En el camino de afianzar la avanzada golpista en Venezuela, el autoproclamado presidente Juan Guaidó visitará a Macri este viernes, tras reunirse con Bolsonaro y Abdo.
Viernes 1ro de marzo de 2019 15:56
Luego de su visita a Brasilia el jueves, y su reunión con el presidente ultraderechista Bolsonaro, Juan Guaidó emprendió camino hacia Paraguay primero y luego a Argentina, donde se reunirá con Macri en la tarde de este viernes.
Al autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, viene de fallarle estrepitosamente el show montado el sábado pasado en la frontera con Colombia, con el que quiso disfrazar de "ayuda humanitaria" una verdadera provocación para intentar quebrar a las Fuerzas Armadas para que den un golpe contra Maduro. En esta empresa lo respaldó directamente, física y materialmente, el imperialismo estadounidense, junto con la Unión Europea y los países del grupo de Lima, del que forman parte Argentina, Brasil, Paraguay, Chile y Colombia entre otros.
Tras el fracaso del sábado y sin haber podido mostrar las escenas de caos que les permitieran incluso avanzar con un injerencismo más directo, Guaidó, Estados Unidos y el Grupo de Lima tuvieron que desistir de incentivar una intervención militar abierta y optaron por acelerar las sanciones, que impactan directamente sobre las condiciones de vida ya desastrosas del pueblo venezolano.
Desde ese momento Guaidó, que había salido de Venezuela para montar el show desde la ciudad fronteriza de Cúcuta en Colombia, ya no volvió al país sino que comenzó una gira en la que busca redoblar el apoyo de los gobiernos de la derecha regional para volver a intentar una ofensiva.
Es así que el jueves viajó a Brasil en un avión de la Fuerza Aérea Colombiana y se reunió con el ultraderechista Jair Bolsonaro, y con los embajadores de los países de la Unión Europea. Guaidó fue recibido en el Palacio del Planalto donde Bolsonaro exigió elecciones libres y confiables: “No dejaremos de buscar lo que los venezolanos desean: democracia y libertad”. Un extraño pedido viniendo de un personaje que reivindica abiertamente la dictadura militar brasileña.
En la mañana de este viernes, Guaidó llegó a Paraguay, donde se reunió con el presidente Mario Abdo Benitez, quién afirmó que el autodeclarado presidente interino de Venezuela representa la "esperanza de todo un pueblo" y se jactó de haber roto relaciones diplomáticas con Venezuela en enero.
Sin sonrojarse Abdo Benitez dijo "Esto no se trata solamente de un momento coyuntural, Paraguay y el mundo deben ser claros en la defensa de valores democráticos libertarios". Una verdadera broma viniendo de un representante de la derecha paraguaya que defiende la dictadura y que pertenece al partido que formó parte del golpe contra el expresidente Lugo.
Guaidó llega finalmente este viernes por la tarde a Argentina donde se juntará con Mauricio Macri, que tuvo un día duro tras iniciar las sesiones parlamentarias ordinarias en medio de la crisis que atraviesa el país.
Se descarta que Macri, que fue el primero en reconocer al golpista Temer tras el golpe institucional en Brasil, y a Bolsonaro apenas conocidos los resultados electorales, respalde ampliamente a Guaidó como lo hizo desde su autocroclamación como presidente el 23 de enero.
Se espera que Guaidó sea recibido por Macri en la quinta de Olivos y que, como ya lo declaró en anteriores oportunidades, señale a Maduro como un dictador, y bregue "por una salida democrática". Algo que también llama la atención viniendo de un presidente empresario cuya familia multiplicó su patrimonio varias veces bajo la dictadura militar, que los favoreció en sus negocios.
Macri, Bolsonaro y Guaidó no solo forman parte del Grupo de Lima que se alineó de forma inmediata con los pedidos del imperialismo estadounidense para fortalecer a Guaidó. Como parte del Mercosur los tres países fueron responsables por la expulsión de Venezuela del bloque y de las consecuencias económicas que las sanciones tienen sobre la población venezolana, profundizando los efectos de la brutal crisis económica y social que ya atraviesa el país. Para ser claros, no hay en ninguno de ellos un solo rastro "democrático" ni albergan intención alguna de encabezar algún tipo de "ayuda humanitaria" en la región ni menos aún en Venezuela.