×
×
Red Internacional
lid bot

La seguridad de la que no hablan. A propósito de la muerte de otro trabajador en San Antonio

El puerto de San Antonio aparece en matinales y programas televisivos como un punto clave para el acceso de drogas al país. La prensa, los medios de comunicación y el gobierno le han dado una tribuna sin precedente al problema de la “seguridad”, cada día aparece algún policía herido tras un operativo, gran campaña para legitimar la agenda de seguridad y preparar las próximas elecciones. Pero hay una seguridad de la que no hablan, hace más de una semana otro trabajador portuario murió en faena y una trabajadora quedó herida ¿Por qué no se habla de esto?

Sábado 15 de abril de 2023

Daniel Gutiérrez un trabajador de 40 años murió luego de sufrir un accidente al interior del terminal DP World del Puerto de San Antonio, donde asimismo una mujer resultó con lesiones.

"Al llegar al lugar se pudo constatar que un tractocamión, que son utilizados para el embarque y desembarque de los contenedores hacia los buques, habría impactado una caseta de control donde se encontraban dos trabajadores portuarios"

, dijo el capitán de Puerto de San Antonio, Miguel Ángel Bravo.

Agregó que se trató de "una persona de sexo femenino que se encontraba en el interior (de la caseta) sufrió lesiones leves y la otra persona, que al parecer se encontraba al exterior, sufrió lesiones graves, siendo trasladada al hospital local de San Antonio".

Desde el Puerto de San Antonio, en tanto, indicaron que el hecho se registró mientras la víctima "operaba la nave Santos Express".

"Alrededor de las 8 de la mañana se nos informa que esta persona lamentablemente se encontraba fallecida"

La seguridad de la que no hablan

La muerte de Daniel Gutierrez se suma a la larga lista de accidentes con consecuencias fatales presente en los puertos de Chile. A las 6:10 de la madrugada, a pocos minutos de terminar el tercer turno (turno portuario nocturno), Carolina Monardes falleció tras el atropello de una grúa horquilla en el recinto portuario Terminal 2, propiedad de la concesionaria TPV.

Los ritmos de producción 24/7, el trabajo “turno por medio” y distintas medidas de flexibilidad laboral impuestas en dictadura hace que muchos trabajadores se vean arrojados a condiciones inseguras de trabajo.
Para los capitalistas (sus medios, su prensa y gobierno) no todas las vidas valen lo mismo, mientras Daniel Gutierrez muere en plena faena, lo único que vemos en los medios es el fortalecimiento de medidas para carabineros: presupuesto, más instituciones y facultades que legitiman el “gatillo fácil”.

No hablan que ya hubo un joven asesinado por carabineros, no hablan de que un trabajador muere en su puesto de trabajo. ¿Porque pareciera ser que solo algunas vidas importan? Las vidas que le interesan a los empresarios son las que les permiten asegurar su tranquilidad y “seguridad”, pero es una “seguridad” muy particular, es la de sus negocios.

Los empresarios se sienten seguros llenando de policías las poblaciones populares, militarizando el wallmapu o ensanchando cárceles donde ni ellos ni sus hijos van a entrar en sus vidas. Esa es la “seguridad” que defienden y necesitan personal profesional para resguardar esa seguridad, por eso la vida de un policía vale más que la de un trabajador o trabajadora.

Para establecer responsabilidades el puerto de San Antonio realizó una investigación tras el fallecimiento de Daniel Gutierrez. La transnacional naviera MSC desvió dos de sus buques hacia Valparaíso. Muchos trabajadores y trabajadoras de Valparaíso vieron el aumento del ritmo de trabajo en los puertos y la logística durante estos días. Muchos decían “fue por un trabajador que murió en San Antonio”.

Comentarios que se hacen mientras por “atochamiento” aumentó el ritmo de trabajo de forma abrupta, disminuyendo los tiempos exigidos para el vaciado de contenedores y despacho de cargas en lugares reducidos.

Las empresas que envían condolencias a la policía son las mismas que improvisan y aumentan el ritmo productivo haciendo mucho más riesgoso el trabajo. ¿Para qué? para que el negocio no pare nunca, donde los trabajadores son vistos como un utensilio más, que si se rompe se reemplaza o descarta.

La vida de un carabinero les vale porque les conviene, no porque les importen. Sus condolencias son convenientes en este entramado donde no todas las vidas valen lo mismo.