El ministro de Turismo se refirió a la situación del sector turístico para la reapertura en la inminente temporada. Millones, entre la necesidad de un descanso, la crisis sanitaria y la de los bolsillos.
Lunes 23 de noviembre de 2020 13:43
El ministro de Turismo, Matías Lammens, se refirió esta mañana a cómo será el verano en los principales destinos turísticos, en el marco de la pandemia. En una entrevista con Radio 10 aseguró que “ha bajado la cantidad de casos y nos dicen que debería seguir esa tendencia”. Por eso las autoridades analizan, junto a empresarios turísticos, en una temporada con las puertas de las principales localidades turísticas abiertas.
La Provincia de Buenos Aires tendrá libre tránsito desde el 1° de diciembre. Otras ciudades se preparan para 2021: “Seguramente a partir del 1° de enero haya libre tránsito interjurisdiccional”, dijo Lammens. Las autoridades provinciales analizan los calendarios de flexibilización de las restricciones en las fronteras interprovinciales.
Según adelantaron las autoridades, se exigirá tapabocas y distancia en las playas y se tomará la temperatura en los balnearios, así como en otros atractivos en otras zonas del país.
Ante la consulta sobre los posibles contagios el ministro dijo que “si la persona se contagia vuelve a su lugar de origen y si el cuadro es complejo se queda en el lugar para ser atendida”.
También confirmó que funcionará el Plan Detectar en los distintos destinos. El mismo ya fue cuestionado por Aministía Internacional, ya que su funcionamiento "podría afectar derechos humanos".
Las declaraciones de Lammens tomaron forma tras una serie de reuniones con empresarios del sector, así como autoridades provinciales. La “industria turística” viene presionando desde hace ya varias semanas con definiciones acerca de su actividad y sus negocios. Estamos hablando de las cadenas de hotelería, los grandes complejos, el sector inmobiliario y gastronómico, así como las empresas de transporte y aerolíneas. Está claro que el sector involucra además a miles de trabajadores y trabajadoras, aunque sobre eso hubo pocas definiciones. Por ejemplo, qué cuidados y protocolos habrá para evitar un brote de contagios ante el ingreso masivo de personas a localidades que no cuentan con espacios y servicios a tono con la nueva situación de pandemia, cuestión que afectas a quienes hacen funcionar los servicios turísticos así como hospitales y otros centros de atención.
En algunos casos, además, los trabajadores están adelantando que tienen atrasadas las paritarias, como los guardavidas de partidos de la Costa que comenzaron con sus reclamos.
Por el otro lado, la temporada vacacional seguramente no será “para todos y todas”. Los planes de incentivo anunciados por el Gobierno son totalmente limitados, y solo pueden acceder a ellos algunos sectores que tienen trabajos en blanco y están bancarizados.
A la desigualdad estructural se suma la situación de crisis económica que se profundizó con la pandemia. Con 3,7 millones de puestos de trabajo menos, la caída del salario real que se acerca al 10 % en muchos rubros y el aumento de la pobreza, las vacaciones serán para millones un lujo imposible.