En palabras de Elba Esther, Zoila Estela Morales Ochoa, su madre, le legó su fortuna de 373 millones de pesos en arte, bienes muebles e inmuebles, empresas y dinero en efectivo.
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Lunes 20 de agosto de 2018
En 2013, quince días después de la detención de Gordillo, Alfredo Bazúa Witte, Notario 230 de la Ciudad de México, entregó una copia del testamento a las autoridades, según dio a conocer el periódico Reforma.
Según el documento notarial, Zoila Estela Morales Ochoa, fallecida en 2009, habría legado a su hija millones. Pero lo que hace inverosímil esta versión del notario es que una maestra rural en comunidades indígenas de Chiapas (esa fue la actividad laboral de la madre de Gordillo) haya acumulado una millonaria fortuna.
De acuerdo con los documentos revisados, la herencia comprende 143 millones 750 mil pesos en efectivo y un paquete accionario de Comercializadora TTS de México, con la cual fueron compradas los dos inmuebles de la ex lideresa sindical en San Diego, en California.
También recibió sus propios retratos, entre éstos el óleo sobre tela Maestra Elba Esther y Rigoberta Menchú, pintado por Gutiérrez Castrejón, y el Retrato de Elba Esther de Vicky Montesinos.
Otras obras de arte que recibió fueron el cuadro Abuela y Nieta, del colombiano Fernando Botero, con un precio de 800 mil dólares, y Un extraño en el corral, de Melchor d' Hondecoeter, pintor holandés del siglo 17, valuado en 250 mil dólares y Chozas chamulas, de Raúl Anguiano, valuada en 100 mil dólares.
Asimismo, en la ostentosa colección de arte se incluyen obras de Diego Rivera, Rufino Tamayo, Alfredo Zalce, Sebastián, Francisco Zúñiga y Francisco Toledo, entre otros.
Se cuentan más de 200 pinturas, esculturas, grabados, litografías, jarrones, muebles de autor y coloniales en la herencia que “recibió” Elba Esther Gordillo.
Pero eso no es todo: su “herencia” incluye el capital fijo y acciones de Inmobiliaria Galilei, Comercializadora Erizpe e Inmobiliaria Larcaste.
Así es el “realismo fantástico” de la burocracia sindical que se vende a los gobiernos en turno a cambio de aceptar la progresiva degradación de la educación pública y de las condiciones de trabajo de maestros y maestras que enseñan a leer a niñas y niños del pueblo trabajador.
Hoy mientras que la burocracia sindical se enriquece día con día, en Chiapas una maestra de primaria gana entre $7,192.09 y $12,848.44.
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