Gobierno hace guiños al proyecto de reducción de la jornada laboral a 40 horas, ligándolo a su propuesta de flexibilización laboral. Ante esto, gran parte de la oposición parlamentaria se muestra abierta al diálogo.
Viernes 9 de agosto de 2019
El debate sobre la reducción de la jornada laboral ha vuelto a ponerse al centro del escenario político nacional. En este contexto, la encuesta CADEM muestra la aprobación de 74% de este proyecto.
Frente a esto el gobierno de Piñera ha salido a pronunciarse. El ministro del trabajo, Nicolás Monckeberg, que venía impulsando desde su cartera un proyecto de menos horas laborales a costa de mayor flexibilización, es decir, mayor precarización laboral, señaló que el Ejecutivo esta dispuesto a “tomar lo mejor de cada uno de los proyectos pensando en los trabajadores”
Además, emplazó a los parlamentarios a trabajar en conjunto invitando dirección “a sentarse a conversar y unir fuerzas en función de sacar adelante un proyecto que compagine reducción de jornada con flexibilidad laboral”. Mientras señala que: “Estamos dispuestos a avanzar en reducir la jornada laboral, pero siempre vinculado a la flexibilidad (…) Compartimos el objetivo inicial del proyecto que presentó la oposición”.
Claro está que el interés de la derecha responde a hacerse de mayor popularidad, con un proyecto altamente aprobado por la población, pero que su interés está vinculado a poder implementar su plan de flexibilización laboral para beneficiar a los empresarios y no mejorar las condiciones y carga laboral de las y los trabajadores.
Sin embargo, ante esta evidente contradicción, la oposición se muestra tibia ante los anuncios de la derecha de Piñera. Por ejemplo, Gael Yeomans – militante del Frente Amplio y presidenta de la Comisión de Trabajo de la Cámara – se mostró abierta al diálogo con la derecha, señalando que: “si el gobierno se mostrara dispuesto a reducir de manera efectiva la jornada a 40 horas, obviamente tendríamos la misma postura e impulsaríamos el proyecto de manera conjunta. Pero, hasta ahora no veo una propuesta concreta”.
Pero ¿Es posible confiar en que un gobierno empresarial apueste por mejorar las condiciones laborales? Claramente van en direcciones opuestas. Así podemos ver como el Frente Amplio desde su ubicación de “oposición constructiva” no duda en abrir la puerta al dialogo con la derecha, desdibujando el carácter empresarial y por lo tanto totalmente contrario a los intereses de las y los trabajadores.
Para conquistar una reducción de la jornada laboral no debemos apostar nuestras fuerzas a la confianza en la derecha de Piñera, sino que, a la que puede tener la unidad de trabajadoras y trabajadores junto a estudiantes y mujeres para mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora, incluso apostando a superar la propuesta de reducción de la jornada laboral a 40 horas por una jornada laboral de 6 horas, 5 días a la semana y repartir las horas de trabajo entre quienes tienen trabajo y quienes no, para apostar verdaderamente a una mejoría en las condiciones laborales y de vida de la clase trabajadora de conjunto.