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Red Internacional
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Estados Unidos. La renuncia del fiscal Mueller y un nuevo episodio del "Rusiagate"

En conferencia de prensa, el fiscal que investigó a Trump renunció a su cargo y reavivó las discusiones sobre un posible impeachment.

Jueves 30 de mayo de 2019 00:38

Robert S Mueller III fue designado en mayo de 2017 como fiscal especial del Departamento de Justicia de Estados Unidos para investigar la posible intromisión de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016. El 18 de abril de 2019 entregó el reporte de su investigación, donde aseguraba que su equipo no había encontrado pruebas suficientes de para presentar cargos por conspiración. El informe publicado no es la versión completa sino una adaptada por cuestiones de seguridad.

Las diferentes interpretaciones fueron inmediatas y tanto Demócratas como Republicanos intentaron llevar agua para su molino. Trump festejó en Twitter haber sido exonerado y el republicano Mitch McConnell, líder del Senado, dijo que era un caso cerrado. Por otro lado, los demócratas Nancy Pelosi, speaker (presidenta) de la Cámara de Diputados y Jerrod Nadler, presidente del Judiciary Committee (comisión de justicia) fustigaron la decisión de no publicar el reporte completo y amenazaron con citar a Mueller a declarar en la cámara.

Este miércoles 29 el fiscal Mueller dio una conferencia de prensa, la primera vez que habla en público desde que asumió su puesto. En los breves 9 minutos que duró disparó dos frases contundentes: “si hubieran estado seguros que el presidente no cometió un crimen hubieran dicho eso” y “la Constitución exige un proceso alternativo al sistema judicial para acusar a un presidente en ejercicio”. También declaró que todo lo que tenía que decir estaba en el reporte que entregó en abril.

La conferencia de prensa causó revuelo en Washington, donde varios demócratas de alto rango, algunos precandidatos a presidente, reavivaron la idea de ir por un impeachment (destitución parlamentaria), algo que Pelosi intenta evitar por todos los medios desde que asumió su cargo el año pasado.

Mueller puso al partido Demócrata, y particularmente a Pelosi, frente a dos malas opciones. Por un lado, varias encuestadoras aseguran que el impeachment es muy impopular, incluso entre los votantes demócratas y, además, no hay ninguna posibilidad de que avance dado que el Senado es controlado por los republicanos y en este asunto hay una férrea unidad detrás de Trump. Por otro lado, bloquearlo puede ser visto como que se están dejando pasar los supuestos crímenes del presidente. La speaker va a tener serios problemas para mantener a su tropa alineada.

Por su parte, pareciera que Trump cambió su estrategia. Del triunfal “TOTAL EXONERATION” de hace poco más de un mes pasó a remarcar tibiamente por Twitter la falta de evidencia en su contra. Lo mismo hizo, minutos después, Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca. De todas maneras, el fiscal general William Barr, jefe del Departamento de Justicia y último intérprete del reporte de Mueller, ya dio por cerrado el caso.