Según las cifras del sitio web de la Iglesia católica, los matrimonios llegaron a su nivel más bajo desde el año 2001, disminuyendo en un 43,29%. Una pérdida de legitimidad que encuentra causa en diversos factores.
Martes 31 de enero de 2017
Si en 2001 hubo 28.644 matrimonios católicos, en 2014 fueron 16.244; lo que en cifras representa una disminución de un 43,29% de estos. Por otra parte, las nupcias totales en Chile, en los mismos años, aumentaron de 65.094 a 67.037, un alza de un 3%. Además de estos datos, la encuesta Adimark 2014 reveló que solo un 37,4% de los chilenos están casados y la cantidad de personas que se casan por la iglesia es menor aun.
En esta misma línea, los matrimonios civiles llegaron a su nivel más bajo desde la década de los 90 en 2004, justamente el año en que se promulga la Ley de Divorcio.
Los matrimonios católicos bajaron abruptamente de 28.644 a 19.855 en 2004 con una tendencia al descenso, mientras que en los civiles se registró un repunte a partir de ese año producto de un aumento de matrimonios en personas por sobre los 35, además del aumento de los segundos matrimonios.
La pérdida de confianza en la institución católica
Las razones que pueden explicar el fenómeno de la baja en la tasa de matrimonios, podrían tener relación con distintos factores, algunos vinculados entre sí.
Por una parte, la crisis por los casos de pedofilia al interior de la Iglesia Católica, en Chile y a nivel internacional, han calado en las creencias de quienes se consideran católicos en sus distintos niveles. El encubrimiento de los casos y de los mismos pedófilos al interior de las instituciones ha generado que un sector de creyentes se distancie, no tanto con la religión, sino más bien, de las instituciones que predican el catolicismo y sus valores. Alejamiento y desconfianza con estas instituciones que han repercutido en la pérdida del valor y legitimidad del matrimonio como tal.
Por otro lado, el crecimiento de la Iglesia evangélica también ha sido un factor en los resultados, al respecto, la encuesta Bicentenario UC-Adimark señaló que esta pasó de un 14% en 2006 a un 18% en 2014, a pesar de significar un crecimiento muy moderado. Otros datos entregados por la encuesta Cadem del año 2015 y la Adimarck Bicentenario UC-Adimark 2016, demostraron que solo un 18% y un 22% -respectivamente- de las personas encuestadas tienen “mucha o bastante confianza” en la Iglesia Católica.
Se suma a esto que el concepto de “familia” en Chile, a pesar del persistente actuar de la iglesia, en complicidad con los sectores más conservadores del Parlamento, -quienes buscan imponer su propia moral en las leyes, poniendo topes o moderándolas, como la ley de divorcio, ley matrimonio igualitario, entre otras- ha perdido legitimación por un sector amplio de la población.
Sin duda, ocurre una crisis al interior de la Iglesia Católica que puso en juego su capacidad y legitimidad de imponer su propia moral por sobre la realidad de las familias que hoy se caracterizan en Chile y en el mundo por su diversidad de composiciones y de formas de relacionarse. Estas van cambiando según las condiciones de existencia en los diversos lugares y a través del tiempo.
De conjunto una pérdida de legitimidad que va de la mano con un aumento de cuestionamientos a la “esencia” del matrimonio en la actualidad, o incluso a la concepción del amor romántico que dura para toda la vida. Hoy para muchos sectores la vieja noción, más bien ortodoxa del matrimonio, ha quedado atrás, pasando a percibirse como un contrato. Esto, sumado a una crítica hacia la estrecha relación entre la Iglesia y el Estado como parte fundamental del sostenimiento del régimen establecido, que utiliza al patriarcado para validar un único modelo de familia existente y de las relaciones en su interior para asegurar el correcto funcionamiento del sistema capitalista.