Un grupo de parlamentarios opositores anunciaron un juicio político (acusación constitucional) en contra del ministro de Educación de Chile, Marco Antonio Ávila, por la difusión de una “guía de sexualidad afectiva”. El verdadero objetivo es evitar la Educación Sexual Integral.
Martes 6 de junio de 2023 09:34
El juicio políitco contra el ministro de Educación chileno, Rodrigo Ávila, se aunció la semana pasada. A la medida impulsada en un inicio por el Partido Social Cristiano se le plegó en los últimos días casi toda la oposición. Esta acusación constitucional se lleva adelante por la difusión de una “guía de sexualidad afectiva” pero tiene como principal objetivo avanzar contra la implementación plena de la Educación Sexual Integral (ESI) en todos los niveles educativos.
Para que la acusación sea aprobada en la Cámara de Diputados se requieren 78 votos, por lo que el resultado dependerá también del comportamiento de otros grupos no alineados ni con el oficialismo ni con la oposición.
La acusación constitucional surge a raíz de una guía de ejercicios elaborada por el Ministerio de Educación para abordar la ESI en el nivel primario. La guía contiene actividades para trabajar con los estudiantes temas como el cuidado del cuerpo, la identidad de género, la diversidad sexual, la prevención de la violencia y el abuso, el respeto a los derechos humanos y la igualdad de género.
La derecha considera que la guía contiene contenidos inapropiados para la edad de los niños y niñas, que atentan contra sus valores morales y religiosos. Por eso, acusa al ministro Ávila de vulnerar la libertad de enseñanza y el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos.
Con los mismos argumentos de los grupos conservadores alrededor del mundo, la diputada Francesca Muñoz que promueve la iniciativa junto al Partido Social Cristiano dijo “Vamos a presentar una acusación constitucional contra el ministro de Educación, Marco Ávila, por haber infringido nuestra Constitución, específicamente, el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos”. En su opinión, "se está confundiendo la identidad sexual de los niños" y se han "dejado fuera a los padres que no comparten estas ideologías".
La guía del Ministerio de Educación llamada “Orientaciones para la inclusión de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex en el sistema educativo chileno”, que incluye dinámicas para niños de preescolar y estudiantes de primaria, se presentó en el año 2017, durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet (2014-2018) y fue actualizada por la cartera de Educación el 17 mayo.
Antes de ese anuncio, otro grupo de parlamentarios de oposición integrantes de la coalición de derecha Chile Vamos y el ultraderechista Partido Republicano habían anunciado una interpelación en el Congreso en contra de Ávila por esa misma razón: "No compartimos en absoluto que la educación sexual sea la prioridad de este ministerio”, dijo el diputado Sergio Bobadilla de la coalición conservadora.
¿Qué es la ESI?
La ESI es un enfoque pedagógico que busca brindar información científica, veraz y oportuna sobre la sexualidad humana, el cuidado del cuerpo, la prevención de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, el respeto a la diversidad sexual y de género, la prevención y denuncia de la violencia machista y el abuso sexual, entre otros temas. La ESI se basa en los derechos humanos y busca promover una cultura de igualdad, autonomía y convivencia democrática desde los establecimientos de educación.
Sin embargo, para la derecha conservadora y reaccionaria, la ESI es una amenaza a sus valores morales y religiosos, que pretenden imponer al conjunto de la sociedad. Por eso, han lanzado una campaña de desinformación y miedo, acusando al ministro Ávila de querer “adoctrinar” a los niños y niñas con una “ideología de género” que atenta contra la familia tradicional y la vida.
Esta acusación constitucional es más que un intento de golpear al gobierno por medio del ministro de Educación. Es también, y sobre todo, un ataque a los derechos sexuales y reproductivos de millones de personas, especialmente de las mujeres y las disidencias sexuales, que históricamente han sido oprimidas y discriminadas por el patriarcado y el capitalismo.
La derecha, por medio de ésta acusación constitucional, pretende, como decíamos anteriormente, no solo golpear al gobierno, sino que de salir victoriosos, marcar un precedente contra la política de Educación Sexual Integral. El usar la libertad de enseñanza para atacar los derechos sexuales y reproductivos desde la derecha no es más que hipocresía.
El gobierno, probablemente, echará mano de recursos institucionales para enfrascarse en esa discusión sin que pueda garantizar su éxito. Al igual que en todo el mundo, la reglamentación de derechos o su aprobación parlamentaria no implica que éstas se vayan a llevar adelante en tiempo y forma. Cada conquista en el campo de la ampliación de derechos no solo se gana sino que se debe defender y garantizar con la organización y movilización en las calles. Esto es algo que lo vemos hoy en día en todo el mundo, sobre todo ante el avance cada vez más ofensivo de la derecha conservadora.