En el mes de octubre la Concejalía de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid ha remitido a la Delegación del Gobierno en Madrid todas las multas interpuestas por la Policía Municipal desde la entrada en vigor de la Ley Mordaza.
Sábado 31 de octubre de 2015
Foto: Madrid.es
La ley de Seguridad Ciudadana entró en vigor el pasado 1 de julio junto a una reforma del código penal, la conocida como Reforma de Gallardón, antiguo ministro de justicia, las cuales han generado una fuerte repulsa por parte de la mayoría de la sociedad así como de un gran número de organizaciones, desde ONGs a partidos políticos.
El ayuntamiento ‘duda’ a quién le correspondía imponer las cuantías y cobrar las sanciones de las multas recogidas en la ley mordaza y cree que no tienen competencias para tramitar estas sanciones, por lo que han remitido las sanciones a la Delegación de Gobierno para que sea desde donde se ejecuten.
Ante esto, la delegación ha devuelto las sanciones al consistorio con un escrito en el que les recuerda que el Ayuntamiento es el competente para imponer las denuncias y cobrar las sanciones de la ley mordaza impuestas por la policía municipal.
Tras este ir y venir de sanciones, y al ser finalmente devueltas por la propia Delegación, finalmente el Ayuntamiento ha comenzado a tramitarlas.
Entre las sanciones que el consistorio remitió a la Delegación de Gobierno se encuentran las levantadas por la policía municipal por consumo o tenencia de droga en la vía pública y el consumo de bebidas alcohólicas en la calle o en transportes públicos.
Para estas denuncias la policía municipal de Madrid pude acogerse a la propia ley Mordaza o a otras como la llamada ley antidroga de la Comunidad de Madrid, que regulan este tipo de acciones. Unas leyes represivas que se ceban fuertemente con la juventud y sus derechos a divertirse.
Policía Municipal y represión contra la juventud
Los distintos cuerpos represivos del estado tienen con la ley mordaza una nueva herramienta para seguir reprimiendo a la juventud, inmigrantes y luchadores. Hoy las distintas policías municipales aplican esta ley descargando la represión especialmente contra la juventud e inmigrantes.
En las diferentes ciudades de todo el Estado, son las policías municipales, las llamadas “fuerzas de proximidad”, las que primero están hostigando a los jóvenes, a los inmigrantes y a los lugares comunitarios como centros sociales.
En el barrio madrileño de Lavapies, por ejemplo, es usual presenciar verdaderas redadas contra inmigrantes, donde los policías municipales cumplen una función clave. Lo mismo ocurre contra los botellones de la juventud, o si un grupo de jóvenes está consumiendo marihuana.
Este hostigamiento ya sucedía con las anteriores leyes pero con la Ley de Seguridad Ciudadana se ha acrecentado y se fueron extendiendo las sanciones.
No hemos visto a los ayuntamientos ‘del cambio’, como el regido por Manuela Carmena, enfrentar en los hechos (no solo en las palabras) y dejar de aplicar estas leyes represivas contra la juventud, inmigrantes y trabajadores. Por el contrario, la policía municipal que depende del Ayuntamiento madrileño sigue aplicando estas las leyes. La ciudad “del cambio” mucho no ha cambiado en este aspecto.
La Ley Mordaza y la reforma del Código Penal son las que dan ‘cobertura legal’ al ataque continuado contra la juventud y los inmigrantes. Una escala represiva que va in crescendo desde el 15M en adelante. Una ley que además de criminalizar a los luchadores, también dirige la represión a otros muchos ámbitos de la vida de los jóvenes. Día a día los jóvenes de ciudades como madrid ven como la persecución policial les impone multas cuantiosas por disfrutar de su tiempo libre.
La anulación de la Ley Mordaza, la inmediata suspensión de toda sanción a los jóvenes e inmigrantes bajo estas leyes represivas, la despenalización del consumo de alcohol en la vía pública y la despenalización del consumo de drogas, son medidas elementales para defender las más elementales libertades democráticas, en Madrid y en todo el Estado.