×
×
Red Internacional
lid bot

SIGUE LA TREGUA. La novela de la CGT y el Gobierno no para

El oficialismo dejó trascender que solo pagaría un bono selectivo y de un monto menor al discutido con la central sindical. A su vez esta plantea que el miércoles resolvería si va al paro.

Jueves 6 de octubre de 2016

Otro capítulo más de declaraciones cruzadas se libró entre los voceros del Gobierno nacional y los popes de la CGT.

Por un lado desde el Gobierno salieron a decir que prevén dar un bono de fin de año solo a jubilados, beneficiarios de asignaciones familiares y otros sectores de menores recursos, con un monto que varía entre los 500 a 750 pesos. La CGT había dicho que reclamaba un bono de dos mil pesos. La propuesta del oficialismo, es un monto reducido y selectivo que no alivia para nada los ajustados bolsillos de los trabajadores argentinos.

“Nuestro compromiso tiene que ser con los que menos tienen. Debemos priorizar la asignación de recursos hacia ellos. Pero todavía no hay ninguna definición. Estamos en pleno análisis interno” declaró el jefe de gabinete Marcos Peña.

Ante esto la CGT “dialoguista” y “prudente” declaró, en voz de uno de sus líderes, Juan Carlos Schmid, que "si la oferta del Gobierno no es razonable la semana próxima iremos a una medida de fuerza, la realización de un paro de 24 horas".

En la tarde de ayer desfilaron por la sede de Azopardo los miembros de la mesa directiva y declararon que lo anunciado por Peña es mucho menos de lo que esperan para no ir a un paro nacional. Buscan al menos, algo que les permita salir empatados en la disputa que tendrán que explicar de alguna manera, como un triunfo de la nueva conducción a sus bases.

La exigencia del no pago del impuesto a las ganancias a los salarios de menos de 40 mil pesos va en ese sentido, aunque ya lejano en el horizonte el reclamo de reabrir las paritarias. Por su parte, algunos gremios como Comercio, que habían negociado sus paritarias semestrales, negocian un bono de dos mil pesos a cambio de bajar las aspiraciones de un aumento de un 25 % a un 15%.

Cada día que pasa los salarios valen menos y los ofrecimientos del Gobierno son más miserables. Mientras, los popes sindicales intentan disimular con promesas de paro el carácter mínimo de las demandas que supuestamente proclaman para mostrarse como los que enfrentan el ajuste y que el oficialismo no les otorga ni siquiera para mantener la tregua.