La respuesta internacional es "más lenta que la velocidad de la transmisión" del ébola, advirtieron ayer los presidentes de Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia, los países más afectados por el brote, que pidieron "más compromisos sobre el terreno y menos palabras".
Viernes 10 de octubre de 2014
Jóvenes pacientes tratados por ebola son dados de alta de una clinica en Monrovia. 30/09/2014. Foto: REUTERS/Christopher Black/WHO
"Los compromisos sobre el papel están bien pero los más necesitados son los compromisos sobre el terreno", afirmó Ernest Bai Koroma, mandatario de Sierra Leona, en la reunión de alto nivel organizada por el presidente del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim, en el marco de la asamblea anual del organismo y del FMI que se celebra esta semana en Washington.
"Hasta ahora la mayor parte de los recursos utilizados han sido los nuestros, que son insuficientes, y la respuesta internacional ha sido más lenta que la velocidad de transmisión de la enfermedad", dijo Koroma, quien participó por videoconferencia.
Kim aseguró, por su parte, que hay que "acelerar y aumentar la respuesta global. (…) A menos que contengamos rápido y detengamos esta epidemia, nada menos que el futuro de África está en juego".
En el encuentro, además de Kim, Koroma, Condé y la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, participaron el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
Ellen Johnson Sirleaf cobró notoriedad internacional cuando decidió, en contra de las recomendaciones de todos los expertos internacionales en ébola, poner en cuarentena a todo el barrio West Point de Monrovia. Esta medida generó pánico, aumentó la diseminación de la enfermedad y dejó el saldo de un niño de 15 años asesinado por el ejército, encargado de hacer cumplir el cerco.
"Los casos están creciendo de manera exponencial. Las cosas se pondrán peor antes de que mejoren; y lo mal que se pongan dependerá de nosotros", indicó Ban.
Mientras tanto, en Sierra Leona los sepultureros, encargados de enterrar los cadáveres cargados de ébola,entraron en huelga por salarios adeudados.
Thomas Frieden, director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC), aseguró que el brote del ébola en África Occidental es la mayor emergencia sanitaria mundial desde la aparición del sida en la década de 1980.
Los CDC han pedido al personal médico de Estados Unidos que se mantenga "vigilante" y ha establecido medidas de control ante la posibilidad de que se produzcan nuevos casos de infección por la entrada al país del virus ébola a través de pasajeros de esos tres países africanos, como el caso del liberiano que falleció este miércoles en Dallas (Texas).
El Banco Mundial promete ayuda pero esconde sus responsabilidades
El Banco Mundial ha comprometido 400 millones de dólares para apoyar los frágiles sistemas sanitarios y el FMI ha entregado 130 millones de dólares en asistencia financiera de emergencia.
Sin embargo, estas mismas instituciones de crédito y supervisión son en gran medida las responsables de la bancarrota sanitaria de los países africanos.
A partir de segunda mitad de la década del ´80, el FMI y el Banco Mundial estimularon el endeudamiento de los países africanos, que para entonces venían creciendo sostenidamente y recuperándose de un rezago histórico.
Con los préstamos vinieron las exigencias de austeridad (planes de recortes) y las obligaciones del pago de una deuda que comprometió el gasto público social. El costo de vida aumentó drásticamente, la calidad de vida se desplomó y el sistema de salud sufrió un deterioro creciente durante toda la década del ´90, que persiste hasta la actualidad.
Fuente: EFE
Juan Cruz Ferre
Editor de Left Voice y columnista en La Izquierda Diario. Médico, actualmente vive en Estados Unidos y cursa Sociología en la City University of New York.