Comienza un nuevo año para el movimiento estudiantil. Las actividades académicas han comenzado en prácticamente todas las universidades y liceos en medio de un intenso debate de la agenda educativa, donde ya en los primero días el gobierno de la derecha ha trazado la dirección en la que busca abordar el conflicto aún abierto con los estudiantes.

Ιωαχειν Santiago de Chile
Lunes 26 de marzo de 2018
En un interesante ejercicio de telepatía, el Ministro de Educación ha empezado el debate educativo haciendo gala de sus habilidades psíquicas para retirar del congreso el proyecto de ley que reemplaza el CAE “mediante un retiro mental”, en palabras textuales del Ministro.
Probablemente la derecha este contemplando también una reforma constitucional que permita adecuar los trámites legislativos a los avances de la telequinesis, que al menos este columnista desconoce.
Lo que no desconocemos es que, siendo el actual proyecto del CAE un mero juego de pirotecnia del gobierno de la Nueva mayoría en sus últimos días y que en esencia no reforma sustancialmente el modelo de financiamiento de la educación superior, es evidente para todo observador atento de la coyuntura que el gobierno busca desplazar los ejes centrales del debate educativo para tomar el control de la agenda y por tanto la iniciativa política ."La educación es la madre de todas las batallas" en palabras textuales del presidente.
Y mientras el ministro aprovechaba la oportunidad para medir la correlación de fuerzas anunciando que el “tiempo de las marchas había acabado”, los medios de prensa nacionales filtraban (1) que el tribunal constitucional, que revisaba la nueva ley de educación superior, previo a que sus integrantes se reunieran a dictar sentencia, ya tenían lista la resolución judicial en la que los controladores de las universidades podrían tener fines de lucro aunque estas por ley no pueden tenerlo, lo que vuelve una suma cero dicha normativa.
El Tribunal Constitucional, que se supone autónomo de los demás poderes del estados, cuyos miembros no los elige nadie , erigido para defender la constitución pinochetista, deja en evidencia nuevamente, de lo superfluo que puede ser el debate parlamentario cuando los debates democráticamente votados pueden quedar sin absoluta validez aun cuando afectan solo en la superficie la médula del régimen pinochetista.
Esto se suma al hecho de que toda la supuesta imparcialidad de los jueces, prácticamente ha sido pasado por alto, puesto que de antemano se conocen ya los dictámenes del tribunal en lo que podría ser un nuevo ejercicio “telepático” de los medios comunicacionales, o simplemente una conclusión lógica que cualquier observador atento podría sacar conociendo la composición política de dicho tribunal.
Al menos curioso podrá parecer de qué manera el debate democrático parece contenerse en los estrechos márgenes de una institucionalidad que define no solo que es lo que puede debatirse o no, sino que incluso que debates pueden ganarse democráticamente y cuales debates no.
El profesor constitucionalista preocupado por resolver tan complejo enigma del funcionamiento de la democracia podrá elegir la respuesta que más le satisfaga: Mientras tanto podemos deducir que el nuevo aplazamiento del tribunal a dictar la sentencia parece mostrarnos que existe una controversia más profunda que preocupa en los salones judiciales.
Y es que la geografía del escenario que transitamos aún está fuertemente marcada por las grietas del movimiento telúrico que provocó las movilizaciones estudiantiles del año 2011, que si bien no logró plasmarse en un cambio de fisonomía del régimen político y económico, si lo volvió profundamente inestable, al punto que año a año el escenario se vuelve más frágil ya que pareciera no haber retorno posible a una democracia de los acuerdos y de la paz social con la que tanto sueñan los empresarios.
“Paz social” que claramente los empresarios junto a su nuevo y flamante gobierno no dudarían en conquistar por la fuerza. Han comenzado el debate politico del año buscando instalar la necesidad de un "acuerdo nacional", poco convincente aún para el ciudadano descontento, pero que a más de algún incauto progresista ha hecho tambalear en sus convicciones.
El gobierno de Piñera afina los aparatos represivos , se prepara para futuras movilizaciones, como la reforma a la ley antiterrorista o el descabezamiento de la plana mayor de carabineros (que flaco favor le hacían al régimen con sus poco decorosas malversaciones de caudales públicos). Un objetivo que no logró afinar en su primer gobierno como la famosa ley Hinzpeter, cuya implementación fue frustrada por la onda expansiva de las manifestaciones estudiantiles que lograron vencer los limites represivos de la legalidad chilena y cuestionar de paso su andamiaje policial al punto de ser la primera brecha, que se fue abriendo, de la actual crisis que atraviesan las instituciones policiales y militares.
Por que toda esta ofensiva discursiva de la derecha tiene como contrapunto la debilidad del gobierno de Piñera. Por eso aún se encuentran expectantes, analizan la coyuntura y buscan los puntos de apoyo para avanzar en un programa más ambicioso de contrarreformas que les permita revertir tal correlación de fuerzas que hace de este escenario un terreno pantanoso e inestable para las fuerzas políticas del empresariado.
Y es que por muy espectacular que pareciera su porcentaje de votos en segunda vuelta, este no revirtió el 20% de votación que logró canalizar el frente amplio, como forma de expresar el rechazo de una parte importante de la población, identificada con las demandas tan progresivas como el fin a las AFP o la educación gratuita, el fin al endeudamiento y al lucro en la educación, la vivienda y la salud. No revirtió la crisis profunda de las fuerzas policiales ni el desprestigio profundizado por los escándalos de corrupción, soborno, y desfalco fiscal que afecta a todos los partidos políticos que dirigieron la transición.
