Stiuso habló en un reportaje a La Nación. Entre otras cosas, aseguró que la “profesión nunca se abandona”. ¿En qué consiste la profesión de los espías que hoy parecen trabajar trabajan para Cambiemos?
Juana Galarraga @Juana_Galarraga
Martes 12 de julio de 2016
Fotografia: La Nacion
La semana arrancó movida. Las declaraciones de “Jaime” Stiuso a una periodista de La Nación generaron revuelo. Además de afirmar que Cristina es una "vieja loca y sin fuerza" y que a Nisman lo mandó matar el gobierno anterior, el ex jefe de los espías aseguró que "la profesión" en los servicios de inteligencia "nunca se abandona".
La Nación exprimió la nota al espía todo lo que pudo a pesar de que, en concreto, el material que la joven periodista Agustina López pudo extraerle fue más bien escueto. El hombre más enigmático de la Argentina habló y disparó acusaciones diversas, como que tuvo que irse del país porque estaba amenazado y que Aníbal Fernández quería que volviera “para asesinarlo”.
El ex agente de inteligencia dijo que volvió al país el 19 de febrero. Estaba citado a declarar como testigo en la causa en que se investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman, con quien colaboraba en la investigación por los atentados a la mutual judía AMIA. Desde que el fiscal apareció muerto en el baño de su departamento de Puerto Madero, Stiuso quedó en la mira de la Justicia.
La muerte de Nisman tuvo lugar antes de que pudiera declarar frente a la comisión del Congreso Nacional por la acusación contra la presidenta Cristina Fernández y el canciller Héctor Timmerman, por encubrimiento en la causa AMIA. El hecho generó una profunda conmoción política, social y judicial pero, sobre todo, sacó a la luz la podredumbre de los servicios de inteligencia.
Los llamados “sótanos de la democracia” quedaron expuestos y se evidenció otro de los límites del proyecto kirchnerista: lo más sucio y maloliente del Estado burgués había permanecido intacto, luego de más de una década del autodenominado “proyecto nacional y popular”.
De contragolpe y en momentos en que el gobierno se vio fuertemente cuestionado, Cristina Fernández se dio a la tarea de avanzar en aquello que hasta entonces no había podido llegar a transformar, según su propio discurso. El 26 de enero de 2015, por cadena nacional, la presidenta anunció la reforma de la Ley de Inteligencia y la creación de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
La banca de Nicolás del Caño (PTS-Frente de Izquierda) en el Congreso fue la única en denunciar que con dicho proyecto, el kirchnerismo sólo se proponía un cambio cosmético, de nombre. El hecho se evidenciaba en que lo esencial del aparato de inteligencia, el personal de la Secretaría de Inteligencia (SI, ex SIDE), pasaría a formar parte de la “nueva” AFI.
Stiuso había sido desplazado de la SI en diciembre de 2014. Por decisión de Cristina Kirchner, el nuevo titular, Oscar Parrilli, le aceptó la renuncia al histórico director general de Operaciones de la ex SIDE. Luego de la muerte de Nisman y en el marco de suspicacias tendidas a nivel nacional y una guerra de espías desatada, Stiuso se fue del país y se alojó en Estados Unidos.
Su regreso bajo el amparo de Cambiemos se dio, según sus propias palabras, porque ahora existen "garantías". Su reaparición ¿tendrá esto relación con la avanzada judicial contra el gobierno anterior? La pregunta parece casi ingenua. Como ocurre en el mundo de los espías, por el momento no se puede confirmar.
Es que la "nueva política" del gobierno de Macri en materia de inteligencia, consiste en la restauración de la vieja SIDE. Macri puso al frente de la AFI a Gustavo Arribas, un representante de jugadores de fútbol investigado por lavado de dinero y a Silvia Majdalani, diputada ex-(ultra) menemista acusada en varias causas por corrupción.
El trabajo de los espías de la nación
Jaime Stiuso se “desempeñó” en la ex SIDE desde 1972 hasta 2014. El espía ejerció su "profesión" bajo la dictadura militar y a lo largo de los distintos gobiernos constitucionales hasta 2014. La pregunta que cabe formularse en este momento es ¿en qué consiste dicha profesión, cuál es el "servicio" que un espía todo terreno como Stiuso le brinda al Estado?
Una vez desplazada la cúpula de la ex SIDE y rebautizada como AFI el kirchnerismo aumentó el presupuesto destinado a la agencia para 2016 en un 81,2 %. Este aumento de la partida presupuestaria se encuentra muy por encima de lo destinado a otras áreas como Salud y Educación. Concretamente el aumento se tradujo en 1.449 millones de pesos que hoy se encuentran en manos de Macri y los amigos de Stiuso. ¿Para qué se usa esa cantidad de plata descomunal?
Normalmente, cuando suceden cosas como la muerte de Nisman o el triple crimen de General Rodríguez, la sensación extendida es que "nunca se va a saber realmente lo que pasó". La naturalización de la impunidad parece ser la gran contribución de los servicios de inteligencia. Los sobrevivientes y familiares de víctimas de los atentados a la AMIA aun siguen esperando la verdad y la justicia. En este caso particular, lejos de servir para desentrañar lo sucedido y señalar a los responsables, la ex SIDE y sus espías se encargaron de tender una línea de investigación falsa. Nisman y Stiuso armaron la pista iraní de la mano de la CIA y el Mossad con el único objetivo de que la investigación no llegara a ningún lado.
Los aparatos de inteligencia son grandes agencias armadoras de "carpetazos" al servicio de los gobiernos de turno. Esa es una de las principales contribuciones de tipos como Stiuso a la política burguesa.
Sin embargo, como en todo Estado capitalista, la principal tarea de los Stiuso es la persecución, infiltración y hostigamiento de las organizaciones obreras y populares. Para encausar y encarcelar a los trabajadores, sí aparecen rápidamente las pruebas.
Como se demostró con el Proyecto X bajo el kirchnerismo, el Estado y sus fuerzas represivas se infiltran en las asambleas y movilizaciones populares para marcar a los trabajadores y acumular información de manera ilegal, para luego ser usada por la Justicia en su contra.
El uso del espionaje por parte del Estado, contra los trabajadores y sectores populares a favor de las grandes patronales y las clases dominantes no es algo nuevo. Todos los gobiernos democráticos, inclusive los kirchneristas, se apoyaron en esos fieles servidores como Stiuso.
Parte de esto fue negarse a abrir los archivos que la ex SIDE conserva desde la dictadura militar. Es así que, hasta el día de hoy, no se dispone de los nombres de quienes fueron parte del aparato de inteligencia que aportó para la tortura y la desaparición de más de 30 mil compañeros durante el genocidio.
Sin duda el gobierno de los CEO se propone continuar por este camino, con la grata herencia de un aparato de inteligencia altamente fortalecido. En el marco del salvaje ajuste en curso y del intento por parte del gobierno de instalar la "teoría de los dos demonios" y garantizar la impunidad, se hace cada vez más necesaria el desmantelamiento de los aparatos de inteligencia, cloaca de la democracia burguesa y la apertura de los archivos de la ex SIDE.