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Red Internacional
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Opinión. La policía de Salta recluta a las infancias para transmitirles "valores"

El Ministerio de Seguridad y Justicia dejó inaugurado el XXXII período lectivo de los “Cuerpos Infantiles de la Policía de Salta”, donde asisten alrededor de 10.000 infancias y adolescencias de entre 6 y 13 años. La política del gobierno para las niñeces en situación de pobreza, o te haces policía o sos explotado en las fincas o el bagayeo.

Lunes 27 de marzo de 2023

En el marco de las acciones coordinadas que se desarrollan entre el Plan de Desarrollo Territorial dependiente del Ministerio de Gobierno, Seguridad y Derechos Humanos, y la Policía de la Provincia; el Ministerio de Seguridad y Justicia, el pasado 22 de marzo, dejó inaugurado el XXXII período lectivo de los Cuerpos Infantiles de la Policía de Salta.

Actualmente la provincia cuenta con 278 cuerpos infantiles en las 6 Unidades Regionales de toda la provincia donde asisten alrededor de 10 mil niños y niñas entre 6 y 13 años.

¿Cuándo se creó y quienes sostienen este reclutamiento?

En primer lugar, tenemos que saber que la creación de cuerpos de policía infantil no es algo nuevo en nuestro país. Chubut, Misiones, Catamarca, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Jujuy, Mendoza y Santa Fe són algunas provincias donde con distintas maniobras y discusiones mediante han querido legitimar el ingreso el ingreso de niños a la gendarmería y/o la policía infantil.

En la provincia de Salta los primeros fueron creados en 1990, por el entonces jefe de la comisaría 4ª de la ciudad de Salta, comisario principal Roberto Manuel Miranda. Para estas fechas, la Provincia de Salta era gobernada por el Partido Justicialista y el gobernador era el señor Hernán Cornejo Barni. Pero en los últimos años se multiplicaron por todo el territorio provincial. Históricamente estuvieron dirigidos a varones, pero desde fines de 2007, hay también cuerpos infantiles policiales femeninos. El primero para niñas se creó en la ciudad de Güemes, a una media hora de auto de la capital: donde asisten niñas de 6 a 16 años.

Desde que se creó este reclutamiento, son cuatro los gobernadores que lo sostienen como parte de su política para las “infancias y adolescencias”: un oficial retirado de la Armada Argentina; Roberto Augusto Ulloa, un empresario neoconservador: Juan Carlos Romero,
un militante del ala nacional católica del peronismo; Juan Manuel Urtubey el presidente del PJ local, quien gobernó la provincia durante 12 años, dejó una situación brutal y Gustavo Sáenz, quien hace semanas abrió las sesiones legislativas de la provincia con un discurso de gestión para las “200” grandes familias de Salta y promesas incumplidas para el pueblo trabajador..

Todos ellos no solo que han invertido recursos económicos para su sostenimiento, si no que han sido unos militantes fervientes a que este tipo de organización se expanda por toda la provincia, como así también han promovido la instrumentalización de las infancias con fines políticos para el gobierno de turno, a través del clásico desfile en los actos partidarios, entre otros ejemplos.

¿Sobre qué fundamentos se sostiene esto?

Es clarificador el contenido de la Resolución N º 546/90 que dio vida a la Policía de cuerpos Infantiles en Salta : “Su misión es incorporar a la niñez como participante activa en la acción preventiva policial, persuadiéndola al rechazo y apartamiento de conductas antisociales y delictivas, creando un ambiente adecuado a fin de que el niño a medida que avance en edad y conocimiento vaya descubriendo los auténticos valores de la vida y comprendiendo la importancia de la función policial en el mantenimiento de la paz social”.

La relación entre las clásicas concepciones de familia tradicional, valores, patria; nacionalismo y catolicismo, constituye un soporte esencial para la vigencia de ideologías profundamente conservadoras. Como vemos, este proyecto tiene como matriz de origen la pretensión y necesidad de buscar legitimación social de las fuerzas, las cuales estaban bastante deslegitimadas por su participación en los crímenes durante la dictadura y los casos de gatillo fácil, donde los jóvenes en situación de pobreza resultan ser las víctimas.

Pero además de esto. Sumar a los niños y niñas de las familias más pobres con la idea de transmitirles los valores “ disciplinarios” de las fuerzas”, “cuerpo infantil policial” (como se los denomina) implica pensar a las infancias como sujetos inferiores, a quienes hay que “intervenirlos” para que no se “desvíen”. Una mirada adultocentrista, que busca lograr un sujeto obediente que acate ordenes, y naturalice la situación de pobreza a la que obligan a vivir a todo el pueblo salteño porque gobiernan y gobernaron para los empresarios.

¿Elección individual ?

Hablamos de una provincia donde en el año 2023 el agua se lleva en camiones cisterna o tractores en varias ciudades, porque ningún gobierno invirtió un peso para revertir esto.
Donde su gobernador, Gustavo Sáenz un ferviente militante contra la Ley de Humedales, defensor acérrimo del extractivismo del litio, que busca rediscutir las categorizaciones de la Ley de Bosques para permitir el avance de la deforestación en la provincia.

Él está más interesado en gestionar las ganancias de las 200 familias que son dueñas del casi 80% del territorio salteño, propietarios vinculados a la política como los Romero, Urtubey, Olmedo, Britos, que garantizar los derechos básicos y elementales de las familias trabajadoras del campo y de la ciudad.

Si niños, niñas y adolescentes son inscritos en esta institución policial es porque esas familias no tienen otras opciones de acceso al deporte, las artes y el juego para sus hijos. No es novedad que frente a la precariedad de las condiciones de vida y laborales y ante la falta de espacios de recreación y esparcimiento para las infancias y adolescencias en la provincia, inscribir a sus hijos en la ´policía constituye para estas familias en una de las pocas oportunidades para evitar la explotación en las fincas y el bagayeo.

Entonces, no hay elección individual, Hay un reclutamiento que a su vez trata de forjar la clásica asociación entre “pobreza y delincuencia”, donde el miedo y el rechazo tiene cara de “chango pobre”.