Se extienden por las redes los vídeos y fotos de solidaridad con las afectadas por la DANA mandados desde Gaza. De entre las ruinas que vienen dejando los bombardeos del Estado genocida de Israel, estos mensajes nos muestran la solidaridad de clase ante los momentos de catástrofe que genera este capitalismo imperialista.
Lunes 4 de noviembre
La DANA, que deja ya más de 200 muertos y 2000 desaparecidos, despierta la solidaridad en todos los puntos del mapa, abriendo telediarios internacionales y movilizando a miles de voluntarios de Valencia y toda la península con recogidas de enseres vitales. Esta autoorganización nos deja imágenes de miles de personas yendo presencialmente a pie a los municipios a ayudar a las familias a limpiar y despejar sus calles y casas. Pero también llega apoyo de lugares castigados por las bombas y el imperialismo como Gaza.
¡Abajo el gobierno de Mazón! ¡Juicio y castigo a todos los responsables políticos y patronales!
La solidaridad de clase, siempre alentadora cuando ocurren grandes desgracias, nos da un impulso en los momentos más catastróficos que nos ofrece este sistema que no sólo provoca catástrofes climáticas sino que es ineficaz para solucionar grandes destrozos y ayudar a la población. Una muestra de la solidaridad son los vídeos mandados desde Gaza desde campos de refugiados rodeados del asedio criminal del Estado de Israel en solidaridad con los afectados por la Dana.
Mientras la España imperialista les manda bombas los palestinos se solidarizan con las víctimas de la DANA. Si nuestros gobiernos y empresas se benefician de las catástrofes y el genocidio, plantémosles cara ¡Solidaridad de clase! https://t.co/LX1CV4usgF
— Youssef 🇵🇸 (@Yous_msdk) November 4, 2024
El gobiernos valenciano y central son culpables junto a las patronales de haber convertido la DANA en un crimen social. Pero también este gobierno central colabora activamente en el genocidio del pueblo palestino en la compra y venta de armas a Israel. Esta muestra de solidaridad desde Gaza es la otra cara de la moneda de un gran movimiento internacional en solidaridad con el pueblo palestino, que seguir levantando para que fuerce a nuestros gobiernos a romper relaciones con el estado genocida de Israel, en la línea de la solidaridad de clase que hoy nos muestra el pueblo palestino.
Los vídeos, emotivos y cargados de solidaridad, de personas que sufren en sus carnes el hambre, la sed, la destrucción de sus ciudades y vidas, y el sufrimiento de ver morir a sus seres queridos, muestran la fuerza del apoyo y la colaboración a pesar del dolor y de la catástrofe.
Desde las ruinas, desde los escombros, sacan esperanzas y la comparten. Honor al pueblo palestino. https://t.co/f6K0fHphmE
— aleman🇵🇸 (@aalemans_) November 2, 2024
La solidaridad de la clase trabajadora es una fuerza arrolladora con mucha tensión por ayudar a los que lo necesitan. No podemos dejar que la respuesta a la DANA quede en manos de los mismos sectores políticos responsables de esta catástrofe con el Ejército, ni tampoco en las de la extrema derecha. Es necesario organizar y coordinar la solidaridad desde abajo y en forma autoorganizada, desde los sindicatos, en especial las organizaciones del sindicalismo combativo, y los movimientos sociales, de manera independiente del Estado.
DANA: cinco medidas urgentes para enfrentar la catástrofe
Por ello es importante levantar una lucha por medidas como el reforzamiento de los servicios de emergencia que coordinen el trabajo voluntario, dar la potestad a los representantes electos o determinados en asamblea general para parar o poner en marcha la producción y para incautar stocks y distribuirlos entre los afectados, suspender los alquileres, hipotecas y créditos de personas que han perdido sus pequeños comercios, casas o coches, poner bajo control de comités de vecinas y vecinos los pisos vacíos de grandes propietarios y bancos y los establecimientos hosteleros para poder dar alojamiento a quienes han perdido su vivienda o está inhabitable y permisos remunerados para los trabajadores y trabajadoras que necesitan ausentarse de su trabajo para atender las consecuencias de esta crisis, son necesarias para salir de esta catástrofe, pero no podemos dejarlo en manos de los responsables de este crimen social.