OPINIÓN. La represión y la impunidad se enfrentan en las calles, gobierne quien gobierne

Este año es muy importante que demostremos en las calles toda la fuerza, para que Macri, su gobierno y todos los gobiernos provinciales sepan que no vamos a dejar de enfrentar la represión estatal y la impunidad, venga de donde venga.

Luchamos por Santiago Maldonado y por Facundo Nahuel y contra la represión de los gobiernos que como el de Alicia Kirchner aplica el ajuste con represión.

Luchamos por la impunidad que siguen gozando los que asesinaron a más de 1.500 personas la Triple A, bajo el gobierno de Perón e Isabel, como a mi padre y tantos otros. Luchamos porque el genocidio que se llevó la vida de 30.000 trabajadores y estudiantes, en su gran mayoría, no quede impune, gracias a indultos y beneficios que le dan los gobiernos peronistas, radicales o ahora el macrismo.

No nos olvidamos que todos ellos los encubrieron o le dieron puestos a represores como a Milani. No nos olvidamos de la represión a la comunidad quom por parte de los aliados del gobierno kirchnerista, tampoco de Jorge Julio López y el manto de impunidad que garantizó el gobierno frente a su desaparición. No nos olvidamos de Luciano Arruga y tantos jóvenes a manos del "gatillo fácil". No olvidamos que a la hora de ajustar o descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores todos los gobiernos son iguales.

Nosotros tenemos que decirles bien alto que no estamos a favor de la represión de ningún gobierno, no que enfrentamos solo la del gobierno macrista. Esta postura debilita nuestra lucha porque todos los represores, sus autores intelectuales –como las patronales, sus gobiernos y sus partidos– y sus cómplices –como la iglesia y los burócratas sindicales– vayan a la cárcel. No le dejamos pasar a ningún gobierno su responsabilidad frente a la represión estatal.

Por el contrario, fue la movilización en las calles –que empezó durante la misma dictadura militar–, la lucha persistente de familiares, los organismos de Derechos Humanos y partidos de izquierda, las que permitieron que no quedara en el pasado, que la mayoría de la población siga exigiendo justicia. Nunca abandonamos las calles, ni nos conformamos con gestos que encubrían, por cierto, otra forma de impunidad. La causa Triple A es un buen ejemplo, su apertura en el 2006, de manos de la Justicia y del gobierno de Néstor Kichner –luego de decenas de años de pactos de impunidad–, implicó la protección de los máximos responsables como Isabel Perón. Solo implicó que algunos pocos cabecillas estuvieran algunos meses en la cárcel, hoy, sin ningún condenado, sus crímenes siguen impunes.

Hace dos siglos, mujeres como Flora Tristán enfrentaron la represión. Perseguida por abandonar a su marido y apresada por apoyar las huelgas de los obreros y pregonar su apoyo, por toda Europa. En el siglo pasado, mujeres socialistas como Rosa Luxemburgo jamás dejaron de enfrentar al más poderoso de los gobiernos patronales tuviera la careta que tuviera, incluso al precio de su vida. Luchaban por cambiar este sistema capitalista que reprime, explota y oprime. Denunciaban a este sistema desde todo su ser. Mujeres que jamás tejieron alianzas con el poder burgués, tampoco se victimizaron, sino que apelaron y confiaron en la fuerza de los trabajadores y trabajadoras, y junto a ellos lucharon en las calles para cambiar la historia. Este 24 de marzo hubiesen levantado bien alto la lucha contra la represión estatal fuera del gobierno que fuera y en todas sus expresiones.

Mostremos una vez más en las calles que somos implacables frente a la represión estatal y exijamos cárcel común para los represores y sus cómplices. Marchemos con Memoria, Verdad y Justicia que jamás abandonó la lucha en las calles contra la represión y la impunidad. Invito a marchar con el PTS (FIT) junto a Myriam Bregman y Nico Del Caño.