GGM (ex Gatic) fue literalmente abandonada por su actual dueño Guillermo Gotelli. El personal que hasta hace semanas fabricaba para Pony, Signia y Asics, decidió defender sus puestos.
Viernes 21 de julio de 2017
Fotos Joaquín Díaz Reck
Son alrededor de 280 las obreras y los obreros afectados en la fábrica GGM, que produce calzado para las marcas Pony, Signia y Asics.No recibieron ninguna notificación, dejaron de cobrar su salario y el dueño no da señales de vida.
Esta semana, luego de una asamblea, el personal de la fábrica ubicada en la localidad bonaerense de Las Flores (a 190 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires) decidió tomar la planta. La mayoría son mujeres con hijos pequeños.
El conflicto entre la patronal y las trabajadoras y trabajadores viene de hace tiempo. Mario López, quien trabaja allí hace 26 años (desde cuando era Gatic) y lleva 21 como delegado gremial del sindicato del vestido (Soiva) contó a La Izquierda Diario que “la empresa siempre incumplió muchas cosas, desde atrasos en los pagos de sueldos y aguinaldos hasta irregularidades con las vacaciones”.
En enero la patronal quiso despedir a la mitad del personal. Luego se llegó a un acuerdo de reducir la jornada laboral a cambio de no despedir. El 31 de marzo, cuando terminó ese acuerdo, “arrancó otra etapa del conflicto donde se fueron agotando todas las instancias planteadas en el Ministerio de Trabajo”, relata López.
Hace un mes los trabajadores cortaron la Ruta Nacional 3 por 5 horas. Pero como no hubo ningún tipo de respuesta (y hasta fueron ninguneados por las empresas periodísticas) luego de una asamblea el miércoles 19 definieron tomar la planta e instalaron una casilla con una guardia que está las 24 horas para impedir el vaciamiento de la planta. Y se ocupó el comedor, donde las familias obreras van a almorzar.
Mario López cuenta que están organizados con “turnos de seis horas y todo funciona en asamblea. Acá no hay jefes, somos todos trabajadores”.
“Gotelli es un sinvergüenza”
El patrón, Guillermo Gotelli, desembarcó en localidad de Las Flores hace doce años. Venía de dirigir la fábrica Alpargatas, empresa quebrada en 2001, y se hizo cargo de una de las cuatro plantas que la textil Gatic, en quiebra por la misma época, tenía en la Provincia de Buenos Aires.
Egresado de la Universidad Católica Argentina, expresidente de la UIA y procesado en 1989 por una defraudación al Banco Central que superaba los U$S 200 millones, Gotelli durante muchos años recibió subsidios millonarios de parte del gobierno kirchnerista. Pero eso no impidió que se atrasara permanentemente en el pago a los trabajadores, según afirma el delegado López.
Por eso para el trabajador y sus compañeros, no hay duda de que “el patrón es un sinvergüenza”.
Las trabajadoras y los trabajadores de la textil GGM no están dispuestos a perder su puesto de trabajo. Durante todo el conflicto han recibido la solidaridad y el apoyo de la comunidad florense.
Si no tienen respuestas, ya piensan en armar una cooperativa y poner a producir la planta. “Las máquinas están”, afirma con determinación a La Izquierda Diario el delegado mientras arranca otra ronda de mate.
