La embarcación ya se encuentra en el puerto de Portland. En medio de la votación de una dura ley antiinmigrantes, el Reino Unido presentó esta prisión flotante donde piensa alojar durante no menos de 18 meses a grupos de 500 refugiados que estén pidiendo asilo. Otra muestra de la brutalidad, el racismo y la xenofobia contra los migrantes que recorre todos los países de Europa.
Martes 25 de julio de 2023 11:02
Ya no son campamentos o centros de detención. Ahora directamente el Reino Unido ha presentado lo que será la próxima prisión para los solicitantes de asilo. Se trata de una embarcación donde al menos 500 migrantes serán alojados durante 18 meses. Una muestra de brutalidad que tiene lugar en medio de la probación de una dura ley antiinmigrantes por parte del Ejecutivo de Rishi Sunak.
La enorme embarcación de nombre Bibby Stockholm, ya se encuentra en el puerto de Portland (Dorset), cuenta con tres pisos y 222 camarotes, fue construido en 1976, y ya ha sido utilizada por Países Bajos hace dos décadas para alojar a inmigrantes.
La embarcación será administrada por la empresa Bibby Marine, fundada en el siglo XIX por John Bibby, un magnate que había hecho su fortuna en el comercio colonial y la trata de personas esclavizadas.
Grupos de activistas han manifestado su indignación por las condiciones en las que vivirán los migrantes y preparan protestas.
Dura ley antiinmigrantes
La llegada de la nueva embarcación coincide con la aprobación de una nueva y dura ley antiinmigrantes. El Parlamento británico adoptó la semana pasada una legislación que impedirá solicitar asilo en el Reino Unido a aquellas personas que accedan a este país de "manera irregular" cruzando en bote el canal de la Mancha.
La legislación tiene además el objetivo de que los migrantes sin papeles sean detenidos y expulsados con la mayor rapidez, ya sea a su país de origen o a un tercer estado.
Estas "expulsiones en caliente" ya son practicadas por varios países europeos, la mayoría de ellos responsables de un pasado colonial en países de África y Medio Oriente como España, Italia y Reino Unido, y de muchas de las guerras en la región de la que justamente escapan millones de personas que buscan llegar a Europa.
La ley es tan brutal que hasta la ONU cuestionó la expulsión de los solicitantes de asilo a terceros países en los que tampoco está garantizada su protección como refugiados, lo que favorecerá que se niegue protección incluso a los menores de edad no acompañados o a los supervivientes de la trata de personas y de otros tipos de violaciones de derechos humanos.
El objetivo de la prisión flotante es justamente evitar que los migrantes pisen suelo británico y así poder ser expulsados de manera más rápida si no logran conseguir la documentación que les permita tramitar un asilo. Algo prácticamente imposible para miles de refugiados que escapan de persecución, guerras o hambrunas en sus países de origen y viajan sin ningún tipo de documento.
El Gobierno británico quiere enviar un fuerte mensaje para amedrentar a los migrantes. Es el mismo que envían países como Francia, Grecia, Estado español o Italia, donde los gobiernos han aprobado leyes antiinmigrantes que permiten su expulsión o encarcelamiento en centros de detención donde viven hacinados sin respuesta durante meses para obligarlos a escapar y migrar a otro lugar. A esto se suman las miles de vidas perdidas en el Mediterráneo que actúa como un verdadero cementerio para los migrantes mientras las guardias costeras europeas no solo se niegan a ayudarlos sino que han sido denunciados por ayudar a hacer naufragar las embarcaciones.
Hace tan solo una semana atrás la Unión Europea firmó un acuerdo de 255 millones de euros con el régimen autoritario del presidente tunecino, Kais Saied. Se trata de una “asociación estratégica” que incluye el refuerzo de la política antiinmigrante europea, a través de una externalización de sus fronteras hacia países de África.