y adolescencias en Chile. Un abandono del cual son responsables los distintos gobiernos y que tiene raíces desde la dictadura con la privatización de este sistema.

Domingo 14 de julio

Durante el gobierno de Sebastián Piñera, se anunció el “fin al Sename”, con una reforma de ley que prometía acabar con todo el abandono de las niñeces y adolescencias, instalando ilusiones en sectores de la población que veían con esperanza este “cambio”. Fue el primer punto en su cuenta pública el año 2021, prometiendo que el cambio del Sename al Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, conocido como Servicio Mejor Niñez, iba a “poner a los niños en primera fila”. Pero, tres años después, vemos que las niñeces y adolescencias siguen estando al final de la fila.

En términos de leyes, el “cambio” fue el siguiente: La Ley 21.302, publicada en enero del 2021, plantea que el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia será el sucesor y continuador legal del Servicio Nacional de Menores (Sename) sin perjuicio de las que correspondan al Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil. Y posteriormente, la Ley 21.430, publicada en marzo del 2022, plantea el Sistema de Garantías y Protección Integral de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, que estará integrado por el conjunto de políticas, instituciones y normas destinadas a respetar, promover y proteger el desarrollo físico, mental, espiritual, moral, cultural y social de los niños, niñas y adolescentes, hasta el máximo de los recursos de los que pueda disponer el Estado. Pero, ¿Esto existe en la realidad? Ese es el gran problema, incluso en los marcos de lo que propone la ley está muy lejos de cumplirse, es más, hay denuncias recientes de involucramiento de estas instituciones en las redes explotación infantil y pedofilia.

Los trabajadores de Mejor Niñez (o mejor dicho “Peor Niñez”) en Antofagasta, también denunciaban que no se integraban aspectos de educación ni de salud en estos programas. Aspectos claves para dar protección especializada a los derechos de las niñeces y adolescencias, para atender a las necesidades que hoy vemos, justamente salud y educación son dos derechos básicos que también están en crisis, con desfinanciamiento municipal y estatal, con problemas en las concesiones; de despidos; de infraestructura; del trato mutuo, etc. Así vemos que hay problemas estructurales que están ligados y que afectan mayoritariamente a la población trabajadora y pobre, se nos plantea una vez más el desafío de pensarnos y organizarnos en unidad la clase trabajadora y los sectores oprimidos, que son quienes padecen la miseria de estos sistemas que solo empeoran la vida de la mayoría y mejoran la vida de una minoría que sí puede costear instituciones privadas para la atención de sus problemas, además cuentan con un techo y confort con sus necesidades cubiertas.

Nuevamente, nos encontramos con problemas de recursos y de una planificación de Estado y gobiernos que no priorizan estos derechos que son de los más básicos, nos dicen que “faltan recursos” por lo tanto no se puede cubrir la contratación de profesionales según las necesidades, déficit de infraestructuras, falta de democracia dentro de las administraciones, etc. Y estos problemas no son actuales de este gobierno, son problemas que se arrastran por años porque existe todavía una estructura de mercado, de privatización de este sistema, que es heredado de la dictadura de Pinochet, con el “Sistema Nacional de Menores” publicado en 1979. En esa ley, se plantea “Estimular la creación y funcionamiento de entidades y establecimientos privados que presten atención y asistencia a los menores de que trata esta ley.” Y “Proporcionar, cuando procediere, ayuda técnica, material o financiera a las instituciones públicas y privadas que coadyuven al cumplimiento de los objetivos del Servicio.” Esta lógica neoliberal, que se basa en subvenciones a las instituciones privadas, que en este caso es por niño atendido, hace que se mantenga un fuerte componente privado en la administración y ejecución de los programas de atención, manteniendo el Estado el rol subsidiario con tareas de supervisión y control financiero.

Es por esto que es necesario que este sistema sea único, que reciba financiamiento 100% directo del Estado para cubrir todas las necesidades que las niñeces y adolescencias requieren, que estas instituciones sean gestionadas por sus propios trabajadores y usuarios cuando corresponda, que se deje de financiar a los privados. Además, hay que decir que plata hay, la renacionalización de los recursos naturales como el litio, que está en boca, y que sea gestionado por trabajadores y comunidades es importante para cubrir todas las necesidades de la mayoría de la población. Para esto los y las trabajadores, pobladores, estudiantes, no podemos quedarnos de brazos cruzados, tenemos que organizarnos en nuestros lugares de estudio, de trabajo, que permita generar una fuerza que acabe con la herencia de la dictadura y con este sistema de miserias.


Nancy Lanzarini

Profesora de Lenguaje y Comunicación.