El gobernador rionegrino está más mileísta que nunca. Hasta hace unos pocos meses kirchneristas, massistas y graboisianos debatían si integrarse o no a su gobierno. Pero la pelea por la inversión de Petronas desató la verborragia pro-empresarial de un lado y otro. ¿RIGI y puertos privados o nacionalización de todo el comercio exterior?
Jueves 25 de julio 09:00
Se desbocó Weretilneck. El apuro por votar el RIGI en la provincia para favorecer el negocio extractivista con la planta de GNL que está en disputa con Ingeniero White, lo llevó a exponer en una entrevista con Fantino un decálogo libertario. Citemos largo porque no tiene desperdicio: "el RIGI es una respuesta a una serie de actitudes y hechos de las autoridades político económicas argentinas de los últimos tiempos: expropiación de aerolíneas, expropiación de YPF, expropiacion de Suez…"
Esto no es algo novedoso, ya en tiempos macristas se decían este tipo de cosas. Pero ésta vez Weretilneck fue un paso más: "Rio Negro va a discutir con la industria del gas y del petróleo un modelo portuario privado, nosotros no queremos consorcios, no queremos municipios en la administración de los puertos, no queremos gremios en la administración de los puertos, no queremos cámaras empresariales en la administración de los puertos (…) no puede haber ningún tipo de duda de que ese contrato tiene que ser cumplido en las condiciones internacionales y del mundo". Esta frase sí que es una propuesta libertaria digna de la escuela austríaca que profesa Milei.
En este diario ya venimos denunciando el giro derechista del gobernador, acompasando su política de ajuste y entrega a las exigencias de los bonistas del Castello, en espejo con lo que hace Milei para pagarle al FMI. Ahora bien, la puja inter-provincial con Kiciloff por ver quien congracia más a los capitales imperialistas de Petronas, nos plantea una cuestión: ¿por qué los kirchneristas militaron por este señor para la gobernación en 2023?
Desarrollo económico capitalista y estados provinciales
Las alas del PJ que pactaron poner en su boleta a Weretilneck fueron el massismo, los kirchneristas y graboisianos. A esa alianza inédita entre el partido oficialista JSRN, la UCR y el PJ le pusieron por nombre "Gran Acuerdo Rionegrino", un verso electoral muy propicio para el partido provincialista que gobierna.
Pero esta "identidad rionegrina" es una fabricación artificial que tiene sus raíces, primero, con la implantación del estado contra el indio, luego sentando las bases del Territorio Nacional y a posteriori con la conformación de Río Negro como provincia. Fue tan arbitraria la creación de la provincia que es imposible entender su unidad económica: Cipolletti está "cortada" por Neuquén; la capital provincial es una localidad a 500 kilómetros del histórico motor económico del Alto Valle; Viedma, está "cortada" por Carmen de Patagones, que pertenece a la provincia de Buenos Aires. No hay ninguna explicación material que justifique la conformación de esta provincia "inconclusa", excepto una: sin las bonanzas del petróleo neuquino, la hermana provincia norpatagónica de Río Negro llegó tarde al desarrollo capitalista con respecto a su vecina Buenos Aires.
Esta condición histórica explica gran parte de la puja de Río Negro con su vecina bonaerense. Sobre todo con el puerto de Ingeniero White, quien fue la que absorbió históricamente la exportación de frutas rionegrinas hasta la implantación del puerto en San Antonio Este; y ahora es la que compite con Río Negro por la planta de GNL. Otro ejemplo es la pelea por el uso de las aguas del Río Negro, que del lado bonaerense de Patagones proyectan su "potestad" para derivarla a usos industriales también en Ingeniero White.
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Todo este soliloquio aún no termina de explicarnos la pregunta, ¿por qué los kirchneristas apoyaron a Wertilneck?
