Hace unas horas, y por medio del mangaka Takehiko Inoue, se dio a conocer que el recordado anime de basketball, Slam Dunk, volverá con una película. Aquí repasamos uno de los momentos más emotivos, y quizás determinantes presentes en la serie: La pelea en el gimnasio de la preparatoria Shohoku.
Jueves 7 de enero de 2021
Hace unas horas se dio a conocer por medio del creador del manga Takehiko Inoue (Vagabond), que una de las series animadas más recordadas de los años 90’, Slam Dunk, volverá con una película.
La noticia no tardó en extenderse por medio de un enorme número de seguidores en redes sociales, volviéndose uno de los temas más comentados.
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La serie que relata la historia del joven basquetbolista Hanamichi Sakuragi, junto a su equipo Shohoku, fue transmitida en Japón entre los años 1993 y 1996, y con cuatro OVAS de por medio. Incluso, se convirtió en todo un éxito en Latinoamérica, transmitiéndose por distintas cadenas televisivas durante cada tarde, y dejándonos momentos sencillamente imborrables, para quienes crecimos siguiendo estas producciones por medio de la televisión.
La pelea en el gimnasio: Sangre, sudor y lágrimas (y basketball)
Uno de aquellos momentos que condensa la grandeza de la serie tanto en su realismo como en su estructura narrativa, es la pelea en el gimnasio de la preparatoria Shohoku, en que uno de los personajes clave del equipo, Hisashi Mitsui junto a sus amigos buscapleitos van a saldar cuentas con Ryota Miyagi, otro personaje central introducido durante algunos capítulos previos.
Tal rencilla, termina arrastrando al equipo de Shohoku en su conjunto, quienes intentan defenderse de las agresiones de Mitsui y sus amigas, mientras en el transcurso vamos conociendo la historia de distintos personajes, sus sueños, y sobre cómo el equipo llegó a convertirse en lo que es.
La evolución del capitán Akagi a partir de su esfuerzo por querer hacer a Shohoku más fuerte, los sentimientos de Kogure por medio de sus vivencias, y sobre todo las frustraciones de Mitsui, quien siendo conocido como el jugador más valioso, ve truncada su ambición de ganar el campeonato nacional tras una lesión, entrando en un estado de negación y conflicto consigo mismo y hacia los demás. Sin embargo permanece intacto el profundo amor por el basketball, el cual sale a flote tras ver al profesor Anzai, un referente de superación para el adolescente quien en la final de un partido escolar le manifiesta “No pierdas la esperanza hasta el último minuto, el partido se dará por terminado si desistes”.
Tras el hecho, Mitsui se redime, dejando a un lado su orgullo, e integrándose al equipo de Shohoku, convirtiéndose a su vez en uno de los personajes más queridos de la serie, por su absoluta abnegación por la victoria, y sus formidables tiros de tres puntos.
Slam Dunk: Sobre el realismo y los sueños de juventud en el anime
Hay una serie de componentes que resultan determinantes para poder analizar la relevancia de Slam Dunk en el anime. La estructura narrativa como la banda sonora, son aspectos de primer orden, en que las situaciones delirantes, vertiginosas, e incluso las cómicas van acompañados de una instrumentalización que pareciera estar ausentes en las producciones actuales. Trompetas, sintetizadores, y estilos desde House, hasta Rock y Jazz, pueden apreciarse en el transcurso de la serie con temas como “Fix your spirit” o “Resolution”. Incluso increíblemente gran parte de los temas que se encuentran presentes en la serie nunca fueron lanzados.
Pero sin duda el elemento clave en Slam Dunk es el realismo.
Una serie que muestra la juventud de una manera seria y profunda, con pasajes cómicos sin duda, pero que nos habla de los sueños de la adolescencia, la importancia de la amistad y la solidaridad para construir un propósito en común. Desde los amigos de Hanamichi, que buscan trabajo para poder ir a ver los partidos de su compañero, hasta las desilusiones amorosas, la muerte siempre presente y la fugacidad de la vida.
Los caídas, pero también las segundas oportunidades que tenemos, las peleas y el descontrol durante en la escuela, pero también la gesta de un carácter indomable que busca entregarlo todo.
Es el camino del equipo de Shohoku, que de tener un historial lapidario de derrotas, pareciera encontrarse en un momento irrepetible para alcanzar lo más alto y conquistar el campeonato nacional, enfrentándose a rivales como Shoyo, Ryonan, y el rey Kanagawa, Kainan.
La juventud tal como es; con sus demonios, con sus barreras, pero por sobre todo negándose al futuro que la vida les ha impuesto, para alcanzar colectivamente y a través de la camaradería, la victoria.
