La muerte de la recién electa gobernadora de Puebla Marta Erika Alonso y su esposo el senador Rafael Moreno Valle la tarde del 24 de diciembre polariza el ambiente político y apunta a cambios en la política del PAN contra el Morena buscando aprovechar las circunstancias para erosionar al gobierno de AMLO.
Miércoles 26 de diciembre de 2018
Con la muerte de estos dos referentes del panismo poblano, el PAN sufrió un duro golpe en su ya menguada posición como partido opositor de derecha, después de la derrota que le propinó el Morena en las elecciones de julio con una abrumadora mayoría a favor de Andrés Manuel López Obrador.
Esta derrota ahondó más la división interna, en medio de la cual el ex presidente Felipe Calderón renunció a ese partido (antes lo había hecho su esposa Margarita Zavala pará contender de manera independiente por la presidencia).
El PAN, al desdibujar su perfil de derecha opositora a todo el gobierno del PRI debido a su alianza electoral con los centroizquierdistas PRD y Movimiento Ciudadano, profundizó su crisis. Por lo que apostó -después de la elección de Marko Cortés como dirigente del partido-, al nombramiento de Rafael Moreno Valle como dirigente de la bancada azul en el Senado, y la reciente y muy cuestionada elección como gobernadora de Puebla de su esposa Martha Erika Alonso, para reorganizar al PAN como oposición al gobierno de López obrador.
Un proyecto que pasaba también por uno más individual, que era el de una política de continuidad en la entidad a través del gobierno de Marta Erika Alonso, e ir posicionando a Moreno Valle como futuro candidato presidencial en el 2024.
Cabe señalar que el gobierno de Moreno Valle (2012-2017) fue caracterizado su política represiva, durante el cual hizo votar en el 2014 la llamada “ley bala” que permitía a la policía disparar balas de goma y usar aparatos eléctricos “no letales” contra manifestaciones. Esa ley que fue apoyada con el apoyo del PAN, PRI, PRD, Nueva Alianza y partidos locales, fue abrogada a dos meses del mismo año -por unanimidad en el Congreso estatal-, al provocar la muerte del menor José Luis Tehuatlie durante el desalojo de una autopista a manos de la policía estatal contra los pobladores de la comunidad de Chalchihuapan.
Una vez fuera de la gubernatura, era fundamental armar el entramado que permitiera a Marta Érika Alonso ganar la presidencia estatal por todos los medios, y reposicionarse dentro de su partido. En base a ese proyecto político, el fallecido político poblano -junto con su esposa y compañera de partido- empezaba a organizar sus fuerzas basado en el poder que le daba estar en la dirección del PAN, así como el estar al frente de la fortaleza que significa la coordinación panista en el Senado desde la que encabezaba la batalla contra el Morena.
La repentina muerte de esta pareja truncó los planes del PAN que buscaba, partiendo de tener el gobierno poblano, fortalecerse apareciendo como una oposición “consecuente” ante el Morena y de AMLO como presidente.
Un acto luctuoso muy politizado que polariza
El homenaje fúnebre público a la gobernadora y al exgobernador poblanos, que estuvo precedido de declaraciones tendenciosas por parte de dirigentes del PAN y del PRD fue usado por la dirección ese partido para exigir justicia, ante un hecho que por sí mismo no lleva necesariamente a pensar en un atentado.
El ex presidente panista Vicente Fox -en el mismo sentido que Javier Lozano, más ligado al PRI que al PAN- insistió en que no fue accidental la caída del helicóptero.
Por su parte, los perredistas Fernando Belauzarán, Jesús Ortega Martínez del PRD y el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles fueron todavía más enfáticos en el sentido. Belauzarán escribió en su Twirter que todavía estaban frescas las declaraciones de AMLO cuestionando la legitimidad de la gobernadora. Y que si la investigación del accidente aéreo es realizada por el encargado de la Procuraduría General de la República, en lo que se termina de conformar la Fiscalía, no será convincente.
En el acto luctuoso en Puebla por Marta Erika Alonso y Rafael Moreno Valle -al día siguiente del fallecimiento de los políticos panistas-, Luis Blank Serrato, Jefe de la Oficina del Gobierno del Estado Puebla y encargado de la ceremonia luctuosa, demandó justicia y esclarecimiento del el accidente aéreo.
Y aprovechando la presencia en el acto de la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, militantes del PAN gritaban durante la intervención de la representante del Gobierno Federal en dicho acto -como si fuera algo espontáneo- consignas como ¡asesinos¡, ¡justicia!, ¡Fuera Morena!
Desde la caída del helicóptero, en las redes sociales se han tratado acusaciones contra el gobierno Federal, mismas que también fueron respondidas por simpatizantes del gobierno alcanzando un nivel de polarización parecido al de las elecciones de julio, solo que con una fuerte acusación al gobierno de AMLO de por medio.
Ante la muerte de la gobernadora, el Secretario de Gobierno Jesús Rodríguez Almeida, queda como encargado del Despacho de Gobierno en tanto convoca a nuevas elecciones para la gubernatura en plazo de tres y cinco meses. Esto, en una entidad dividida y con mayoría del Morena en el Congreso estatal.
Por lo que el acto luctuoso donde se habló de las virtudes de la fallecida Martha Erika Alonso y del ataque que sufrió a manos de candidato del Morena en Puebla y de López Obrador desde la presidencia, parecía tener como objetivo sensibilizar a la opinión pública y borrar de la memoria los serios cuestionamientos al reconocimiento que el TEPJF hizo como triunfadora de la elección.
Por ello, el presidente del PAN, Mark Cortés demanda que no haya nuevas elecciones y que el nuevo gobernador sea nombrado por el PAN, encabezando este partido un gobierno de coalición con los partidos que apoyaron a la fallecida gobernadora.
Con la fuerza que tiene el Morena y su discurso de respeto a la constitucionalidad, ¿Le dará al PAN y a sus aliados para deslegitimar al presidente de la 4ª Transformación?
Mario Caballero
Nació en Veracruz, en 1949. Es fundador del Movimiento de Trabajadores Socialistas de México.