Fue en el marco de la reunión del Consejo de la Región Norte Grande, que agrupa a las provincias del NEA y NOA del país. En el encuentro estuvieron presentes Manzur, Wado de Pedro y también los gobernadores radicales Gerardo Morales y Gustavo Valdés. El debate de fondo es como administrar el ajuste que se busca acordar con el FMI.
Viernes 11 de febrero de 2022 17:56
La pelea por los subsidios que recibe la Ciudad de Buenos Aires para el transporte traspasó las fronteras de la capital del país. Este viernes fue a localizarse miles de kilómetros al norte, a Puerto Iguazú. Allí tuvo lugar una reunión del Consejo de la Región Norte Grande, que agrupa a las provincias del NEA y NOA argentino.
En el marco de anuncios de obras y algunas inversiones, los gobernadores peronistas de la región aprovecharon para poner en discusión el tema de los subsidios al transporte. Aquí, como es sabido, existe una marcada diferencia entre los subsidios destinados al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y los que llegan a las administraciones provinciales. En ese marco, uno de los mandatarios presentes recordó que el boleto de colectivo en el interior está en un promedio de $ 50 pesos mientras que en AMBA y CABA está en $18 el monto mínimo.
La cifra, sin embargo, tampoco da cuenta de la diferencia en cuanto a valor del boleto. En la última semana se conocieron aumentos de tarifas en Rosario y Córdoba, que llevaron el valor del pasaje a casi $ 60. Una cifra que representa más del triple de lo que se abona en la capital del país. Bajo esa diferencia levantan bandera los gobernadores del interior.
Sin embargo, lo que está en discusión es como distribuir los costos del ajuste que se está intentando acordar con el FMI. La reducción de los subsidios al transporte aparece como uno de los problemas nodales de la política destinada a reducir el llamado déficit fiscal, exigencia esencial por parte del organismo financiero internacional.
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Salvo verbalmente, ninguna fuerza política capitalista cuestiona ese ajuste. Por el contrario, todos avanzan en la discusión de cómo administrar el mismo y sobre qué sectores descargarlo. Es urgente una respuesta activa, en las calles y con medidas de lucha. Un camino que se empieza a desarrollar a partir de las masivas movilizaciones que vienen realizando más de 200 organizaciones, entre ellas las que participan del Frente de Izquierda Unidad.
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La clase trabajadora y el pueblo pobre deben enfrentar los tarifazos y todas las medidas de ajuste que implique el acuerdo con el Fondo Monetario. Las organizaciones sindicales que rechazan el ajuste deben romper la tregua que sostienen con el Gobierno y llamar a movilizarse en el camino de una huelga general que derrote el plan de ajuste.
