Según el Indec, en la región de la Plata, Berisso y Ensenada el nivel de indigencia subió un 68,7% en un año. Ocupa el tercer lugar del país en ese triste ranking, con más de 54 mil personas afectadas por el saqueo de Macri, Vidal y Garro.
Viernes 28 de septiembre de 2018 17:10
El informe que dio a conocer el jueves el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) reveló que en la región del Gran La Plata las personas que tienen un ingreso que no alcanza a cubrir la canasta básica creció en el primer semestre del año un 68,7 % en relación a 2017. Además los datos indican que la cantidad de personas por debajo de la línea de la pobreza ascendió a más de 245 mil, lo que significa un 28.1 % de la población regional.
Estos alarmantes números se conocen en el marco del brutal saqueo al bolsillo de la población trabajadora que está llevando adelante el gobierno nacional junto a los diferentes gobiernos. a la recesión económica se suman el aumento de tarifas y la inflación, que vienen deteriorando la calidad de vida del conjunto de los trabajadores y los sectores populares.
La ola de despidos, suspensiones y cierres de empresas, junto con la escalada del dólar que parece no tener fin pese a la entrega por parte del gobierno al Fondo Monetario Internacional, está llevando a que grandes sectores de la población no puedan cubrir sus necesidades básicas.
En este sentido la capital bonaerense y sus alrededores alcanzan el tercer lugar entre las ciudades con más indigentes del país, solo por debajo de Paraná y Santiago del Estero. El informe del Indec revela que son 16.780 los hogares afectados, lo que constituye un 5 % de la población total del Gran La Plata. A su vez el nivel de pobreza de la zona creció a más de 245 mil personas, lo que significa un 28.1 % del total habitacional.
A nivel nacional, el estudio reveló que el 27,3 % de la población urbana del país vive en la pobreza, mientras que el 4,9 % vive en condiciones de indigencia. Además en lo que va del año se perdieron más de 50 mil puestos de trabajo.
El miércoles pasado, desde Washington, el ministro de Hacienda y Finanzas Nicolás Dujovne, junto a la directora gerente del FMI Christine Lagarde, anunciaron la aprobación de un nuevo acuerdo que implica la extensión del monto del Stand By a la argentina por U$S 57.100 millones. El anuncio pretendía llevar tranquilidad a los “mercados” luego de la renuncia del extitular del Banco Central Luis Caputo, en simultáneo a la jornada de paro general del martes que expresó el descontento de millones de trabajadores producto de las medidas de ajuste llevadas adelante por Cambiemos.
A la espera del tratamiento del presupuesto 2019, que contará con las exigencias que impone el Fondo para desembolsar esta nueva entrega y que se traduce en más ajuste, más tarifas, más despidos en el sector público y privado y un gran desfinanciamientode la educación y la salud, millones de personas son arrojadas a la miseria, mientras el sector ligado a la especulación financiera amasa fortunas a costa de los sectores más vulnerables de la sociedad.
Los brutales datos arrojados por el Indec en la capital de la Provincia de Buenos Aires muestran una situación muy diferente a la que pretende instalar el intendente platense Julio Garro, a quien no hace mucho se lo pudo ver junto al presidente Mauricio Macri burlándose de los pobres.
En la región un 10.2 % de la población económicamente activa se encuentra desocupada, y según los datos del informe los dos últimos trimestres mostrarán un aumento en los niveles de pobreza.
Toda esta avanzada neoliberal no se podría llevar a cabo sin las garantías que proporciona el gran arco de la oposición, votando las leyes antipopulares en el Congreso o aplicando el ajuste en sus provincias, como es el caso de Alicia Kirchner.
La votación del presupuesto para el próximo año, necesita de la aprobación del peronismo, que en su conducción está levantando la consigna de que “Hay 2019”, mientras el saqueo está ocurriendo hoy, y como demostró el paro del pasado martes, existen las fuerzas necesarias para frenar el ataque del gobierno en las calles.