Juventud. Lágrimas de cocodrilo: Funes de Rioja y Madanes se suman al ataque de Toyota contra les pibes

"Se nos hace difícil encontrar esas 200 personas con secundario completo, se perdió el valor de un secundario”. La frase la dijo Daniel Herrero, gerente de Toyota, y arrancó el debate.

El ministro Kulfas, rápido y dispuesto, le dio la razón a la “fake news” de Toyota. Hace unos días presentó parche electoral llamado “Te sumo” que no resuelve la situación laboral de la juventud, atravesada por el desempleo y la precariedad, sino que la naturaliza.

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Pero se cebaron. Ahora los grandes empresarios se anotan para mostrar sus lágrimas de cocodrilo, el animal que llora mientras ataca. Es el caso de Daniel Funes de Rioja, el inefable presidente de la Unión Industrial Argentina, que dijo en La Nación que “lo que le viene pasando a Toyota le está pasando a muchos sectores. Con la inteligencia artificial, se está agrandando la brecha entre los jóvenes sin educación y la formación técnica”.

Un caradura. Tomemos el ejemplo de Mondelez, una de las empresas cercanas a Funes de Rioja como representante de las industrias alimenticias. Como denunció una trabajadora de esa empresa, “a fines de agosto de 2020, con la pandemia, trabajadores de Burger King y McDonald’s, y también de la empresa Gourmet, fueron "prestados" a Mondelez para "sacar la producción". A estos trabajadores y trabajadoras a "préstamo" los tuvieron meses cobrando la categoría más baja ocupando puestos de categorías mucho más altas. Pero tanto McDonald’s como Burguer King fueron más allá en el nivel de explotación de sus trabajadores. Decidieron que la ATP la debían devolver los mismos trabajadores. Tanto los que estaban licenciados en sus casas como los que fueron "prestados"”.

Entonces: en medio de la “revolución tecnológica” las multinacionales no acudieron a robots “Oreo”. No. Echaron mano a los pibes y pibas que muchas veces trabajan en las casas de comidas rápidas porque aunque los sueldos sean miserables tienen un poco más de tiempo para intentar estudiar. O esa es la idea…

Otro que se anotó rápido fue Javier Madanes Quintanilla, dueño de Fate y Aluar. No le da el tiempo para contar el tiempo que gana con la exportación de neumáticos y aluminio con la devaluación. Pero el caradura dice que “no solo es difícil conseguir trabajadores que acrediten títulos secundarios sino que todavía es más preocupante que no pasen los filtros adicionales”. O sea que aunque tengas el secundario cumplido, hay otros “filtros” que no les permiten ingresar. ¿Cuáles son, señor Madanes? ¿Qué los pibes llegan rotos? ¿Qué los quieren tomar tercerizados? ¿Qué el régimen de turnos rotativos en una industria manufacturera como Fate se hace difícil para muchos?

Como contaba un trabajador de Fate a este diario hace un tiempo, “con el régimen de turnos tenés un franco de 3 días cada 28. Vas a contramano de la sociedad. No podés programar nada. Cuando entrás te lo dicen clarito: “Acá es una fábrica para no estudiar eh…”.

Otra crítica vino del dirigente de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, Gerardo Díaz Beltrán. El hombre está acusado por sus propios colegas por el manejo irregular de casi 40 millones de pesos de la institución. O sea, obviemos sus palabras porque no tienen valor.

Desde La Izquierda Diario mostramos que la declaración tiene mucho de “fake news”, de noticia falsa e interesada. Por varios motivos. Porque la verdad es que en la zona de Zárate-Campana-Baradero hay miles de pibes que buscan laburo, habiendo terminado el secundario e incluso estudios terciarios. Porque según los índices oficiales el 64,7% de la población desocupada tiene secundario completo, 840.000 trabajadores y trabajadoras. Porque la realidad es que en esa misma zona hay un dicho entre los trabajadores: "si entrás a Toyota cobrás el doble, pero por los ritmos a los dos años te rompés". Eso capaz no te lo enseñan en el colegio o en los “preocupacionales”. De hecho, el proceso de selección consiste en 9 exámenes, con tomografías computadas para evaluar el efecto del trabajo repetitivo en la columna: cualquier mínima desviación es motivo de descarte.

O sea: hay buenos motivos para tratar de conseguir un laburo “mejor” que Toyota, pero aun así hay muchos pibes que intentan entrar pero los rebotan.

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Además contamos la otra cara de la misma moneda: la precarización educativa, que viene sufriendo la escuela pública gobierno tras gobierno, se profundizó en el marco de la pandemia. No invirtieron en conectividad para docentes y alumnes, en infraestructura, en mejores condiciones para la enseñanza. “La profundización de la desigualdad educativa no es una consecuencia natural de la pandemia. Hay una decisión política del gobierno” dicen las docentes.

Los empresarios y funcionarios se empeñan en echarle la culpa a la juventud. El gobierno y el macrismo son los responsables de este presente. Los libertarios son lamebotas de los empresarios millonarios, ya sabemos.

El Frente de Izquierda es el único que banca a la juventud. Por eso propone un aumento del presupuesto educativo y el salario docente, becas para que la juventud pueda terminar de estudiar. Y no justamente para ser “mano de obra barata” de Herrero, Funes y Madanes. Pero además tiene como principal bandera reducir la jornada de trabajo, para trabajar todos y trabajar menos horas. La “revolución tecnológica” de la que se llenan la boca los empresarios podría servir para eso. Pero ellos la quieren para llenarse los bolsillos y encima bardear a los pibes.