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Opinión. La participación de la OTAN en Malvinas y la ilusión del imperialismo antiimperialista

La OTAN participó en la guerra del lado inglés, los invasores. Y lo hizo a pesar de las ilusiones del gobierno argentino sobre la neutralidad - e incluso la ayuda - norteamericana. Un relato sobre "libertad" que continuaron abonando los gobiernos posteriores a la dictadura, mientras se integran en la órbita norteamericana.

José Muralla

José Muralla @murayeando

Sábado 2 de abril de 2022 23:30

La bandera de la OTAN y sus soldados, en Malvinas

El 2 de abril de 1982 tropas argentinas ocuparon las Malvinas. La más que justa pelea por la soberanía sobre las Islas contra el Imperio británico fue utilizada por los militares para generar un sentimiento de unidad nacional qué tapara la crisis en qué se encontraba la dictadura.

La conducción de la guerra por parte del gobierno de facto demostró ser una completa aventura con pésimos errores de cálculo, entre ellos el rol que jugarían los Estados Unidos. Galtieri suponía qué el país del norte aplicaría la doctrina Monroe de “América para los americanos”, y respetaría el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, un pacto defensivo de todos los países del continente que se defenderían mutuamente ante el ataque de otro país. Pero los acuerdos estratégicos en la OTAN fueron mucho más fuertes que las ilusiones del gobierno de facto, que apostó a la neutralidad yanki.

Cuando empezó la Guerra, la OTAN se puso enseguida del lado británico. Lo hizo porque Inglaterra era miembro y, según el acuerdo histórico, si un país que forma parte de esta organización se siente agredido militarmente, el resto debe salir en su defensa.

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Esto fue así desde su surgimiento en el año 1949, cuando empezó la Guerra Fría, porque se formó como una alianza militar de los países capitalistas más poderosos contra posibles agresiones o avances territoriales de la Unión Soviética a alguno de ellos.

En el caso de Malvinas nadie podría decir que los militares eran pro soviéticos, sin embargo, la OTAN intervinó igual porque no podían permitir que un país dependiente como el nuestro pueda llegar a derrotar a una potencia mundial y marítima como era Inglaterra.

Además siempre consideraron a las Islas como un enclave, un centro de control/vigilancia de todo el corredor del Atlántico Sur; además claro de todos los recursos marítimos y del extractivismo de petróleo en la zona. La ubicación de las islas las hace muy deseables, porque pueden ser un centro de abastecimiento de armas y combustible. De hecho aún hoy existe una base de la OTAN en las islas, la más austral del mundo. Y es que las islas no sólo implican recursos económicos, sino también geopolíticos: esta base militar es una importante trinchera para controlar la región.

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La ayuda de la OTAN en la guerra fue de todo tipo. Francia dejó de venderle armas a Argentina y hasta boicoteó la entrega de armamento ya pago. También adiestró a pilotos ingleses con los aviones de origen francés que usaban los argentinos, para que conozcan las maniobras. España, la “madre patria” (como ex-territorios coloniales españoles, las Malvinas corresponden a Argentina) 3 días antes del inicio de la guerra, fue aceptado luego de mucho tiempo de espera, como miembro de la OTAN.

Pero lo que fue determinante fue el papel de Estados Unidos los militares argentinos pensaron que se iba a mantener neutral, que la subordinación política, económica y hasta militar que tenían con este país iba a torcer la balanza a su favor. Después de todo, el gobierno de facto había hasta torturado y desaparecido a sus propios compatriotas para favorecer los intereses norteamericanos, y esperaba una devolución de favores. Pero como se ha visto siempre en la Historia, incluida la Historia reciente de los pactos con el FMI, la mayor sumisión voluntaria no redunda en devolución de favores, sino en mayor sumisión, ¡si total es gratis!

La participación de la OTAN en el bando inglés fue determinante en el desenlace de la guerra ¿cómo? Le dio a Inglaterra nuevas vías de comunicación satelital para facilitar el envío de información. Le prestó la base naval de la Isla Ascensión, clave para la logística y abastecimiento de las fuerzas inglesas. Sin esta isla, hubiesen estado muy complicados para el combate. También otra base en la Isla Azores. Le entregó misiles Sidewinder y antirradar Shrike. Y también reemplazó a los soldados ingleses en otras operaciones de la OTAN, para que pueda usar todas sus fuerzas en Malvinas.

Por eso, cuando veamos en la tele y redes que la OTAN quiere intervenir en una guerra como la de Ucrania o invade territorios por el supuesto bien de la humanidad y la libertad, recordemos que como se vio en Malvinas -donde hoy tiene su base militar más al sur, - su función real es que unos pocos países controlen política y militarmente gran parte del planeta.

Sobre la confianza actual en el imperio para “defender la soberanía”

Con el comienzo de la invasión rusa a Ucrania hubo diferentes declaraciones de diferentes sectores del gobierno argentino, desde los que apoyaban a Rusia a los que condenaban la guerra en general y los que como Sergio Massa eran simples voceros de la embajada norteamericana.

Pero desde la Casa Blanca levantaron el teléfono y el gobierno argentino se ubicó rápidamente del lado de la otan esperando la devolución de favores en las negociaciones con el FMI.

Algo similar hizo la vicepresidenta de la nación Cristina Fernández de Kirchner buscando apoyo de la embajada norteamericana para su proyecto de quitarle un 20% de lo fugado a los estafadores (blanqueando el 80% restante de los capitales) para dárselo a los fugadores y estafadores del FMI.

Los reclamos actuales de soberanía nacional sobre Malvinas no pasan de algunas tibias declaraciones, puesto qué - al igual que hiciera la dictadura - nunca se tocaron los intereses materiales del imperialismo británico.

Tibias declaraciones que realizan los mismos que en un acuerdo entre el Frente de todos y Juntos por el cambio en el Congreso Nacional entregaron la soberanía nacional al FMI para qué digite todas las políticas económicas de la Argentina, descargando un ajuste contra el pueblo trabajador.

Cómo dijera el revolucionario argentino-cubano Ernesto Che Guevara, “no se puede confiar ni tantito así en el imperialismo”. La autodeterminación de las naciones sólo podrá ser obra de la clase trabajadora de cada país en Unidad internacional con sus hermanos de clase de cada nación. Los relatos de un FMI “bueno”, son tan falaces como los que sostiene que la OTAN es un instrumento de libertad.

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José Muralla

Nació en Arenales (BA) en 1984. Es licenciado y profesor en Ciencia Política (UBA). Trabaja como docente de nivel medio en CABA y La Matanza. Desde 2007 milita en el PTS. Vive en Lomas del mirador y es parte del staff de La Izquierda Diario de la Zona Oeste del GBA.

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