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Red Internacional
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Salud. Córdoba: historia de reformas privatistas y traiciones burocráticas (2da parte)

Sábado 15 de noviembre de 2014

Durante las últimas décadas los trabajadores de la salud de Córdoba son testigos del sistemático vaciamiento de los hospitales que los diferentes gobiernos fueron llevando adelante, así como de los retrocesos en las condiciones laborales que se dieron en los 90 y se profundizaron en estas décadas tal y como quedó plasmado en la primera entrega.

En esta segunda parte se analiza cómo los hilos de continuidad con la década de los 90 seguirán vigentes de la mano de los gobiernos de turno y el Sindicato de Empleados Públicos (SEP), con José Pihen como Secretario General desde 1991 hasta la fecha.

Una crisis muy profunda en 2001

Llegamos a la crisis del 2001 con los trabajadores de la salud, usuarios, estudiantes, todos en pie de lucha para defender la salud pública, a su vez los datos revelan que la salud de la población ha empeorado y que el acceso a los servicios de salud es cada vez más restringido. La carencia de insumos, la debacle de las obras sociales, la mayor demanda de los hospitales públicos, la merma de personal, van en consonancia con la profunda crisis que atraviesa el país.

Un ejemplo de resistencia a esta crisis será la lucha que llevarán adelante los trabajadores y trabajadoras de la Clínica Junín. Como ocurrió con otras instituciones de salud en el período, esta clínica fue brutalmente vaciada y sus empleados estuvieron sin cobrar el salario durante más de 10 meses. La patronal optó por desaparecer y abandonar la clínica y a los trabajadores. Luego de meses de espera paciente, se produjo la toma de la clínica que será reabierta bajo gestión de sus trabajadores, en su mayoría mujeres y que se sostiene hasta el día de hoy.

En 2004 los recibos de sueldo de los trabajadores estatales llegaron con fuertes descuentos por los paros realizados por aumentos salariales. Se movilizan los trabajadores de la salud, docentes, judiciales, etc. De salud reclamarán por mayores insumos para los hospitales, aumento de salarios y la efectivización de todos los contratados. Esta lucha se desarrollará a pesar de que el SEP acata la conciliación obligatoria. La conducción burocrática de este gremio, finalmente, terminará pactando un aumento salarial por menos de la mitad de lo que exigían los trabajadores, traicionando una vez más, la lucha de miles.

Una más en la lista de traiciones

Con De la Sota en su segundo mandato como gobernador, en 2005 Córdoba se verá sacudida durante algunas semanas por una importante ola de conflictos salariales en toda la provincia. Trabajadores de la salud, docentes, UTA y Luz y Fuerza acabarán con la “tranquilidad” que buscan alcanzar desde el gobierno con aumentos salariales a estatales y judiciales destinados a cerrar el conflicto en medio de la ya lanzada campaña electoral de Juez y De la Sota. Estos conflictos son expresión de la nueva situación en el movimiento obrero donde los trabajadores saben que las empresas están produciendo y ganando en grande. 

En 2006 los trabajadores de los hospitales serán la avanzada de la lucha de los estatales y docentes. Con asambleas interhospitalarias, cortes de calle y movilizaciones, las protestas se profundizan exigiendo el aumento salarial hasta equipararlo con la canasta básica, blanqueo de las sumas en negro, pase a planta de los contratados y contra el vaciamiento de los hospitales.

De la Asamblea Interhospitalaria formarán parte trabajadores autoconvocados del Hospital de Niños, de la Maternidad y de distintos hospitales del Polo Sanitario. Surgida de la bronca por la larga lista de traiciones de la conducción del SEP, en ella se debate no subordinarse a las decisiones de la burocracia de Pihen, que intenta llevar el conflicto al desgaste. La conducción del SEP firma el Acta-Acuerdo con el gobierno y el Ministerio de Trabajo donde se “intima” a que por 5 días “se suspenda toda medida de acción directa” dando tregua. Atacan a los trabajadores autoconvocados a quienes acusa de “ser funcionales al gobierno”, amenazando con sanciones y “excluyendo a todos aquellos colectivos gremiales o de trabajadores autoconvocados que se arroguen facultades no comprendidas en las normas”, por lo cual serán declaradas ilegales sus medidas de lucha. A esto se sumarán los ataques de De la Sota, con denuncias penales por abandono de persona y responsabilizándolos de la situación de la salud pública, intentando poner a los pacientes en su contra. 

En conflicto de la Salud en 2011

Ya con Schiaretti transitando su último año de gobierno, se observará un deterioro material y un desajuste salarial considerable en este sector. A la fragmentación que se observa entre los trabajadores, técnicos, profesionales, enfermeros, contratados, tercerizados, etc. se suma la consecuente división entre las entidades gremiales, SEP, ATE, UTS, Enfermeras unidas y ATSA. Elemento que el gobierno utilizará para dividir por arriba y negociar sólo con el SEP, cuyo secretario general Pihen, en las elecciones posteriores, saldrá electo como legislador del oficialismo.

Los reclamos salariales volverán al centro de la escena y serán rechazados por Schiaretti bajo el argumento de que debían esperar hasta el año próximo ya con nuevo mandatario electo. Al evidente vaciamiento sistemático de la salud pública se suma el avance cada vez mayor de los sectores privados que reciben el 60% de los recursos que llegan a la provincia para los procesos de atención, mientras que el sector público recibe el 40% siendo que este atiende a casi el 60% de la población.

Durante este conflicto se desarrolla y amplía una organización que los trabajadores ya habían puesto en pie: la Asamblea Interhospitalaria, que surge como un método para agrupar y organizar a todo el sector buscando la unidad de los trabajadores y, también, cómo parte de la búsqueda de representación desde las bases ante la burocracia sindical del SEP, ampliamente repudiada por la mayoría de los trabajadores de la salud. En ella llegan a estar representados más de 26 hospitales de la provincia estando el Hospital Rawson a la vanguardia de la lucha.

Finalmente, luego de la séptima semana de paro en noviembre, resistiendo provocaciones del gobierno y la complicidad de la conducción del SEP para quebrar la lucha que se llevaba adelante con paros, asambleas y la toma del Hospital Misericordia, el SEP acatará la Conciliación obligatoria luego de protagonizar una brutal agresión por parte de su patota al sector más combativo de los trabajadores de la salud y a trabajadores de prensa, entre ellos Luis Kempa de La Voz del Interior, periodistas de canal 10 y Radio Mitre. 

Quedará así demostrado que el gobierno y la burocracia de SEP están jugando cartas cada vez más duras para derrotar una lucha que cuestiona la “transición ordenada” que pretende el peronismo cordobés hacia el próximo gobierno, volviéndose estratégico para Schiaretti derrotar esta lucha para preparar el escenario para un “ajuste de tuercas” ante el impacto de la crisis económica en Córdoba. Esa alianza duradera ente gobierno y burocracia, como veremos en la próxima entrega, se sostiene hasta la actualidad.