La educación en pandemia dejó al descubierto la crisis educativa, las brechas entre una educación para pobre y otra para ricos, que con la actual crisis sanitaria se profundizó, lo mismo ocurrió con el agobio a las y los docentes que se traspasó también a las familias, donde mayoritariamente las madres suman a las tareas domésticas la atención del teletrabajo de sus hijas e hijos.
Lunes 7 de junio de 2021
Mientras el ministro de educación podría ser premiado por su perseverancia con su llamado a la vuelta a clases presenciales y por su ineptitud por ser incapaz de resolver los problemas que ha traído el teletrabajo, en su última declaración, emplaza a los alcaldes a la vuelta a clases presenciales, que esta vez sí estarían todas las condiciones.
Se escandalizó con los resultados del Diagnóstico Integral del Aprendizaje (DIA), donde estudiantes de enseñanza media no alcanzaron el 60% de los aprendizajes necesarios en 2020 y mostró brechas de rendimiento entre los estudiantes de alta y baja vulnerabilidad. Pero ¿Cuánto ha sido el esfuerzo del gobierno por entregar internet de manera universal, así como los implementos para la conectividad efectiva? es que esta prueba no expresa solamente la educación en un año de pandemia, es una muestra más de esta educación de mercado, de familias trabajadoras que no tienen el mismo acceso a la educación, ni a la cultura ni a los libros ni a la tecnología, porque quieren formarlos como la mano de obra barata de las empresas, que sean sus Uber, sus repartidores de comida, sus recolectores de basura, etc.
Sin duda sería mejor volver a clases sino fuese a costa de arriesgar la vida de estudiantes sus familias y las y los trabajadores de la educación, pero la realidad parece tan porfiada como el ministro, el manejo de la pandemia por parte del gobierno de Piñera ha sido un factor crítico los niveles de contagio no ceden, y la segunda ola no termina de bajar cuando ya comienza un tercer brote de contagios, como muestra el gráfico con las cifras oficiales del gobierno.
Lo mismo ocurre con la ocupación de las camas críticas, donde pese al aumento del número de camas la ocupación de estas sigue avanzando aún más rápido de lo que se desocupan sin hablar del nivel de sobrecarga que viven las y los trabajadores de la salud.
Pero para el Ministro Figueroa lo único que importa son las cifras de subvención es tratar de sacar a los estudiantes de las casas, sin preocuparse de las condiciones sanitarias ni las condiciones de infraestructura en los colegios que es deplorable, no cuentan con las condiciones mínima para volver a retomar las clases, por ejemplo casi uno de cada tres colegios no tiene conexión a internet, equivalente a 2.680 establecimientos, considerando que la modalidad que se a propuesto hasta ahora es híbrida, tampoco hay infraestructura sanitaria.
El proceso constituyente
Hoy estamos en pleno proceso constituyente, luego de un resultado electoral desfavorable para la Derecha y los partidos de los últimos 30 años, con un gobierno debilitado en las encuestas, siendo Figueroa precisamente uno de sus puntos bajos, donde hay una mayoría de representantes que se reivindican a favor de la educación pública, donde los profesores fueron la segunda ocupación más votada, sólo por detrás de los abogados, una situación que expresa la confianza en los docentes en la sociedad, no sólo como parte de la Educación , sino también como protagonistas de importantes movilizaciones que cuestionaron el modelo educativo.
Esto ha generado también confianza en el proceso, pero ¿Será un proceso que pueda romper con las cadenas de esta educación de mercado? ¿Romperá con los límites impuestos por el acuerdo por la Paz? para esto debe chocar con el gobierno y votar por ejemplo en la primera sesión la libertad de las y los presos políticos hoy encarcelados injustamente, debería también responder de igual manera frente a la crisis educativa, la vuelta de la y los colegios al estado, que el conjunto de la educación sea gratuita y no sexista, entre otras demandas como terminar con las decisiones autoritarias dentro de los establecimientos educativos pero sabemos que para esto hay que enfrentar a grupos económicos, que hacen un negocio con esta educación de mercado, inclusive a grandes trasnacionales, y para ello no será suficiente con lo que decida la Convención, será necesario organizar la misma fuerza mostrada en la Rebelión de las Bases, el Paro contra la Carrera Docente y la Rebelión de 2019, movilizar ampliamente a los trabajadores de la educación junto a otros sectores, exigiendo al Colegio de Profesores que se ponga a la cabeza
¿Qué hacer ante la vuelta a clases y la crisis educativa en pandemia?
Si bien el Colegio de Profesores a nivel nacional ha venido rechazando la vuelta a clases, también hace un par de días sacó una carta enunciando el problema del agobio, pero hace falta que convoque y que haga propuestas para organizar realmente cómo enfrentar toda esta crisis educativa desde las escuelas liceos etc.
Lo primero es que para decidir la vuelta a clases no puede ser unilateral por parte del ministro, por el contrario, debe ser una decisión de comités de higiene y seguridad donde profesionales de la salud, epidemiólogos, junto con las y los trabajadores de la educación, apoderados y sus familias quienes deben decidir. hasta ahora el consenso parece ser una vuelta debiese ser en fase 4, pero el gobierno no tiene si quiere una mínima transparencia en cuanto a la mesa de expertos.
Por otra parte, las condiciones actuales de conectividad deberían estar aseguradas, es decir internet en todos los hogares e implementos para la conectividad, tablet, notebook, etc. También en los hogares las condiciones de las familias están golpeadas por la pandemia, tanto material como emocionalmente, es necesario un apoyo en infraestructura para los hogares y reforzar todo el apoyo psicosocial hacia las familias, así como asegurar el sustento con un sueldo universal de emergencia, porque con hambre no hay educación.
También es urgente terminar con el agobio para las familias para las y los profesores, en este sentido, hace unos días se presentó un proyecto para aplicar algo tan mínimo como el derecho a la desconexión por al menos 12 horas continuas; una reducción de la hora pedagógica remota a 30 minutos; que se implementen pausas pedagógicas en la modalidad a distancia para destinar tiempo la evaluación de aprendizajes y atención de estudiantes y apoderados; e impulsar protocolos de grabación de clases remotas, que resguarden los derechos de todas las personas que integren la comunidad educativa. Es que muchos de las y los trabajadores de la educación trabajan de forma continua frente al computador, en una encuesta de fin de año pasado reveló que un 84,5% de los profesores sufre un alto desgaste emocional.
Es necesario terminar con esta educación al servicio del mercado, de que las decisiones en los lugares de trabajo se tomen de forma democrática por sus estamentos, de terminar con esta división entre una educación para ricos y otra para pobres, para terminar con esta brecha educativa se debe invertir más en educación de forma directa, tocar los negocios de las telecomunicaciones y tecnológicos para entregar conectividad, enfrentar la crisis social y emocional que hoy se vive en los hogares, esto no lo lograremos solamente las y los trabajadores de la educación, debemos unirnos, junto a los demás trabajadores, apoderados y estudiantes, y exigir que el Colegio de Profesores se ponga a la altura de pasar de las críticas a enfrentar esta crisis educativa, a este ministro criminal y el proceso constituyente, poniendo en pie comités de acción, como el de la Escuela Cariola de Antofagasta que votó una campaña por la libertad de todos los presos de la Rebelión, que permitan a las bases discutir, decidir, organizarse y movilizarse por los cambios que consideramos urgentes.