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Red Internacional
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Mundo Obrero. La “unidad” acrítica entre el PO y Cachorro Godoy

La marcha y el acto del jueves 15 convocada por ATE y otras organizaciones reveló las consecuencias de la política de la conducción del gremio, y un debate con compañeros de la izquierda.

Viernes 16 de febrero de 2018

(foto Prensa Obrera)

Este jueves 15 se realizó finalmente la jornada de protesta convocada por ATE Nacional y la CTA Autónoma, como reflejamos en una crónica en este diario.

La jornada mostró las consecuencias de la política de la conducción de ATE. La jornada fue convocada en forma totalmente tardía, cuando varios conflictos que golpean a sus afiliados llevan varias semanas resistiendo aisladamente; el gremio demostró su poca capacidad de movilización; mantuvo su línea autoproclamatoria, confirmando que no participará de otras movilizaciones como las que convocan sectores de la CGT y la CTA el próximo 21, al punto de que el discurso de cierre anunció la futura convocatoria “a un paro general y que se sumen los que quieran”.

Es cierto. Uno puede decir que la actitud de la conducción verde de ATE que responde a “Cachorro” Godoy no sorprende. Tampoco la de ATE Capital dirigida por el kirchnerismo, que se negó a confluir en la jornada de protesta.

Lo que si sorprende es la "unidad" acrítica que viene sosteniendo el PO y su corriente sindical con esta conducción de ATE y la CTA Autónoma.

El 6 de diciembre habíamos visto un primer capítulo. En un acto que habían impulsado en común, se habían negado a exigir un plan de lucha unificado contra las reformas del gobierno (laboral, previsional e impositiva) a los sindicatos que se habían movilizado el 29/11 (bancarios, camioneros, docentes). Pero además, se había cantado al unísono “se va a acabar la burocracia sindical”, lo que significa, por parte del PO, considerar a la CTA autónoma como una “central” antiburocrática, cuando desde la izquierda clasista siempre hemos combatido los métodos burocráticos y conciliadores de la Verde.

Finalmente, ni ATE – ni los Moyano obviamente – jugaron ningún rol en las históricas movilizaciones contra el saqueo a los jubilados. Pero además, la conducción del gremio estatal ha quedado en el centro de la escena por los despidos en muchos de sus lugares de trabajo, apostando al desgaste de los conflictos de Fanazul, Río Turbio, Posadas y el INTI.

Con estos “antecedentes”, uno esperaba que en la jornada del 15 la actitud de los compañeros del PO sea distinta. Que se podía aprovechar la oportunidad para “golpear juntos” con otras organizaciones contra el ajuste, pero “marchar separados”.

Equivocado. Desde el vamos, en la cabecera “marcharon juntos”, intercalados, los dirigentes de ATE, CTA, PO y sus referentes sindicales. El problema es que esa actitud se trasladó a los discursos en el palco.

Romina del Plá, presentada como dirigente del SUTEBA Matanza, pudo tomar la palabra. Era la oportunidad para clarificar ante el activismo el rol que viene jugando cada corriente y desde allí proponer una salida clasista. Del Plá eligió apuntar los cañones contra la CGT, pero evitó decir una palabra sobre la política derrotista hacia los conflictos y el rol divisionista que viene jugando la conducción de ATE y la CTA Autónoma. Saludó la “confluencia” de distintos conflictos sin marcar lo tardío y limitado de la medida. Cuando al final invitó a todos a hacerse “una pregunta común: ¿cómo derrotamos este plan de guerra?”, entre las medidas que propuso se empeñó en no nombrar el Encuentro de Trabajadores del sábado 17 en el Posadas, ocultando que se había resueltos en asambleas del propio INTI, los mineros de Río Turbio, el Posadas y tantos otros. Lo habían hecho antes que ella, con entusiasmo, enfermeras del Posadas y mineros de Río Turbio, que lo ven como una posibilidad de “unir a los que luchan”.

Jorge Adaro, de Izquierda Socialista, tuvo una actitud similar cuando le tocó intervenir.

Esta política diplomática y de adaptación que vimos en la jornada de hoy, sin embargo, se choca con la declaración política que publicaba en el mismo horario del acto el Frente de Izquierda, firmada por el PTS, IS y también el PO. Allí se plantea claramente que “las direcciones de ATE -tanto las de ATE Nacional como aquellas ligadas al kirchnerismo- están jugando al desangre de los grandes conflictos estatales, como ocurre hoy en INTI, Ferrobaires, Fanazul o Río Turbio. Ningún sector de la burocracia inscribe sus marchas en una estrategia dirigida a derrotar el ajuste, lo cual exigiría como primer paso un verdadero plan de lucha que debute con un paro activo nacional”.

A esa crítica le sigue una propuesta para actuar ante los ataques y la situación del movimiento obrero. “El sindicalismo combativo que lucha contra toda burocracia sindical llama al frente único de la clase obrera y sus organizaciones para enfrentar al gobierno de Macri y Cambiemos. Con esta comprensión el Frente de Izquierda convoca y adhiere a la marcha y paro estatal del 15 y llama a conformar, en la movilización del 21 de febrero, una columna independiente encabezada por las luchas del momento junto a los sindicatos combativos y del clasismo”. Entre la agenda que propone está, además, el Encuentro de Trabajadores del 17 en el Posadas, una iniciativa que no solo busca coordinar a los que luchan, sino sumar fuerzas para imponerle a las cúpulas de la CGT y la CTA un plan de lucha unificado.

O sea, la política con que los revolucionarios tratamos de unir a la clase trabajadora y ganar influencia: “golpear juntos, marchar separados”. Desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas estamos dispuestos a golpear juntos y participar de cuanta acción ayude a avanzar a los trabajadores, pero dejando claras nuestras banderas y críticas.

Los compañeros del PO continúan con su confusión. Pasan de la autoproclamación sectaria a la unidad acrítica con un sector de la propia burocracia que está jugando un papel nefasto en las actuales luchas contra los despidos.