El actual ministro de educación no presenta la competencia de sus célebres y fugaces predecesores del primer gobierno, Beyer y Lavín, conocidos como gestores exitosos del modelo educativo de mercado. Es el Ministro Varela un propagandista profesional de la derecha, celebre y polémico columnista del Mercurio, con las competencias de un abogado experto en negociaciones de alto riesgo, que lo ubica siempre ligado a los mejores estudios jurídicos de la plaza. Colocado como general experto que se prepara sobre todo para enfrentar "la madre de todas las batallas" en la que no requiere de particulares competencias educativas, sino de excepcionales aptitudes políticas.
El primer movimiento del Ministro fue buscar dividir el sentido común de los estudiantes. Coherente con las promesas de campaña de Piñera, aseguró que mantendría la gratuidad universitaria. Curioso es que la gratuidad universitaria no existe, sino que existe una beca que busca subsidiar la demanda a las universidades.
El movimiento estudiantil nunca exigió una beca. Contraponiamos a la lógica subsidiaria de la constitución pinochetista, un financiamiento a la oferta, es decir dinero directo del estado a las universidades estatales, con el cual podrían salir de su crisis y cumplir su rol en un nuevo sistema nacional de educación publica , gratuita y de libre acceso.
Incluso la implementación de dicha beca ha generado una profundas crisis de financiamiento a las universidades estatales. Para enfrentar esta crisis los rectores contarían ahora con una nueva ley de universidades estatales, por la que tanto "lucharon", que les entrega mecanismos para subvertir el desfalco financiero a costa de por ejemplo precarizando y despidiendo a los funcionarios y trabajadores universitarios, como si fueran objetos de un inventario que solo genera "gastos", o reduciendo beneficios estudiantiles que permiten costear los altos valores adicionales de la vida universitaria ( fotocopias, libros materiales, alimentación, etc.).
La próxima jugada del ministro Varela tenía un punto de apoyo muy importante, es que el gobierno de la nueva mayoría, y las oscilaciones de las direcciones del movimiento estudiantil del momento, permitieron calar fuertemente en el sentido común de los estudiantes haciéndoles creer que tal beca era una solución al planteamiento historico del movimiento estudiantil.
Con las direcciones del movimiento estudiantil pidiendo audiencias al Ministro pero sin fuerzas si quiera para lograr una reunión de agenda, y las dirigencias del frente amplio enfrentadas con su base por las contradicciones de ganarse el sentido común ciudadano , en los temas espinosos con los que la derecha ha buscado hacer que pisen el palito, se distraigan y enfrenten entre ellas, logró el ministro que nadie haya salido a enfrentar el debate del quien avanza sin resistencia, mientras la "oposición" esta unida discutiendo "trivialidades" parlamentarias .
En conclusión, por muy crítico que sea el “dirigente estudiantil ” si no se enfrenta a la política concreta y no pone los acentos críticos necesarios, termina por entregar a los estudiantes , que creen tener gratuidad, al sentido común que busca plantear el ministerio: La gratuidad ya existe, no hay nada por lo que protestar. El punto en este round entre el CONFECH y Varela se lo anota este último.
El segundo movimiento del ministro Varela, ya envalentonado por sus avances parciales pero sin resistencia, es la de buscar reponer el lucro en la educación. Una apuesta ambiciosa en la que su sector lleva años perdiendo, alimentado por los escándalos que atañen a las universidades privadas, como el emblemático caso de la universidad del mar en la cual el discurso clásico que discutía la ineficiencia del estado para administrar los recursos, lo que hacia inviable la gratuidad, se caía ante las dramáticas situaciones de cientos de estudiantes estafados y endeudados por la educación de mercado cuyas historias sensibilizaron a la opinión pública y mantuvieron vivo el impulso del 2011.
Sin embargo hace no más de unos días nos enteramos que ahora, una universidad estatal, la UMCE (ex pedagógico) se encuentra atravesando una profunda crisis financiera (2), producto de años de mala administración y de desfalco a los bienes de la universidad. Tal puede ser el punto de apoyo para el Ministro para cambiar la balanza de la discusión política con un ejemplo concreto de una universidad estatal al borde de la crisis, que podría implicar graves consecuencias para sus estudiantes , funcionarios y académicos, volviendo a poner en cuestionamiento la administración estatal de la educación.
Nos enfrentamos a lo que podría ser una ofensiva política que permitiese relegitimar nuevamente el sistema de mercado en la educación superior, avanzando por sobre la correlación de fuerzas que se opone mayoritariamente al mismo. Las consecuencias claramente las pagarán los estudiantes del pedagógico.
¿Hará el movimiento estudiantil del pedagógico, un baluarte con el cual salir de una vez por todas a enfrentar a la derecha, ya no en el plano de lo discursivo sino que articulando una fuerza real? ¿o quedará esta como una de las anécdotas trágicas con las que deberemos actualizar esta columna cuando hablemos del tercer o cuarto movimiento del ministro en los que el movimiento estudiantil no ofreció respuestas y fue derrotado tácitamente?
Estas son las coordenadas políticas del movimiento estudiantil. En este juego el turno para realizar el próximo movimiento del tablero nos corresponde a nosotros.
(2) http://www.laizquierdadiario.cl/El-peda-esta-en-crisis-Fuera-Jaime-Espinoza?id_rubrique=1201

Ιωαχειν
Editor y columnista de la Izquierda Diario