Cuestión de formas. Larreta hace demagogia contra la dolarización, pero propone un duro plan de ajuste y reforma laboral

La pirotecnia lanzada por Javier Milei semanas atrás, sobre su plan dolarizador en caso de ganar las presidenciales tuvieron su impacto en la agenda política y mediática. La demagogia del libertario instaló el debate sobre las consecuencias de un plan de ese tipo en la ya golpeada economía argentina.

Con el correr de los días ese ruido fue bajando y hasta el propio establishment rechazó la idea por las consecuencias desastrozas que podrían afectar sus propios negocios. Según el exdirector para el Hemisferio Occidental del FMI, Claudio Loser, ni siquiera el FMI avalaría una medida de ese tipo. Pero a pesar de no haber encontrado consenso, el ultraderechista y candidato a presidente consiguió con una importante ayuda mediática, el objetivo buscado por el gran empresariado de correr la agenda política a la derecha.

Este martes en el canal La Nación+, el jefe de gobierno porteño se diferenció de esa propuesta: “¿Sabés cuánto da el tipo de cambio si dolarizas hoy? Da $3000”, y siguió, “Con el dólar a $3000 escala la pobreza y tenés hiperinflación". Luego mencionó que, entre otras cosas, las jubilaciones serían de $20 dólares.

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Pero a nadie podría sonarle la mención de Larreta sobre pobreza, inflación y jubilaciones, más que a pura demagogia de campaña. Durante el gobierno de Cambiemos, del que él formó parte sustancial, esos índices se agravaron en niveles históricos. Luego, el Gobierno del Frente de Todos, no haría más que profundizar esos problemas. Esa situación de profunda crisis social es de la que se sirve Larreta y toda la oposición de derecha para hacer demagogia e intentar volver a llevar a la mayoría de la población a una situación aún peor.

Si bien Larreta puede no adherir a un programa de dolarización, su programa político y económico consiste también en un duro ajuste sobre los salarios, ingresos y derechos de las mayorías trabajadoras. La diferencia en ese aspecto, no modifica lo sustancial de su plan de gobierno de ataque a las condiciones de los trabajadores y la población pobre.

Como botón de muestra vale tomar el comunicado que difundió la mesa nacional de Juntos por el Cambio tras su cumbre de presidenciables y economistas de este martes. Ahí no hay ninguna mención al acuerdo con el FMI, una de las principales causas actuales de la inflación, la pobreza y las bajas jubilaciones, que un eventual gobierno de JXC se propone continuar sin cuestionamientos y muy probablemente con una mayor entrega.

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En el comunicado, hacen reiterada referencia al déficit fiscal (es decir, achicar el gasto público), pero en ningún momento a los intereses de esa deuda ilegal.

Pero no es solo la continuidad del acuerdo con el Fondo (para pagar la fraudulenta deuda externa tomada durante el Gobierno de Cambiemos) lo que muestra que su programa es de mayor ajuste a las mayorías en beneficio de los poderes económicos.

En otro tramo, hablan también que bajarán la “presión fiscal” y las “trabas laborales”, “para que el esfuerzo de quienes trabajan y producen, valga la pena”. Es decir, bajarle los impuestos a las empresas y quitar derechos laborales mediante una contrarreforma, para seguir avanzando sobre los salarios. Por otro lado, cuando hablan del esfuerzo de “quienes trabajan y producen”, no se refieren a quienes realmente lo hacen, los trabajadores, sino a quienes se apropian de ese producto y se enriquece, el empresariado.

Sin ir más lejos durante este martes, el aspirante a presidente del PRO se lanzó contra quienes reciben asistencia social en la Ciudad. Amenazó con quitar la asistencia a quienes rechacen una oferta laboral. Sobre el salario y las condiciones de esas ofertas no dijo una palabra, pero no es muy difícil imaginar.

Según el periodista Ricardo Carpena, la semana pasada Larreta mantuvo una reunión secreta con los líderes sindicales. Allí les habló de su plan de reforma laboral, que dijo prefiere llamar "actualizar las leyes". Entre otros puntos, busca atacar las indemnizaciones por despido y crear un "régimen especial para Pymes" (léase menos derechos).

Como camino para esos objetivos propuso que la reforma sea por convenio de cada sector y no por legislación nacional, algo que facilitaría la habitual traición de las direcciones sindicales, y que ya se viene llevando adelante hace unos años.

Larreta, sus socios de Juntos por el Cambio por un lado, y quienes integran el Frente de Todos, por otro, no tienen más que ofrecer que continuar el ajuste sobre las mayorías trabajadoras. Las “discusiones” entre los referentes de esas dos grandes coaliciones junto a Milei, no van más allá de diferencias en algunos aspectos, modos o velocidades de ese ajuste. Pero todos coinciden en continuar descargando la crisis sobre la mayoría de la población del país, mientras unos pocos se siguen enriqueciendo a su costa.