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Red Internacional
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Juventud. La victoria de Syriza y el apoyo de Patria Grande

La victoria de Syriza en las elecciones griegas del domingo pasado, fue sin dudas uno de los hechos políticos más destacados en el escenario Europeo (incluso Mundial) de los últimos tiempos. Es que luego de seis años de crisis económica mundial, que tuvo uno de sus epicentros en Europa, y a Grecia como un ejemplo (lamentable) de las consecuencias que esta trajo para los trabajadores, Syriza promete “algo nuevo”, entre tanto ajuste y plan de rescate. Fue el espíritu de hartazgo, las 30 huelgas generales contra el ajuste, y la sumisión de los partidos tradicionales ante los planes de la Troika, los que pusieron a Syriza en el centro de la escena ante la esperanza de que el partido de Alexis Tsipras, que mantuvo durante toda la campaña un discurso “anti-austeridad”, cambie el rumbo de una crisis que pareciera no tener fondo.

Sábado 31 de enero de 2015

Estas esperanzas incluso lograron atravesar las fronteras griegas y europeas. Es que la idea de un “gobierno de izquierda”, que se presenta como una alternativa al FMI, al Banco Mundial, y a los Hollande, Rajoys y Merkels , genero el inmediato apoyo de aquellos que ven en Syriza un homologo de los “populismos latinoamericanos”, pero “a la europea”. En sintonía con las declaraciones de Evo morales y Nicolas Maduro, entre otros, Patria Grande publica en la portada de su web una declaración sobre las elecciones Griegas en las que asegura que: “Siguiendo el camino marcado por el Comandante Chávez, cuando asumió a finales de la década del 90´ como presidente de la República Bolivariana de Venezuela y dirigió el primer gobierno anti-neoliberal del continente, hoy a SYRIZA -y a Alexis Tsipras- le tocará llevar adelante semejante desafió en Europa”. Este análisis que pone en el centro de la disputa la dicotomía “neoliberalismo/ajuste” versus “anti-neoliberalismo/anti ajuste”, está también en sintonía con las declaraciones de los propios miembros de Syriza que tras el acuerdo que establecieron con el partido derechista Griegos Independientes, hacen hincapié en que la disputa no es entre “derecha e izquierda”, sino que se trata de formar una coalición “anti-troika” (incluso al costo de aliarse con partidos xenófobos y homófobos).

La comparación con el chavismo y con los llamados “populismos latinoamericanos”, parece más bien la continuación de las visiones de medios como el Financial Times que se preguntan si Tsipras será un “nuevo Chávez”, desde un punto de vista claramente opositor, más que una descripción del propio proyecto de Tsipras , y de Syriza ( coalición surgida de las entrañas del Eurocomunismo), que en sus últimos discursos a buscado llevar “tranquilidad” a los mercados europeos, moderando su discurso, asegurando que Grecia “cumplirá sus compromisos”, y poniendo por delante un marcado pragmatismo que le permita consolidarse en el gobierno ( cuya máxima expresión es la alianza con Anel) . Esto se confirma a una semana de la victoria en donde aun no se ha establecido con claridad una agenda que de una salida urgente a los problemas sociales que azotan a Grecia (e incluso relegando asuntos como la adopción para matrimonios homosexuales que parece no gustarle a sus nuevos socios derechistas), entre los cuales tendría que estar un cese inmediato de los pagos a la troika.

En el mismo sentido Itai Hagman (dirigente y candidato de Patria Grande), afirmó que la victoria de la izquierda en Grecia "es un hecho político trascendental, que alienta el avance de otros movimientos que vienen ganando adhesión en los millones de excluidos de Europa como alternativa al consenso neoliberal dominante. La experiencia de Podemos en España es también un ejemplo en este sentido". Esta idea de poner como símbolo de la lucha contra el ajuste a Syriza , ha sido incluso desmentida por Stathis Kouvelakis (miembro del ala izquierda de Syriza, diferenciado de Tsipras), quien decía que la integración de los Griegos Independientes al gobierno iba a marcar el “fin simbólico de la idea de un gobierno de la izquierda antiausteridad” , lo cual fue reafirmado al día siguiente cuando se conoció la alianza con el partido derechista, y la designación de Kammenos en el estratégico Ministerio de Defensa; pacto que fue comparado por el El Pais con el “Pacto a la Griega” sellado entre conservadores y comunistas griego en 1989.
La idea de un “bloque antiausteridad” encabezado por Syriza y Podemos , parece ser la apuesta de quienes ven en los gobiernos pos neoliberales de América Latina (que por otra parte están atravesando un duro “fin de ciclo”) una vía hacia un socialismo de nuevo tipo ( “del siglo XXI, Andino, etc”), aunque los grandes intereses capitalistas se hayan mantenido intactos. Pero tanto Syriza como Podemos en España, tras las últimas elecciones Europeas que los visibilizaron como candidatos a gobernar (Incluso Podemos ha cobrado nuevo impulso en las encuestas tras las elecciones Griegas) , han insistido en que apuestan un programa “realista”, que puede ser traducido como “economicista y pragmático” en tanto busca, en las condiciones existentes en Europa y sin salirse de las “reglas del juego”, consolidar gobiernos que a decir de Pablo Iglesias les han parecido “muy sensatos” a ciertos sectores empresarios , y que lejos de sentirse reflejados en la Venezuela de Maduro (que por otra parte con su devaluación y ajuste está mostrando su faceta más antipopular) , apuntan a otros modelos. Como declaro el dirigente de Podemos ”Vemos que en EE UU, donde se ha hecho lo contrario que en la UE parece que los datos macroeconómicos, la situación de las familias y el desempleo están mejor”[1]. ¿Sera esta lógica de los “males menores” la que simpatiza a Patria Grande?

Ante estas ilusiones puestas en Syriza, consideramos que desde una visión de izquierda que ve en los trabajadores y el pueblo pobre al único actor social capaz de enfrentar consecuentemente al ajuste y al avance de la xenofobia en Europa, los primeros pasos del nuevo gobierno Griego obligan a alertar ante cualquier “endulzamieto” del gobierno de Tsipras. El pueblo griego que puso a Syriza en el gobierno no le dio un “cheque en blanco”. Nada bueno puede venir del pacto con la derecha xenófoba, que no marca ninguna diferencia con la línea reaccionaria de Merkel y Hollande. Las visiones como las de Patria Grande que parecen decir “todo lo que brilla es oro”, “todo lo que parezca anti ajuste debe ser apoyado”, terminan por proponer un modelo simplista “o con ellos o contra ellos”( “el mal menor”) que impide un posicionamiento independiente de los trabajadores que han sido y deben ser los grandes protagonistas de las luchas contra el ajuste y de una salida a la crisis que no se descargue sobre sus espalda .La verdadera disputa no es entre partidos del régimen más o menos ajustistas, sino entre los trabajadores y los capitalistas por ver quién paga la crisis.


Gabi Phyro

Historiador. Miembro del Comité Editorial de Armas de la Crítica