Reproducimos este texto que nos hizo llegar Josué N. De la Vega Morales, integrante de la organización Bloque Popular.
Domingo 20 de febrero de 2022
1.- Bajo el manto de la llamada política de “Austeridad Republicana” que impulsa el gobierno de AMLO se esconde la precarización laboral de los trabajadores en los tres niveles gubernamentales y organismos descentralizados. De nadie es desconocido que desde los inicios de la política neoliberal se adujo como principales responsables de la crisis económica del capitalismo, el gasto público y los salarios. Visión que sigue predominando. ¡Luchemos contra la pauperización de las condiciones de vida y trabajo¡
2.- Cuando llegó el recorte del sector público con ello la desincorporación de grandes empresas y reducción de la administración pública, disminuyendo el número de trabajadores, sus ingresos y sus prestaciones, que, por cierto, es bandera central del gobierno de Indira Vizcaíno, actual gobernadora. Para evitar protestas se fomentó, desde arriba, desde el gobierno federal, una mayor corrupción y control político en las dirigencias sindical charras y blancas. Las universidades públicas sufrieron desde el principio el congelamiento de su presupuesto para enseguida reducirles sus ingresos reales.
3.- La ofensiva, en principio, se dirigió contra los estudiantes al establecerse aranceles e introducir al mercado los servicios que presta. Los sindicatos independientes y combativos de las instituciones educativas fueron, unos cercenados, otros, su dirección fue destituida y unos más, integrados al régimen por la vía de la corrupción y otros, los propatronales, fueron mantenidos.
4.- El caso de la Universidad de Colima, al aceptar su participación en el plan piloto de reestructuración educativa universitaria llevado por la SEP en los noventa, recibió montos millonarios para ampliar y modificar su infraestructura e hizo multimillonarios a muchas altas autoridades, mismas que no pasarían una auditoria seria.
5.- Durante largo tiempo se tuvo un contrato colectivo (CCT), desde sus inicios hasta la década de los noventa, en que las prestaciones eran casi las mismas que señala la Ley Federal del Trabajo (LFT). Al iniciarse, en los años noventa y parte del dos mil, el proceso de homogeneización de la normativa y de prestaciones y salarios a nivel nacional, el SUTUC contó con dos direcciones sindicales de conciliación que catalizaron mejoras en el contrato colectivo del empleado Universitario de Colima. Hoy, sin embargo, llega a su fin bajo un gobierno federal que se auto-nombra paladín de los pobres y antineoliberal; la ofensiva contra el CCT, quizá, inicia en el eslabón más sumiso de la cadena de universidades, la de Colima. La acción aprovecha la legitimidad que tiene en amplios sectores beneficiados por los programas sociales y por el carisma del titular del ejecutivo, y respaldado en una dirección sindical ilegitima, autoritaria y patronal, como agente político del estado que es, en el caso de Colima, el SUTUC.
6.- El líder sindical blanco-patronal de ese sindicato, Luis Enrique Zamorano, hizo del conocimiento que el 4 de febrero, en Asamblea General, fueron aprobados el incremento salarial de 3.5 y el nuevo CCT, señalando que, conforme a las nuevas disposiciones laborales, falta la Consulta Universal a los trabajadores sindicalizados para que, por voto universal, directo y secreto determinen la aprobación o el rechazo de cada una. ¡Votemos contra el CCT!
7.- La Asamblea Delegacional que hubo de realizarse no tuvo como propósito central conocer y discutir el proyecto del CCT para que quien saliera electo como delegado sindical llevara el mandato de sus representados a la Asamblea General. En una franca actitud autoritaria, se evitó, por todos los medios, una discusión seria que involucrara al conjunto de trabajadores sindicalizados, con el propósito de evitar cualquier resistencia contra el ataque a los principios fundamentales, de unidad sindical, solidaridad y defensa de los derechos conquistados.