PJ rionegrino vs PJ bonaerense
Representando a los empresarios de sus propios territorios, en el PJ ha habido sinsentidos de todo tipo y color. Tratemos de explicarlos. El Senador Nacional por Río Negro Martin Doñate, cristinista y líder de la alianza con Weretilenck en 2023, se promulgó contra el RIGI pero a favor de la planta de GNL; y en el debate sobre el uso de las aguas del río se pronunció en contra de Kicillof, evocando parte de esa historia tan injusta para los de este lado del torrente acuífero.
Por su parte, Kicillof y el intendente de Bahía Blanca, el peronista Federico Susbielles; se pronunciaronn por un"RIGI provincial", por la instalación de la planta de GNL en el estuario bahiense y en algún otro momento, cuando esta puja se termine, volverán a activar el pedido de uso de las aguas rionegrinas que tanto interesan a los pulpos multinacionales de Polo Petroquímico de Ingeniero White.
O sea, si militás en el peronismo tenés un programa político acá, otro allá, uno distinto acullá. Parece chiste pero no. Eso explica por qué el peronismo es parte de las aprobaciones nefastas de leyes como la corrupta Ley Bases, con los legisladores de Jaldo, Jalil, Llaryora. Acá encontramos un poco la explicación del panquequismo kirchnerista que militó la boleta del gobernador rionegrino; pero podría decirse que es una máxima que aplica al resto del país: el PJ de cada provincia se pone la camiseta del empresariado que tiene más cerca. Y por vasos comunicantes, esas "economías regionales" los lleva a ser tan partícipes de los negocios imperialistas como los son los libertarios, el partido verde de Weretilneck, radicales, macristas, etc, etc.
¿Puerto privado, consorcio o estatización de todo el comercio exterior?
Recapitulemos. Weretilneck se zarpó: quiere un puerto totalmente privado en pleno Golfo San Matías, que lo administre y se "autocontrolen" los propios capitales de Petronas. Y corre por derecha a la idea de los consorcios de gestión, casi le faltó decir "por comunistas". Pero lejos de eso, los consorcios como el del puerto de Ingeniero White, son entes neoliberales y privatistas. Fue con el verso de los "consorcios" que se privatizaron los muelles nacionales. Hasta 1994 uno podía "pisar playa" en Ingeniero White, hoy hay un paseíto de 100 metros donde de refilón podés ver como atracan los gigantes cerealeros en Cargill.
El intendente de Bahía Blanca, Susbielles, construyó parte de su poder siendo presidente del Consorcio de Gestión del puerto de Ingeniero White. Pero, ¿qué significa construir poder desde ese ente? Significa tener el apoyo de los capitales más concentrados del mundo: la inventora de la bomba de fósforo naranja en la guerra de Vietnam, DOW Chemical; la devoradora de aguas potables Profertil; la golpista Sociedad Rural dueña de los cereales; las grandes multinacionales dueñas del precio del dólar como Glencore, Cargill, Toepfer y un largo etcétera. Este consorcio es responsable, entre otras cosas, de haber expulsado represión mediante a los pescadores artesanales del muelle nacional; cuando Scioli era gobernador.
No por algo los libertarios de Bahía Blanca, representantes orgánicos de la Bolsa de Comercio, se sacan la foto con el intendente K para plantar bandera por la planta de GNL en Bahía Blanca: el Consorcio es quien manda.
Esto parece una carrera de velocidad por ver quién entrega más bienes naturales y asegura más los negociados extractivistas. Petronas lo mira por TV y festeja. Los gobiernos capitalistas buscan estas inversiones para obtener unos pocos dólares en regalías para pagar deuda externa, al FMI o a los bonistas de las deudas provinciales como las del Castello rionegrino.
La única solución que sea una verdadera medida de defensa y de soberanía nacional, tanto contra el RIGI como contra el "RIGI K" tiene que partir de la nacionalización de todos los puertos y del monopolio del comercio exterior por parte del estado, administrado en manos de las y los trabajadores. Esto permitiría terminar con la especulación ligada a las exportaciones, sentar las bases de una planificación democrática del desarrollo de los puertos y, claro está, sería una medida elemental contra la fuga de capitales, planteando el no pago soberano de la deuda odiosa.