La encuesta realizada por el INE, reflejó que La Araucanía es la región con más bajo sueldo del país. Sin embargo, no es la realidad de los políticos empresariales de la región. ¿A que se debe esto? Las ganancias crecen a costa de los trabajadores. Es hora de frenar el abuso.
Miércoles 26 de julio de 2017
La Araucanía, nuevamente se posiciona como la región que peor remunera a los y las trabajadores a nivel nacional. Los resultados fueron arrojados por la Encuesta Suplementaria de Ingresos 2016, del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), quienes dieron a conocer que los trabajadores de la región obtienen ingresos medio y mediano de $383.876 y $285.476 pesos mensuales, respectivamente.
Por otro lado, otra arista que evidencio el INE es la brecha de generó entre el ingreso medio mensual, ya que para las mujeres de La Araucanía superó los $332.000, mientras que las remuneraciones de los hombres sobrepasan los $423.000.
Los datos de los sueldos en la región, deben situarse en el contexto que los genera, las ganancias que los rodean y las precariedades que acarrea. La región de la Araucania, se encuentra ademas dentro de las regiones mas pobres del país, sin embargo eso no lo refleja los millones de utilidades que registran las forestales que se expanden invasivamente sobre el territorio mapuche. Tampoco lo refleja las millonarias ventas diarias del retail a costa de la precarización laboral de sus trabajadores, mucho menos lo refleja los numerosos edifico que se erigen sobre la ciudad de Temuco, ni mencionar el exuberante edificio de la PDI que probablemente fue construido con trabajadores que recibían los mismos o peores sueldos de la encuesta del INE.
¿Por que si trabajamos tanto se nos paga tan poco?, sencillamente por que la distribución de la riqueza, la siguen haciendo los políticos corruptos que legislan para perpetuar sus privilegios. Son los mismos políticos sentados en el Congreso, que son los dueños y gerentes de grandes consorcios económicos, empresarios que resguardan la herencia de la dictadura, para perpetuar la realidad de los trabajadores: las extenuantes jornadas de trabajo, que siempre falte sueldo a fin de mes, la milagrosa quincena que se esfuma rápidamente, las peripecias para pagar las cuentas, los robos sistemáticos de las AFP e Isapres, la desigualdad de género respecto al mismo sueldo por el mismo trabajo, el subcontrato, etc.
Por eso es necesario levantar una voz alternativa que pelee por nuestros derechos, no sacamos mucho con lamentarnos desde el escepticismo que no empuja a nada. Debemos seguir la experiencia de la candidaturas obreras y anticapitalistas de Antofagasta y Santiago, que busca demostrar que la política no solo es patrimonio de los empresarios, que debemos construir una fuerza política entre las y los trabajadores, las mujeres y la juventud que luche con fuerza para que !nuestras vidas valgan mas que sus ganancias!