8.- En una actitud abiertamente antisindical por ir contra intereses de los trabajadores, como la solidaridad; el CCT puesto a consideración y aprobado por la Asamblea General, hace suya la propuesta patronal de división de los trabajadores al dejar fuera del disfrute de derechos a aquellos quienes fueron contratados a partir de enero de 2022 (Cláusula 8). De aprobarse el CCT, como estamos seguros que sucederá, los trabajadores contratados a partir de enero de 2022 están en plena libertad de buscar una nueva representación sindical. Al dejarlos al margen están en el interregno de formar nueva organización sindical, previa renuncia al SUTUC, abstenerse de pagar cuota sindical y decidirse a luchar para obtener la titularidad de un nuevo contrato colectivo de trabajo y un nuevo sindicato que contenga y defienda sus derechos laborales. ¡Por un nuevo CCT! ¡A formar una nueva organización sindical!
9.- El traidor Luis Zamorano justifica su nefasta conducta diciendo que su propuesta tuvo que ver por la atención que hizo de la política de austeridad del gobierno de México, olvida el pseudo representante que, por arriba de los intereses de los trabajadores no hay interés ni orden que valga. Olvida que, primero están los interés de los trabajadores. Con la complacencia del Comité Central sindical se violenta entonces la autonomía sindical y autonomía universitaria al aceptar la intervención de factores externos –en este caso gubernamental- en la comunidad universitaria y sindical, violentando los principios de autonomía, independencia y solidaridad.
10.- El CCT además de violar derechos básicos está impregnado de xenofobia al establecer en su cláusula 39 que el trabajador de la UdeC deberá ser de nacionalidad mexicana, contraviniendo a la misma Constitución de la República en su Artículo 2, que a la letra dice:
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en la Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
11.- Ante la falta de memoria histórica, quienes elaboraron, firmaron y aprueben el CCT niegan el aporte que extranjeros han dado a la Universidad de Colima y a muchas otras instituciones de educación superior en nuestro país. Por poner unos ejemplos, la formación de la Facultad de Ciencias no hubiera sido posible sin el apoyo de profesores extranjeros que ahí laboran. La formación del Centro Universitario de Investigación Social (CUIS) fue formado por un profesor de origen salvadoreño españoles han fortalecido el cuadro académico de la Facultad de Psicología, mientras españoles, chinos, japoneses y coreanos a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, belgas y demás a la Facultad de Lenguas. Podríamos seguir mencionando otros más. Es necesario recordar que la Ciencia no tiene raza ni nacionalidad. Esperamos que la Comisión Estatal de Derechos Humanos intervenga para impedir que el CCT violente derechos, y los trabajadores impidamos votando en contra el CCT. La UdeC no debe ser sea ejemplo de discriminación. ¡Digamos no a la xenofobia, Votemos contra el CCT!
12.- Además de antisolidario y xenofóbico, lo patronal del CCT queda evidenciada en varias cláusulas, como la de ingreso, contratación y permanencia del personal académico, sin olvidar el caso del FOSAP. Una de las luchas más importantes que la organización sindical ha dado en toda su existencia y que la llevó a pararse de frente a la patronal a exigir respeto de sus recursos financiero fue, precisamente, la defensa del FOSAP.
13.- El CCT que se busca sea aprobado no introduce cláusula alguna que obligue a la autoridad universitaria y al Consejo Técnico del FOSAP a presentar públicamente y de manera mensual un informe financiero para que los trabajadores realicen los comentarios y correcciones que sean necesarios. Se continúa otorgando discrecionalidad a la autoridad universitaria en manejo de los recursos, ante eso, los trabajadores deben de impedirlo. ¡Exijamos informe mensual del FOSAP!
14.- Lo que sucede en la Universidad de Colima de pauperizar más el trabajo, es muy probable que sea extendida al resto de las instituciones públicas de educación superior. Por lo señalado, el día y hora en que los trabajadores universitarios sean convocados para votar el Contrato Colectivo deben mostrar su disposición a solidarizarse con sus hermanos de clase; hoy por ellos, mañana por nuestros hijos, amigos y familiares. ¡La cláusula 8 no pasará! La unidad hace la fuerza, si hoy lo permitimos, mañana irán también contra nosotros. Por eso nuestro lema de lucha es: ¡todos los derechos a todos ¡Unidos y Unidas, Venceremos!