La ciudad de Mar del Plata mantiene el récord de desocupación y trabajo precario en el país, y entre esos sectores las mujeres son las más afectadas. Hablamos con trabajadoras de la ciudad que nos cuentan como afecta la crisis sanitaria su día a día.
Libertad Martinez @laprofeliber
Viernes 27 de marzo de 2020 20:26
Según los datos correspondientes al cuarto trimestre del 2019, recientemente publicados por el Indec, Mar del Plata vuelve a encabezar el ranking de desempleo a nivel nacional. Unas 36 mil personas, el 11,1% de su población económicamente activa, están sin trabajo, a las que se suman 58 mil personas subocupadas, es decir, que trabajan menos de 35 horas semanales y buscan más trabajo.
"Ahora solo tenemos el ingreso de mi marido. Yo hace 9 años que hago suplencias como auxiliar, pase por muchas escuelas. A esta altura ya querría tener un cargo estable. Tengo 3 chicos a los cuales les tenemos que garantizar todo. Habíamos empezado a vender comida pero ahora con todo esto tampoco podemos. Estamos endeudados." nos cuenta C., auxiliar de educación, actualmente desocupada.
Por otra parte entre quienes sí tienen trabajo, las mujeres son las más precarizadas. En un informe publicado por la Universidad Nacional de Mar del Plata en diciembre de 2019, los investigadores explican que durante el tercer trimestre del año pasado se produjo un aumento leve de la tasa de empleo en la ciudad, que pasó del 42,9% al 45,4%. Esta tasa, que señala la proporción de ocupados sobre la población total, se vió especialmente influenciada por el aumento de la participación de mujeres en general, y de mujeres jóvenes en particular, en el mercado laboral.
"Yo trabajo en un geriátrico -comenta M.-, hago varias tareas, pero centralmente estoy en el lavadero. La mayoría somos mujeres, madres solteras y único sostén de hogar con un sueldo que no alcanza. Trabajamos de manera precaria. Ante esta situación, no tenemos barbijos, ni guantes, faltan muchos productos de limpieza y también falta mucho personal".
Ahora bien, el incremento en la tasa de empleo no necesariamente significa que han aumentado la cantidad de puestos de trabajo genuino. Por el contrario, según señalan los investigadores, expresa que se hace cada vez más necesario que las mujeres sumen (o aumenten) sus horas de trabajo semanales para complementar los ingresos del hogar. Estos nuevos empleos, mayoritariamente, son de pocas horas, sin registrar, e inestables.
T., empleada de comercio, nos cuenta que en el medio de la cuarentena obligatoria, "Está en duda si me van a pagar por lo menos la parte que tengo blanqueada de mi jornada laboral, que son dos horas. Al igual que un montón de compañeros que están en la misma situación. Si me pagaran solo eso serian 6 mil pesos, pero ahora no se ni siquiera si voy a cobrar eso. Este mes debería cobrar lo que trabaje en marzo, pero si se extiende esta situación por todo abril, no se que voy a hacer".
El informe de la UNMDP también señala que entre los desocupados, por otra parte, las mujeres continúan siendo la mayoría en la ciudad (10,3% vs. 10,1% de los varones), con una diferencia notable entre las mujeres jóvenes: entre los 14 y los 29 años, una de cada cuatro está desocupada (25%), mientras entre los varones de la misma edad la proporción es de menos de uno cada cinco (18.9%).
Todos estos números, sin embargo, son más que frías cifras en la vida cotidiana de los y las marplatenses. Son el resumen de la experiencia cotidiana de miles de personas, de miles de mujeres, que todos los días viajan, cocinan, cuidan, producen, educan, empacan, limpian y venden, todas esas tareas que mantienen en movimiento la economía de la ciudad y el país, pero en las peores condiciones y sin derechos. Incluso ahora, en medio de esta crisis sanitaria, más expuestas que nunca porque no cuentan con los insumos necesarios para protegerse.
Frente a esta situación, el gobierno de Alberto Fernández ha anunciado que a mediados de abril (cerca de un mes después de iniciada la cuarentena) se hará un pago de 10 mil pesos por única vez para quienes no acrediten otros ingresos en el grupo familiar. Esta suma, por debajo del umbral de indigencia, es absolutamente insuficiente para sostener a una familia, más aún con los enormes aumentos de precios en alimentos y elementos de higiene que se han registrado en los últimos días.
Por ese motivo, desde el Frente de Izquierda Unidad se está exigiendo un salario de cuarentena de 30.000 pesos para todos los trabajadores y trabajadoras sin distinción, que no reciban licencias pagas por sus empleadores. En el caso de quienes estén registrados e integren grupos de riesgo, por otra parte, es necesario garantizar licencias con el 100% del sueldo y prohibir los despidos y suspensiones.